Tradicionalmente a Capricornio se le asocia con la cabra que sube la montaña y no para hasta lograr la cima. Es la constancia y la perseverancia, es la capacidad para fijar un objetivo y tener la paciencia y la determinación de ir a por ello, cueste lo que cueste. Pero la Energía de Capricornio es mucho más que eso. Nos habla del Techo del Ego, dónde y de qué manera ponemos el poder fuera merced a la culpa, y qué hemos de hacer para dar un salto de consciencia. Desde una mirada más convencional, el signo de la cabra representa cómo hemos estructurado esta sociedad en la que lo que más se valora es conseguir el éxito por encima de todo, en la que las miradas ajenas son más determinantes que la propia, y en dónde siempre hay gente por encima que te puede pisar, y gente por debajo, de la que hay que aprovecharse. El patriarcado es capricorniano: en lo más alto de la jerarquía está la autoridad, y debajo los demás, sirviendo y obedeciendo, a cambio de seguridad y pertenencia.
La autoridad capricorniana está representada por el padre, cuyo permiso necesitamos para dar el primer paso en el mundo, fuera de la familia. Es el Estado, quien determina los tributos, las leyes y el orden. Es la Iglesia, y sus representantes, que decide qué es moral y qué es pecado. Incluso es la imagen que tenemos de Dios, un padre todopoderoso, que castiga y culpa si no te comportas como es esperado de ti. Capricornio es seriedad, es culpa, es castigo, es maquiavélico, es jerárquico, autoritario, dictatorial. Es exigente, constante, práctico, determinado, cumplidor, comprometido, trabajador. Pero identificar la Energía de Capricornio con estos atributos es tener una visión limitada, determinada por un programa que rige nuestra visión del mundo, tan real como nuestra imaginación colectiva quiera creérselo. Capricornio es la Matrix, es la identificación con el programa, con nuestras creencias inconscientes, y con nuestro Ego. El Techo del Ego Capricornio es el Techo del Ego, es el límite autoimpuesto por necesidad a la expansión de nuestra consciencia. Ese límite está generado por la culpa, por todo aquello que hemos excluido de nuestra consciencia para darnos la ilusión de seguridad que nos permite desarrollar nuestro Ego hasta su maduración. El bebé que se desarrolla necesita hacerlo en un mundo relativamente estable y seguro. Es el mundo regido por el arquetipo de Cáncer, el signo opuesto a Capricornio. El bebé cuando nace es su Luna, es decir, interioriza la vida desde la perspectiva de su Luna (y la Luna es regente de Cáncer). Tradicionalmente, la Luna es la madre, las emociones, el pasado y lo que se repite. Pero en la astrología evolutiva, la Luna es el Ego. Un Ego que se cocina en el horno canceriano a base de repetir sus patrones condicionados una y otra vez. Esta repetición, que puede parecer inútil, y que es lo que está detrás de nuestros patrones condicionados, es sin embargo necesaria para madurar el Ego. Al igual que el niño repite un mismo juego hasta la saciedad, porque así lo va integrando, nuestro Ego necesita repetir el patrón de su estructura, hasta que logramos madurarlo, es decir, hasta que empoderamos a nuestro niño interior (dejamos de poner el poder fuera y somos auténticos), y entregamos sus talentos al mundo (los talentos del Ego). Durante esa maduración, intentamos salir una y otra vez del cascarón de nuestro pequeño mundo canceriano. De esta manera, recorremos los siguientes cinco signos del zodíaco con el fin de aprender sus lecciones. Con Leo, debemos desidentificarnos de nuestra procedencia, reconociendo nuestra singularidad, sin dependencia de la mirada de otros, y comprendiendo que todos los individuos tienen su aportación única, y que unidos somos más y podemos co-crear nuestra realidad. Con Virgo, comprendemos que el Ego no sirve nada si no está puesto al servicio de los demás de manera práctica. Con Libra, aprendemos a realmente comprender que el otro tiene sus propios deseos y que buscando dónde interaccionan nos abrimos al vínculo y a la transformación que ello conlleva (Escorpio), aprendiendo así a soltar el control y fluir con la Vida (Sagitario), alineándonos con nuestra propia Verdad y nuestro mejor futuro posible. Pero a la primera no es posible pasar cada una de estas pruebas. Sino que vamos teniendo sucesivos fracasos que, como en el juego de la Oca o del Monopoly, nos obligan a volver al casillero de salida, a saber, al horno canceriano, para cocinar ese Ego un poquito más. El orgullo, la obsesión perfeccionista, el querer imponerse a los demás, el control o la ilusión y el fanatismo, son las consecuencias de no haber podido integrar las lecciones de estos signos. Más allá del Techo del Ego Cuando por fin nos acercamos al Techo del Ego, nos encontramos con sus retos, necesarios para que consolidemos los aprendizajes realizados en el recorrido desde Cáncer hasta Sagitario. Si dudamos, volvemos a cocinar nuestro Ego. Si asumimos, nos toca integrar en esencia todo lo aprendido hasta ese punto. Capricornio son las reglas esenciales que sostienen cualquier despliegue de realidad. No sólo es el Techo del Ego, las reglas de nuestra civilización, sino también la base del nuevo Ser. Para atravesar el Techo del Ego hemos de recuperar nuestra propia autoridad, dejando de proyectarla fuera sobre jefes, padres, Estados o cualquier autoridad que nos creamos. Hemos de aprender que nadie nos limita, excepto nosotros mismos, y que las leyes de los hombres son necesarias hasta que hayamos madurado y seamos coherentes: cuando lo que pienso, lo que siento y lo que hago están en coherencia, me sostengo sobre mis leyes internas. Capricornio, y su regente Saturno, también nos hablan del Tiempo. Para atravesar el Techo del Ego hemos de comprender que el tiempo no existe, sino que lo creamos nosotros. Si yo me digo que voy estresado y que no tengo tiempo, esa será mi realidad. Si por el contrario, afirmo que disfruto del tiempo que necesito para todo lo que mi Ser quiere, crearé esta realidad. Y por supuesto, es necesario asumir nuestra sombra y deshacernos de la culpa. La culpa nos impide ser conscientes y entregar nuestra experiencia al Origen (con lo cual ésta no sirve para nada y nos quedamos atascados en un bucle temporal). Desde un nivel más bajo de consciencia, la Culpa es proyectada sobre otros. Cuando nos desarrollamos un poco más, introyectamos la culpa, y aunque esta parte del viaje resulta más dolorosa, es el camino para empoderarnos, si antes no nos abandonamos por completo. Sol, Luna, Ascendente, Saturno y Nodo en Capricornio Cualquier persona con mucho Capricornio en su carta natal tiene la oportunidad de dar un salto de consciencia y ayudar a los demás a desarrollar una consciencia nueva. Pero el camino de Capri es siempre un poco pesado, lento y solitario. Para Sol en Capri, es lo normal, y tener la constancia para trabajar, para ir hacia sus metas, no es algo que le cueste demasiado. Mientras que Saturno en Capri tiene como labor integrar los aspectos femeninos y masculinos para poder atravesar el Techo del Ego. Para la Luna en Capri, el viaje es un poco más duro. Nacerá rodeada de personas que representan la Energía de este signo, lo cual resulta un poco duro para el bebé, que se verá aislado y negado de afecto real, lo que le llevará a ser muy autosuficiente. Pasará frío y hambre, tanto real como emocional, y desarrollará una coraza de fortaleza y autosuficiencia que, tarde o temprano, deberá romperse, exponiendo un núcleo interno tremendamente necesitado. Tener esta experiencia es fundamental para poder dar un salto de consciencia. Pero si no la sostiene y supera, puede volver a encerrarse detrás de un duro cascaron de autosuficiencia y ambición, que no hará más que reforzar su sensación de soledad, aislamiento y tristeza. A la Luna en Capri le falta el afecto de madre, y como consecuencia, creerá que para recibir alguna migaja de amor tiene que portarse bien y hacer cosas para los demás. Desde su núcleo herido, intentará ayudar a personas que cree desvalidas, cuando en realidad proyecta su propia indefensión sobre éstas. El problema es que, cualquier persona con fuerte Energía de Capricornio tiene la habilidad de cristalizar aquello en lo que se concentra, pero si se centra en una única persona, sólo logrará estancar la energía de transformación que ha de circular en una relación, lo que lleva al inmovilismo, y a la larga, a todo tipo de problemas en el plano físico, desde accidentes y pérdidas, a enfermedades. Nodo Norte en Capri viene a dar sus talentos al mundo, y dejar atrás el lado más personal de la vida. Ha de aprender a dejar los dramas familiares y de apoyarse en otros, para ser él quien da nuevos pasos en el mundo. Muchas vidas encarnando con las mismas personas le han hecho demasiado dependiente del clan, ahora ha de poner el foco en el mundo y, de su pasado, quedarse sólo con la importancia de hacer las cosas desde el corazón. Ascendente en Capricornio tiene los signos de fuego en la memoria. Como todo ascendente de Tierra, resulta doloroso y frustrante a los anhelos del espíritu o del Ego tener que penetrar la materia para hacer realidad algo. Para Fuego el tiempo es un obstáculo, pero este ascendente ha de aprender a ir más allá de la ilusión y concretar sus sueños, comprendiendo que el proceso le va a requerir mucha paciencia, constancia, dedicación e inmovilismo. Pero este “sufrimiento”, esta dificultad para desarrollar sus anhelos tiene un sentido, y es el conectar finalmente con el corazón. En coherencia, descubrimos que nuestros anhelos son todo menos personales, y que en realidad estamos al servicio de algo mayor que nosotros mismos. Ascendente en Capri al final descubre que su mayor placer es dar apoyo desde su corazón a los que le rodean, haciendo de pilar para que otros puedan crear un mundo mejor. A este ascendente le falta el padre desde pequeño. Esta figura será alguien importante para él, pero por algún motivo, no estará presente del todo. Así, en su búsqueda del padre o, mejor dicho, del arquetipo de lo paterno dentro de sí, atravesará experiencias que incluyan rodearse de personas o instituciones que representen esta Energía, las cuales le producirán tanta atracción como rechazo, y sobre las que querrá apoyarse… Pero terminará, muy a su pesar, asumiendo todas las responsabilidades y quedándose solo, al frente de un trabajo, una familia, una organización, un proyecto, cargando con todo el peso. Querrá irse de viaje y vivir sus pasiones, pero la vida le pondrá siempre por delante las obligaciones, para que así pueda interiorizar qué es ser un pilar, un apoyo, alguien que está allí para los demás, y no tanto para sí mismo. Capricornio desde el Ser Para que Capricornio pueda desarrollarse desde el Ser, deberá aprender a reconocer sus necesidades y comunicarlas a los demás, no tanto para que le sirvan de apoyo y alivio, sino para repartir la carga entre otros pilares. Es imprescindible aprender a no enfocar la atención sobre una única persona o institución ya que, si lo hace, la energía se estancará y no habrá desarrollo. Para Capri, la dispersión es evolutiva, ya que su músculo de concentración está sobredesarrollado. Cuando comprende que no es el único pilar, sino que hay más, y que estos no están allí para quitarle la carga, sino para repartirla (para lo cual es necesario tener un objetivo común y cooperar -Libra-), puede entonces sostener su foco cuando se necesita cristalizar algo nuevo como, por ejemplo, las bases para Vivir desde el Ser. Otra cosa muy importante que Capricornio ha de tener en cuenta es que la Vida no se sufre y las cargas no resultan pesadas si lo que hacemos es desde la coherencia con nuestro corazón, es decir, si desarrollamos el compromiso con nosotros mismos primero, y luego con los demás, de hacer las cosas desde el amor y la plenitud, entregando nuestros talentos al Mundo por el bien común. Guiomar Ramírez-Montesinos Psicóloga, astróloga y terapeuta psíquico
4 Comentarios
Corazón
24/6/2020 20:38:47
Waoo me he quedado impactada, soy Capri de sol y luna, y mi mercurio también está ahí, mi ascendente es Tauro, pero he estado buscando esa dirección o esa afirmación que me diga por dónde es que debo ir y aquí me has ayudado bastante. Te lo agradezco.
Responder
Guiomar
24/6/2020 20:54:47
Hola Corazón! Yo también soy Sol, Luna y Mercurio en Capri, pero ascendente Escorpio :-)
Responder
Corazon Rocha
24/6/2020 21:48:08
Me asombra, leo y reeleo, pues si deseo avanzar, y nunca más sentir esto de soledad, yo sé ahora que sola realmente no podría, soy mamá soltera de hace meses y estoy tratando de equilibrarme a llevar la vida en solitario con mis bebés y todo lo que conlleva más otros compromisos de deudas que ya tenía en conjunto que por estar a mi nombre pues ahora debo responder, sinceramente no sé por dónde empezar, creo ya he empezado pero no sé exactamente cuánto tiempo tardaré, lo que si me gustaría es tener esa estabilidad emocional que me ayude a motivarme aún más. A pesar de que sé que tengo aún mucho que sanar.
Responder
Guiomar
3/7/2020 07:59:12
Hola Corazón. Yo dirán una afirmación tipo, “Universo, sé que me toca dar cada paso con consciencia, pero quiero disfrutar de las cosas sencillas del camino”. No creas que hay “trabajo” que hacer.... Solo que el camino está lleno de detalles, que te ayudarán a convertirte en una experta..
Responder
Tu comentario se publicará después de su aprobación.
Deja una respuesta. |
Mis librosCualquier reproducción parcial o completa de este artículo ha de incluir autoría
La AutoraCategorías
Todo
|