Cómo funciona tu Ego y tu Sistema Nervioso 4: el pollo sin cabeza

En la cuarta entrega de esta serie de posts sobre el Sistema Nervioso y su relación con el Ego te traigo la tercera reacción: el pollo sin cabeza. El nombre no es muy científico, pero la idea es adaptar el conocimiento científico sobre el Sistema Nervioso y la fisiología a nuestras circunstancias cotidianas. Porque sólo así dejaremos de macharnos y comprenderemos que alinearnos con nuestra Misión de Vida es cuestión de ir más lento, se más amable con nosotros mismos, y enfocarnos en ir en la dirección de lo que queremos.

En nuestra sociedad moderna, este estado se ha cronificado debido a la Culpa (y el córtex cingulado). Sin embargo, en este estado somos fácilmente influenciables y manipulables, estamos muy disociados de nosotros mismos y nuestros deseos, y nos hace proclives a enfermar.

Para colmo, nos aleja de nosotros y de los demás, y deteriora las relaciones sociales. Sin embargo, necesitamos la conexión social para regular nuestro sistema nervioso. Socializar, abrazarnos, sonreír, mirarnos a los ojos, tocarnos es fundamental para nuestra salud psicológica, fisiológica y emocional, y para nuestro sistema inmune.

Cronificarnos en este estado nos lleva a creer que la vida es difícil, que los demás nos quieren hacer daño, que estamos sólos.... 

Cómo sé si estoy en este estado
Debajo del Pollo sin cabeza hay mucho miedo al Rechazo y mucha Culpa. Este estado es una mezcla entre la huida, la procrastinación y la inmovilización. La disociación es extrema, ya que los deseos aparentes están en función de lo que se quiere evitar y no de lo que se desea realmente.
En este estado se consume mucha energía, pero no hay recarga, porque no hay placer. Es el estado por defecto en nuestra sociedad moderna, es lo que llamamos "estrés", y para colmo está bien valorado, porque así eres un buen soldadito... y eres fácilmente manipulable, ya que no tienes pensamientos propios, sigues la moda.
 
Por qué caíste en este estado
Porque te has ido forzando sin descasar durante mucho tiempo. Porque tu primera frase no más despertarte incluye el "tengo que". Porque tienes Miedo al Rechazo y quieres ser aceptado por los demás, por lo que haces, en vez de por lo que eres, Porque has tenido situaciones traumáticas repetitivas en tu vida que han castrado tu capacidad de disfrute y de ir a por lo que quieres, y te han llevado a enfocándote en ser bueno, cumplir, ser correcto... Porque te has creído que la vida es un esfuerzo, que hay que luchar y sobrevivir, y disfrutar o pasártelo bien es peligroso… Porque tus padres no eran cariñosos y no te sostuvieron emocionalmente.
 
Una sociedad que valora tu disociación
Nuestra sociedad actual está enferma por siglos de traumas sin resolver, sin integrar. Lo normal ahora es estar disociado (Ego) y encima ahora te hacen creer que eres culpable por estar siempre en la mente.
Además, a los estamentos de poder les interesa que estemos en este estado, porque así no utilizamos la mente de manera creativa y exploratoria. Es decir, porque así, cuando operamos desde la Culpa, es muy fácil manipularnos y que funcionemos como borregos productivos.
 
Síntomas del estado pollo sin cabeza

• Cuesta parar. Estás siempre haciendo cosas, aunque no para tu bienestar y placer, sino por los demás o por obligación, porque es lo correcto.
• Paras por Burnout o enfermedad
• "Tengo qué", "no tengo tiempo"...
• Cumplimiento, sin compromiso propio
• Culpa y rabia reprimida (resentimiento)
• Crítica, autocrítica, juicio, enfocado en hacer lo correcto.
• Estrés crónico, enfermedades cardíacas, cáncer
• relación amor/odio con personas poderosas.
• basurero emocional de otros
• no atiendes necesidades propias, te machacas

 
Qué te hizo vulnerable a este estado

• Adultos castrantes o violentos con un sistema nervioso disregulado e insuficientemente afectivos, que llevaron a que de niño interiorices su expresión fría o crítica para evitar el castigo y el Rechazo.
• Falta de apoyo, vivir el trauma en soledad
• Traumas por carencia: demasiado poco de algo necesario durante demasiado tiempo. por ejemplo, falta de afecto. Muchos NO de peque.
• Preocuparte más por tus padres que ellos por ti cuando eras pequeño.
• No saber lo que deseas. No ir a por lo que te da placer. Falta de alegría.

 
Consecuencias de este estado

• Miedo al Rechazo
• la Culpa es el principal motor
• Rabia reprimida, resentimiento
• La acción es reactiva: depende del deseo, real o percibido, de los demás y no del propio
• Tensión en el cuerpo y mandíbula
• Fácilmente influenciable
• Obediente, sigue leyes y reglas, perfeccionista
• Exceso de responsabilidad, cargar con todo
• Dificultad recibir ayuda, delegar y colaborar
• Distancia emocional, frialdad
• Estrés, enfermedades como el cáncer
• El trabajo no satisface, falta de Propósito

 
Para salir de este estado

• Ir más lento, intentar recuperar un ritmo más natural y orgánico.
• Permitirse sentir el Miedo al Rechazo y a estar desamparado. No parar es una estrategia inconsciente para no sentir.
• Ejercicio de respiración para equilibrar hemisferios y conectar más con el lado femenino. Meditar, conectando con el cuerpo.
• Conectar con grupos de personas afines y dejarse ayudar.
• Hacer deporte competitivo para alinear foco y acción con el deseo propio.
• Hablarse bien y elegir pequeñas cosas que te dan placer.

 
Un consejo importante
En pollo sin cabeza, la energía vital va en contra del propio deseo y la propia creatividad. Esto es muy tóxico y destructivo para el cuerpo.
El primer paso necesario es bajar de revoluciones, (empieza por no decir "tengo que" o "no tengo tiempo") para luego conectar con el placer y el deseo propios, desde lo más pequeño. Es decir, aprender a escucharse y hablarse amablemente. También ayuda expresarse creativamente, y si es a través del cuerpo, mejor. La clave es aprender a accionar desde lo que uno quiere y desea. Y para esto, dejar atrás la Culpa es fundamental y comprender que "todo es perfecto tal y cómo es". 

​Guiomar Ramírez-Montesinos
Psicoastrocoaching