El tercer signo del zodíaco nos habla del movimiento como elemento fundamental de la existencia. La energía expansiva de Aries y la contractiva de Tauro tienen sentido al incluir el movimiento que las conecta. Géminis es regido por Mercurio, el mensajero alado, que a su vez se relaciona con Hermes, el personaje más particular de la mitología griega y cuyo arquetipo nos revela el verdadero potencial de la energía de Géminis. Hermes empezó a hacer trastadas desde pequeño, desde el momento en que nació, engañando hasta a los mismísimos dioses y ganándose un sitio entre ellos, gracias a su astucia. Desde un punto de vista más mundano, esto le ha valido a Hermes, y por extensión a los gemelos, la fama de mentiroso e incluso ladrón. Sin embargo, sus aparentes trucos de magia esconden en realidad el secreto del más conectado de todos los signos. Géminis es cuántico. Si bien es cierto que, confinado en las estructuras (Capricornio) y creencias (Sagitario) de la sociedad patriarcal, este signo nos habla de la mente concreta, relacional..., esa mente que piensa, que da vueltas, que sirve para comunicar ideas, pero que nos puede llevar a que nos perdamos en ella, cuando logra liberarse de estas identificaciones con las vibraciones más bajas del noveno y décimo signo, es la mente cuántica, libre, que salta de un lado a otro, que se abre a todas las conexiones posibles, y desde allí, nos permite crear nuestra realidad. Pero sólo lo puede lograr cuando es realmente libre.
Para que nuestra mente sea libre y se convierta en un instrumento que nos permite crear nuestra realidad, primero hemos de madurar nuestro Ego. Curiosamente, la energía de Géminis también contribuye a la formación de nuestra individualidad, aunque sea haciendo que nos adentremos en la cárcel de nuestros pensamientos encadenados. Merced a nuestros bucles mentales nos hemos separado de nuestro cuerpo y de nuestra esencia. De todos es ya sabido que “la mente te separa”... Pero esto es sólo una parte de la realidad de la energía de los gemelos. Mercurio es adaptable, rápido, curioso, ávido de conocimiento, comunicativo, y ante todo, versátil. Mercurio desde el Ser, es decir, una vez que hemos atravesado el Techo del Ego, y nos hemos desapegado de nuestra “forma de pensar”, de nuestro pasado, de las filosofías y sistemas de creencias de otros, de los pensamientos condicionados y las emociones que estos crean…, es libre para saltar de un lado a otro, para buscar información y bajarla a la tierra, para conectar con otras realidades, y con otros individuos desde el Ser.... Los clásicos viajes mercuriales se convierten entonces en teletransportaciones estelares. El comerciante o el comunicador, son ahora los médicos cuánticos. Los engaños se transforman en nuevas realidades posibles. Los intercambios ya no son por intereses comerciales, sino entre almas, en esta y en todas las dimensiones…. Sublimar Géminis nos adentra en la Era del Ser. De la mente concreta a la mente cuántica Así que, como ves, no se trata de deshacerte de la mente, de dejar de pensar, o dejar de ser mental, sino todo lo contrario. Al igual que no se trata de deshacerse del Ego, sino madurarlo y que sirva de instrumento de comunicación precisamente merced al movimiento de la mente. La labor es integrar todos los trozos de nosotros que tenemos desperdigados por el mundo, a través de nuestras proyecciones, y conectar la mente con el cuerpo. Es así cómo podremos realmente crear nuestra realidad, con una mente cuántica…, aunque no sólo con nuestro pensamiento, sino a través de las conexiones con los demás. Ya que no es el individuo, sino el vínculo el que crea… La clave para poder hacer esto es individualizar la mente, es desarrollar todo su potencial: imaginativo, intelectual, sensitivo, psíquico, creativo,…, es desarrollar tu pensamiento único, tu mente cuántica. Mientras sigamos los dictados de otros, mientras nos creamos lo que nos dicen los demás sin cuestionarlo, mientras repitamos premisas como loros, o nos tomemos en serio nuestras emociones, estaremos sujetos a la mente concreta, no libre, condicionada por el Techo del Ego. Por eso, cada uno de nosotros ha de encontrar el valor de tener sus propias ideas, de aprovechar esa cualidad mercurial para captar la información, pero luego discernir lo que realmente vibra (en el cuerpo) con uno, y crear una ida nueva, única, particular y abierta a la creatividad y a múltiples posibilidades, siempre flexible, siempre curiosa y siempre cambiante. No sirve a nuestra individuación seguir doctrinas ajenas, sino aprovechar la esencia de lo que para uno es importante para crear algo nuevo. Esto es así porque repetir pensamientos concreta una realidad, pero al mismo tiempo te vincula a ella. Así, si seguimos repitiendo, por ejemplo, porque hemos aprendido un método, porque estamos estudiando un sistema de conocimiento, porque seguimos una creencia religiosa…, nos conectamos al campo morfogenético de ese pensamiento, que a su vez está influenciado por la suma y promedio de todas las intenciones de las personas que se han conectado a ello. Si bien en un principio esto nos permite cocrear, a la larga, si nos cerramos a un pensamiento que no es único nuestro y además éste se populariza mucho, terminamos siendo influenciados por el movimiento colectivo en el que está incluido ese campo morfogenético…. Y luego nos quejamos de que nos manipulan…. Así pues, para no perdernos en el colectivo y limitar nuestra mente, es imprescindible no olvidarnos de nuestra propia Verdad. Sagitario es el signo opuesto y nos recuerda que cada alma singular posee una dirección única. Además, Géminis se caracteriza por la dispersión, por abrir múltiples posibilidades, y si éstas son creativas y con la intención enfocada en tu Verdad o tu misión de vida, te lleva a conectarte con otros individuos desde el Ser para cocrear nuevas realidades. Al contrario, la dispersión geminiana, sometida a las creencias estandarizadas, no es más que un movimiento fútil que alimenta ese campo morfogenético colectivo (subconsciente colectivo), y por tanto, sólo sirve para anclarnos más en él. Esto no es malo ni bueno, es simplemente cómo funciona nuestra mente individual y cómo se entronca en la colectiva. A veces toca fijar y repetir, otras toca abrir y cocrear algo nuevo. Después de 5 mil años de patriarcado, de organización social jerárquica, es la hora de cambiar y crear una nueva organización social, en Red y desde el Ser. Las diferentes expresiones de la energía de Géminis en la carta Como cada mes, haré un repaso de la expresión de la energía de Géminis desde los diferentes aspectos personales: Sol, Luna, Saturno, y también Ascendente y Nodo Norte, para poder ver cómo se vive desde le naturalidad, desde la necesidad, desde la dificultad, desde la percepción como algo ajeno, y desde la memoria del signo opuesto, respectivamente. Sol en Géminis se expresa de manera geminiana, es ligero, ágil, volátil, simpático, sociable, diplomático, estudioso, le gusta la tecnología y los libros, o mejor, los ensayos cortos. Es comunicador y se le da bien escribir e intercambiar. La verdad no le importa tanto como la posibilidad de conectar con personas diferentes. En otras palabras, la única verdad que defiende es la comunicación y la conexión, y la forma le da igual. Luna en Géminis necesita todo esto para sentirse segura. Nace en un hogar donde hay muchos libros, se habla de muchas cosas, y se socializa de manera liviana. La conexión con la madre no es directa, sino a través de un hermano o mediatizada por la palabra. La dispersión y dejar abierta muchas opciones da seguridad, en detrimento de no llegar a terminar nada, ya que la concreción y el foco se perciben como peligrosos. Tarde o temprano la vida lleva a estas personas a quedarse fijas en algo, y aunque les horrorice, es un regalo que les permitirá desarrollar otras partes de la carta. De esta manera podrán madurar y no quedarse en eternos Peter Pan. Ascendente en Géminis le pasa lo contrario. Llega a esta vida con la memoria de Tierra (Tauro en la XII) y no quiere que nada cambie, pero el destino le irá obligando a incorporar la energía de Géminis como algo propio, empezando por estar rodeado por personas muy geminianas, que le provocarán tanta fascinación como rechazo. Deberá aprender a dejar de ser tan crítico y controlador (Virgo en la IV en la matriz zodiacal), y desde la presencia abrirse a tener muchos amigos, trabajos, viajes cortos, e incluso proyectos empezados. Esto lo hará primero dándose cuenta de que el otro es diferente, y luego sintiéndose mal por cortar la conexión, por lo que se sentirá impulsado a tender un puente para volver a conectar. En este sentido, la relación con los hermanos (o amigos cercanos en su defecto) dará la clave de cómo se relacione luego con el mundo. La dispersión para él es evolutiva, aunque deberá trascender la inercia de Capricornio en la VII, a seguir las reglas, el pensamiento concreto, la estructura social establecida o a seguir una doctrina, para crear un pensamiento propio y original, y vivir acorde con éste. Saturno en Géminis es el regalo de la individuación mental, aunque de pequeño se vive como ostracismo intelectual y los intentos de encajar en el sistema educativo son inútiles. Pueden recibir muchos mensajes de que son tontos, no pueden pensar, su mente no vale…. Pero de mayores tendrán que comprender que es justo eso su mayor don. Una mente libre, original, y creadora de sus propios pensamientos, sin seguir a nadie. Nodo Sur en Géminis tiene el Nodo Norte en Sagitario, y habla de ya tener desarrollada la energía de los gemelos en experiencias de vidas pasadas. En esta toca alinearse con la propia Verdad, porque en anteriores la mente había estado muy a merced del sistema. Mientras que Nodo Norte en Géminis, y sur en Sagitario, necesita comprender que su Verdad no es la única, ya que la conexión con los demás es fundamental para poder cocrear nuevas realidades. Por otro lado, enrocarse en el punto de vista propio lo que indica es que éste en realidad es incompleto y está cerrado, y el miedo a no saber sostenerlo es proporcional al empecinamiento por imponerlo. El fanatismo nos limita todas las posibilidades. Géminis y Mercurio, su regente, nos hablan de la mente cuántica, de que creer es crear, pero para crear necesitamos el vínculo con el otro. Cuando algo se cristaliza demasiado, Géminis pide cambio a través de la sensación de desconexión. Géminis no nos permite estar quietos. Si bien Tauro nos brinda seguridad, el movimiento geminiano nos termina separando del cuerpo si no nos movemos y cambiamos. Esta escisión hará que a la larga nos sintamos mal, y este malestar nos volverá a conectar con el cuerpo y a impulsar un movimiento original nuevo (Aries). Guiomar Ramírez-Montesinos Psicóloga, astróloga y terapeuta psíquico
1 Comentario
PURI
29/5/2016 01:03:19
Si ...deseo recibir comentarios x correo electronico. Gracias. Y tambien Talleres q realice fel tipo q sea por si me interesara ir.
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