Quiero hablarte del sistema nervioso y cómo afecta lo que sentimos, pensamos y hacemos. Si entiendes tu biología, es mucho más fácil bajar conceptos abstractos como Ego, presencia, Ser e incluso procrastinar. Cuando barajamos conceptos mentales y entendemos la espiritualidad como una menta a conseguir, estás en modo pollo sin cabeza, y por tanto, desde el Ego. Desde este estado tenemos el sistema nervioso disregulado y no puede estar presente porque no hay coherencia entre lo que piensas, sientes y haces. Sistema Parasimpático y Nervio Vago Dorsal Trauma no es lo que te pasa, sino el resultado de cómo enfrentas lo que te pasa. Acción frustrada es cuando tus respuestas son anuladas, coartadas, cuando no tienes respuesta que dar, porque no sabes, porque no puedes, porque te lo prohíben, tu sistema nervioso cae en este estado de desconexión. Disociación es esta desconexión de ti y de los demás; es lo que conocemos como Ego y en este estado operamos desde la Culpa, hacia el otro o hacia uno mismo. Sistema Parasimpático + Nervio Vago Dorsal = Trauma Sistema Parasimpático, Nervio Vago dorsal inmovilización: en este estado te cuesta levantarte de la cama o del sofá, sientes agotamiento y que no tienes energía. No piensas, no sientes emociones, más que cansancio y tristeza, no haces nada. Es como el pajarito que choca contra la ventana y parece que está muerto. A penas tienes energía vital. procrastinación: en este estado sigues estando muy disociado de tu cuerpo, pero tu mente y tus acciones van en bucle, a la vez que estás muy disperso. No hay foco. No sientes. La ansiedad la disimulas con conductas repetitivas como ver redes sociales o series y películas. No sientes, tus pensamientos van en bucle y no haces nada concreto. pollo sin cabeza: este realmente es un estado que fluctúa entre el Sistema Parasimpático y el Simpático, con el Nervio Vago Dorsal. Por lo tanto hay desconexión e incoherencia, y se opera desde el Ego y la Culpa. Hay disociación, porque no hago lo que pienso y siento: estoy en el "tengo que". Es un estado muy habitual (y valorado!!) en nuestra sociedad occidental. Lo llamamos estrés, pero es mucho más que eso. En este estado alternamos entre la lucha o huida y la procrastinación o inmovilización. La acción no está enfocada, ni parte de la propia voluntad, sino es una reacción a requerimientos externos. Mantenido en el tiempo, nos trae la enfermedad por represión de la ira. Sistema Simpático, Nervio Vago Dorsal huida: en este estado Simpático hay movilización, pero la acción no es voluntaria, sino que está motivada por el miedo. No piensas cuando huyes, porque es tu amígdala la que da la orden de ir en dirección contraria de lo que piensas o intencionas, ya que tu cerebro pensante no encontró la respuesta adecuada para el reto que quiere enfrentar. La huida termina en alivio, por quitarte de encima aquella situación o estímulo estresante (no tienes la estrategia adecuada para enfrentarlo), condicionando una respuesta automática que no puedes controlar. Por ejemplo: mentir o no decir la verdad, fumar, beber, pegar, alejarnos de algo o alguien, mirar redes sociales en lugar de hacer tu trabajo o deberes... lucha: en este estado Simpático hay movilización y una gran activación. A pesar de que la motivación emocional pueda incluir el miedo, sin embargo, la acción va dirigida hacia el estímulo que te reta. También aparece la rabia o la ira, emociones mal vistas en nuestra sociedad. Sin embargo, sin estas emociones, no podemos ir hacia adelante, a por lo que deseamos. Cuando reprimimos la ira, vamos como pollo sin cabeza hasta que, por agotamiento o enfermedad caemos en la inmovilización. Para pasar de los estados de desconexión (Ego) a los de conexión (Ser), sí o sí hay que pasar por la lucha y aceptar la ira y el enfado. Son energías muy intensas para un cuerpo acostumbrado a la disociación y requieren práctica. Sistema Simpático, Nervio Vago frontal juego: este estado Simpático hay también movilización y una gran activación. De hecho es igual que la lucha, pero la motivación es lo contrario del miedo, es el deseo. El juego es un estado creativo y de conexión con los demás. Jugamos, por ejemplo, cuando hacemos deportes de equipo o con otros, cuando creamos proyectos, nos expresamos creativamente, reímos, enfrentamos retos, tenemos curiosidad... La emoción que motiva es la alegría. El juego es un estado de coherencia, es decir, de presencia, del Ser, por lo tanto, lo que pienso, siento y hago van en la misma dirección. Si en la lucha la energía se movilizaba en contra de algo que ya no se quiere, en el juego la movilización es hacia lo que se quiere. Para cambiar el foco de lo que no a lo que sí, necesitamos la ira, que de paso sirve para centrarnos en el momento presente. Sistema Parasimpático, Nervio Vago frontal socialización: este es el estado de conexión por definición. Es un estado de apertura a las relaciones sin juicios, sin filtros, con aceptación, como cuando estás delante de un niño, o estás conociendo a alguien, o estás con tu abuela querida..., es como esa conexión, compasión y comprensión del otro desde el alma que sucede cuando haces constelaciones o cuando estás en un retiro... En este estado la energía fluye en coherencia entre las personas, que están en sincronía desde su corazón. Hay un sentir y un foco y un deseo en común, que lleva a una acción sincronizada (como una bandada de pájaros o un enjambre de abejas). La emoción es la felicidad. relajación: en este estado estamos abiertos y relajados, podemos dormir, descansar, amar, digerir. Es un estado de confianza a la vida. La emoción es la paz. Guiomar Ramírez-Montesinos Psicoastrocoach
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