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14 claves para el desarrollo personal

21/8/2017

El desarrollo personal no es una moda, es una necesidad biológica, es un impulso evolutivo ineludible a través del cual daremos un salto cualitativo como especie y como planeta entero. Desde las tradiciones místicas más antiguas hasta ahora, muchos hablan de la “búsqueda”, de “encontrar el camino”, de “iluminarse”, pero en realidad de lo que se trata es de poder sostener la mente abierta a múltiples factores y causalidades, empoderarse para poner en marcha los propios talentos con un propósito social, y abrirse a una mayor percepción sensible para conectar la propia red neuronal con la red neuronal del planeta.

A continuación os dejo 14 puntos que ilustran las claves del desarrollo personal. Consejos que en un futuro serán la base de mi próximo libro.

No hay error. En primer lugar, no es tan importante cuál sea el camino que eliges, sino tener experiencias. Nunca hay errores, sólo experiencias que nos enriquecen. Si rechazamos la experiencia, no aprendemos nada. Así pues, no importa si eliges una técnica u otra; tampoco importa si decides descansar y eliges no dedicar tanto tiempo a tu desarrollo personal.
Suelta la culpa. Si nos sentimos culpables por lo vivido, no integramos nada, y estamos condenados a repetir la vivencia. Hagas lo que hagas, ten la experiencia y aprende de ella sin culparte. Hazte responsable de ti mismo y de tus experiencias.
Alinéate con tu centro. El siguiente paso del desarrollo personal para todos los seres humanos es aprender a alinearse con su Ser, es decir, a conectarte con tu centro. Cuando estás en tu centro, estás más presente y por tanto puedes convertirte en observador de tus experiencias.
Siente los Miedos del Ego. Lo que te impide estar alineado con tu centro son los Miedos del Ego. Sólo son tres: abandono, rechazo y descontrol. Aprende a reconocer con cuál vibras más y cómo te afectan. Si reconoces cómo te hacen sentir tus Miedos del Ego, podrás dejar de perderte en tu mente y en tus emociones, dejarás de dispersarte y podrás seguir enfocado en el momento presente.
Integra tus polaridades. La experiencia es siempre polar. Todo tiene las dos caras. Si hay violencia, hay sumisión; si algo se calla, tarde o temprano la verdad sale a la luz. Si aparece el odio, surge luego el amor. Como somos incapaces de sostener todo lo que somos, vivimos experiencias de un extremo y otro de una misma polaridad. Cuando integramos la polaridad, es decir, cuando comprendemos de qué manera no hay blanco sin negro y ambos son luz, nos hacemos con nuestros talentos de manera automática.
Aprender a ver tus Proyecciones. Como tendemos a polarizarnos de un lado, el otro lo proyectamos fuera. Buscamos culpables que sostengan aquello que no somos capaces de asumir. La consecuente ceguera, no sólo te impide estar presente (en tu centro), sino que hace que actúes con tu sombra o que sufras sus consecuencias, sin darte cuenta que el único responsable de todo ello eres tú.
Descubre tus talentos. Cuando conoces e integras una polaridad, conectas con un talento. La polaridad es el talento escindido por el trauma de separación de los Miedos del Ego.
No eches la culpa fuera (insisto). Qué fácil es buscar malos fuera, pero si lo haces te niegas a ti mismo, y lo que es peor, tus talentos, ya que estos resultan de la integración de las polaridades. Que ves que hay mucho odio en el mundo…, en vez de intentar enfocarte en el amor, profundiza en la naturaleza de tu odio. Si no lo haces, nunca podrás hacerte con tu fuerza vital, que es la que necesitas para empoderar a tu niño interior y sacar sus talentos al mundo.
Nada es personal. Si encuentras culpables fuera, si en tu vida ver personas que para ti son malas, nunca podrás darte de cuenta de que la vida en realidad no es personal, sino sólo una película coral en la que en realidad somos todos los personajes. Creer que todo es personal nos impide conectar con nuestro cuerpo y sus memorias celulares, que es donde está la información que debemos resolver experimentando las polaridades.
Conecta con tu cuerpo. Si conectas con tu cuerpo, conectas con tu centro. La mente huye del cuerpo, generando sus propias emociones y construyendo así su propia película. Aprende a conectar con tu cuerpo respirando, meditando, sintiendo en él tus Miedos del Ego y gestionando tus proyecciones.
Conecta con los demás. No eres la única persona que sufre en el mundo. De hecho, somos 7 mil millones, hay 3 miedos del Ego, y nuestro cuerpo está lleno de memorias celulares de historias que pertenecen a la Humanidad. Somos sólo una variación sobre el mismo tema. Los primeros en resolver e integrar trazan el camino que seguirán los demás. Ábrete y únete a otros, cualquier camino de desarrollo personal implica abrirte a los demás, no sólo para desarrollar tu sensibilidad, sino también para conocerte a través de las Proyecciones. No te niegues las experiencias con los demás.
Desarrolla tu percepción sensible. Cuanto más sensible, más estimulación recibes. Amplía tu percepción más allá de lo tridimensional. Aprende a sentir las energías, a percibir lo intangible, a captar la consciencia colectiva, y sí, a percibir los muertos (es una pequeña parte de todo lo intangible). Este input de información poco definida (no intentes encasillarlo tú) lo que provoca es una mayor complejización neuronal.
Conecta con el planeta. Cuando tu percepción sensible esté muy desarrollada, empezarás a ver las cosas de otra manera, con múltiples causalidades y desde múltiples perspectivas a la vez. Desarrollar lenguajes simbólicos como la astrología, la numerología o el tarot, ayudan a que tu cerebro se haga más plástico y complejo. Hacer trabajos de precisión con las manos o aprender diferentes idiomas, también son maneras de complejizar tus conexiones neuronales. Esto a su vez es lo que te permitirá conectar con un nivel de inteligencia emergente, que Eugenio Carutti llama Inteligencia planetaria. Percibir un orden nuevo de realidad es el siguiente paso del desarrollo de la Vida en la Tierra, y por tanto, de nuestra evolución consciente.
Pon tus talentos en marcha. Si no lo haces, si no te empoderas y das lo mejor de ti para el bien común, no podrás sostener el salto cualitativo que la mencionada maduración cerebral implica. Sí o sí, todos tenemos que terminar alineándonos con nuestro propósito.