Este 2017 está terminando con mucha fuerza. Hay una energía muy potente que pide que nos abramos y activemos todos los charkras para así anclarla bien a la Tierra. Una energía que nos va a permitir enraizarnos para materializar nuestra Misión de Vida, y desde allí, Relacionarnos desde el Ser. La cantidad consciencia que tienes no la define la cantidad de trabajo personal que hayas hecho, sino tu capacidad para subirte a la ola energética que surge en cada momento y fluir con sus requerimientos. Uno puede ir a terapia durante años, pero si trata un tema puntual, éste se podrá resolver únicamente en el momento que las energías relativas a su tema estén activas. Tenemos la falsa impresión de que nuestra consciencia depende de nuestro esfuerzo, pero en realidad es todo lo contrario: no hay trabajo ni lucha en la consciencia; es sólo un cambio de punto de vista. Dicho esto, el tema que ahora está activado se refiere a las relaciones, y en concreto, a nuestra forma de relacionarnos con nuestro Ego. Ahora es el momento de soltar ese tipo de relaciones que ya no van a ningún lado, que ya están caducas, cuyas energías están estancadas. Pero ojo, no me refiero al mensajero, sino al mensaje. Y es que, hasta que no aprendamos a relacionarnos desde el Ser, la verdad es que al que tenemos delante no lo vemos, sino que proyectamos sobre él aspectos nuestros que no podemos asumir, ya sean porque están en sombra, o porque brillan demasiado para poder asumirlos. Así, nos relacionamos con nosotros mismos, con proyecciones egoicas, fruto de los Miedos del Ego. Y en un intento de mantener nuestra inseguridad bajo control, echamos la carga de nuestra culpa sobre otros, enganchándonos en vínculos relacionales en los que, en realidad, el otro jamás existió. Si no me crees. Obsérvate ahora en qué vínculo estás enganchado: puede ser con tu pareja, y que creas que la relación está a punto de terminar, puede ser con un jefe, y estés pensando en dejar tu trabajo, puede ser con tus hijos, y creas que ya no puedes más, o con algún amigo, y el das puerta…. O incluso puede ser con una situación, por ejemplo, con un proyecto, con una enfermedad, con el problema de alguien a quien quieres…. Observa ahora tu forma de vincularte con esa relación. Observa tu forma de relacionarte con esa energía y esa emoción proyectadas sobre ese vínculo. ¿Cuántas veces en tu vida se ha repetido esa misma forma? ¿Cuántas veces te han dejado? ¿Cuántas veces no te han hecho caso? ¿Cuántas veces te han atacado? ¿Cuántas veces te has asustado de la misma manera? ¿Cuántas veces te han traicionado? ¿Cuántas veces en tu vida has conectado con esa angustia, o con ese terror, o con esa rabia…? No importaba el mensajero. Hubo muchas, y la sensación era la misma, la energía era la misma. Eso es tu disco rayado. Ese que suena con la misma melodía de siempre, en la misma frecuencia, con el mismo tono… Y ya estás harto de él. Pero eres tú, y nadie más, quien toca ese disco, porque está en ti. Si suena siempre igual, y la melodía sólo la escuchas tú, no puede ser de nadie más. Hazte responsable de ti mismo y toma la decisión, si realmente quieres, de soltar esa forma de relacionarte, de tirar ese disco rayado de una vez por todas. No importa que sea de tu cantante favorito (y lo bien que canta sus penas), no pasa nada que siempre te lo hayas puesto cuando te sentías inseguro, y que te hacía sentir con cierto poder o complicidad, como si pudieses controlar algo o como si a tu vida le diera sentido….
Sólo tú sabes si realmente quieres aventurarte a vivir relaciones desde el Ser a partir de 2018, o si prefieres seguir viviendo el drama egoico y siendo un títere de la rabia, frustración y dolor colectivos. ¿Por qué crees si no que, cuando nos enganchamos en nuestros dramas, nuestras emociones y reacciones son tan exageradas? Es porque cuando luchamos desde nuestro Ego, motivados por nuestros Miedos del Ego, estamos tan identificados con un Ego inmaduro que pide todo el rato, que cree que el otro le tiene que dar algo que no quiere…, y si hay una relación contractual, aún más..., que nuestro centro está vacío. Estamos tan ocupados metidos en la mente del otro, intentando controlar lo que piensa y saber por qué hace lo que hace, que NO HAY NADIE DENTRO. Y como sabe cualquier persona que se va un mes de vacaciones, si no hay nadie en casa, y te dejas la puerta abierta (si esperas algo de los demás, es en definitiva lo que estás haciendo) …, Cualquiera puede entrar. Y lo que entra es una energía, colectiva y densa, que conecta con tu sufrimiento y tus Miedos del Ego, que aprovecha la corriente creada por dejar las puertas abiertas, y llena el vacío existencial. Es una nube oscura emocional, habitada por nuestros demonios, creada por nosotros mismos al negar nuestro sufrimiento y dolor, y que anda flotando por el éter, buscando a cualquiera que esté entretenido en su Ego, para habitar ese cuerpo, como si de un parásito se tratara. Esa ocupación (posesión) tiene el efecto de incrementar exponencialmente tus emociones: tu miedo, tu rabia, tu dolor, tu sufrimiento, tu desesperación, tu angustia, tu soledad…. Y te deja disminuido de energía, agotado, por lo que luego necesitas encontrar a otras personas que te vuelvan a llenar… Así son las relaciones desde el Ego. Vampíricas. Y para asegurar el suministro, establecemos contratos, tácitos o directos, en los que los roles se definen claramente y cada cuál sabe qué esperar del otro. Generando inconscientemente una cadena de suministro, encasquetada en sociedades jerárquicas concretas y definidas, en las que el que viene de afuera o es diferente no es bien recibido, y en las que cualquier desequilibrio generado se extirpa en la forma del linchamiento de un chivo expiatorio. Y así es cómo nos hemos relacionado desde hace más de 5 mil años, desde que comenzó el patriarcado, durante la Era del Comercio. Así que no está mal relacionarse de esa manera. No ha estado nada mal, aunque sean relaciones en las que las energías no fluyen, sino que son retenidas hasta que explotan. Es una forma de relacionarse muy creativa a nivel material, y así hemos creado esta sociedad tan moderna en la que vivimos. Aunque es cierto que ésta es una dinámica en la que, para sostener tal exceso energético (porque cómo no estamos conectados a la Tierra, no lo podemos disipar), y tal intensidad emocional así generada, nos hemos disociado, habitando nuestro particular mundo mental para no tener que sentir toda la intensidad a la que nos abocan las películas que nos montamos en nuestra propia cabeza, en unas relaciones con, con nosotros mismos, con nuestras propias proyecciones mentales, por las que nunca llegamos realmente a ver al que tenemos delante. Tira tu disco rayado Pues bien, ha llegado el momento en el que hemos desarrollado la consciencia los suficiente como para empezar a ver que esa dinámica de relaciones ya no nos sirve, ya no nos hace sentir bien, ya no nos da la felicidad. Estamos empezando a ver que lo más importante en la Vida es estar centrado, presente y lo suficientemente despierto como para conectar con nuestra Misión de Vida. Ahora comprendemos que nuestro pilar nunca puede ser otro, sino uno mismo. Y ese pilar es el que canaliza la energía universal, nos ayuda a conectarnos con la Tierra, y permite que podamos materializar desde nuestros talentos…, siempre que estemos en modo dar (y no “dame”, como demanda el Ego inmaduro). Ese pilar es tu columna vertebral, y cuando baja la energía que activa la información relativa a tu Misión de Vida, choca con esos discos rayados que están bloqueando tus chakras, y suena la canción…., esa vieja canción que ya chirría. ¿Cómo suena tu canción? ¿En qué chakra está el disco rayado que está sonando?:
Te propongo aprovechar las energías que hay en estos momentos que piden que nos hagamos conscientes de estos discos rayados, de esta forma nuestra de relacionarnos de una manera egoica, con una energía que ya está estancada. Dale forma a tu disco: define qué energía tiene, qué emociones suenan y qué película te hace montar en tu cabeza. Elige tirar tu disco rayado y abrirte a relacionarte desde el Ser…, ¡y no olvides pedirle al Universo que, por favor, “sea lo más fácil y suave posible”! Cuando sueltas tus discos rayados, la energía del Universo baja por tu columna y llega a la Tierra. Puede que sientas rabia. No la descartes. Es como se siente la energía que llega a tus chakras inferiores. Simplemente no actúes y no pienses sobre ella. Sólo siéntela. Sostenla. De esta manera te conectas a la Tierra y tu propósito puede bajar. Entonces tu columna será como un pilar, y estarás centrado y alineado con tu Misión de Vida. Con este apoyo interno, tendrás tan claro que lo más importante en tu vida es seguir el camino de tu misión que no tendrás ninguna necesidad de apego a ninguna relación. Es así cómo puedes abrirte a tener Relaciones desde el Ser. Si mi Misión de Vida es lo más importante para mí, puedo comprender que la Vida me traerá las relaciones y las experiencias que yo necesito para poder llevarla a cabo. Y esto no depende de mi voluntad, sino de mi Ser. Mi Ser no piensa, no decide, no controla, porque Es. Mi Ser sabe y mi cuerpo lo siente. Mi Ser es mi voz interior ante la cual no cabe ninguna duda. Ser es consciencia, es saber, es comprender y es observar la maravillosa magia de la Vida mientras se despliega ante mí. Are you ready? Guiomar Ramírez-Montesinos Psicóloga, astróloga y terapeuta psíquico Para ampliar sobre estas energías de ahora, puedes ver mis tres últimos vídeos y el que incluyo más abajo: - https://youtu.be/67o3Us81yZo - https://youtu.be/rHqSytnEyTM - https://youtu.be/ZPS2RKFgK6s En este vídeo del Heart Math Institute puedes ver cómo es relacionarse desde el corazón https://youtu.be/QYsK9MvXt90
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