Líneas temporales

Desde el Ser, comprendemos que el tiempo no es lineal, sino cuántico: desde el momento presente, expandimos futuro y pasado simultáneamente, repitiendo experiencias sobre un mismo patrón. Como tenemos miedo al cambio, tendemos a estirar una línea temporal más de lo debido, generando resistencias y sensaciones de malestar e inconformismo. Oscilamos entre ansiedad (futuro) y tristeza (pasado), entre una energía excéntrica y expansiva y otra concéntrica y de contracción, hasta caer en un estado de agotamiento o bajón energético, que puede somatizarse en una gripe o enfermedad que nos obliga a quedarnos quietos.
En nuestra sociedad está mal visto parar y no hacer nada, por lo que generalmente resistimos esta sensación de cansancio e intentamos permanecer activos. Pero esto sólo sirve para estirar más aún la línea temporal y hacer las experiencias más extremas y difíciles. Sin embargo, si reconocemos el proceso, nos podemos entregar a esa falta de energía y descansar. Para, no hagas nada, no te etretengas con nada, quédate solo y siente. Permítete caer y rendirte a esa sensación de vacío creativo. Toca fondo. En ese momento es cuando sueltas una línea temporal y saltas a otra. Puede que tengas una sensación de que nada tiene sentido. Pero ante ti se despliegan nuevas posibilidades.
En nuestra sociedad está mal visto parar y no hacer nada, por lo que generalmente resistimos esta sensación de cansancio e intentamos permanecer activos. Pero esto sólo sirve para estirar más aún la línea temporal y hacer las experiencias más extremas y difíciles. Sin embargo, si reconocemos el proceso, nos podemos entregar a esa falta de energía y descansar. Para, no hagas nada, no te etretengas con nada, quédate solo y siente. Permítete caer y rendirte a esa sensación de vacío creativo. Toca fondo. En ese momento es cuando sueltas una línea temporal y saltas a otra. Puede que tengas una sensación de que nada tiene sentido. Pero ante ti se despliegan nuevas posibilidades.