La Energía de Libra, el séptimo signo del zodiaco, nos habla del equilibrio dinámico entre opuestos, de la intersección del deseo y de la lógica que nos determina. Tan superficial como profunda, integrar esta energía es la clave para atravesar el programa de la matrix, el Techo del Ego, que veremos en Capricornio. Libra es el segundo signo de aire, y como tal es mental y relacional, aunque en este caso, la búsqueda de la información se hace para intentar formar una opinión lo más equilibrada posible. Sin embargo, si no hemos comprendido e integrado esta energía, terminaremos empachados de información e indecisos, incapaces de tomar una decisión. La casa VII es la de Libra, y es la que más nos habla de las proyecciones que hacemos sobre los demás. Los planetas que tenemos en esta casa tendemos a proyectarlos sobre el otro. Son los atributos que más cuesta admitir como propios. Con Libra aprendemos primero que el otro existe, por eso esta casa es la del matrimonio, los socios y los enemigos…, y la de cualquier relación de igualdad. Libra es social y sociable, necesita la gente, y es diplomático y justo. Desde su vibración más baja, nos habla de contactos muy superficiales. De tan justo que Libra quiere ser, puede llegar a paralizarse y no tomar ninguna decisión, no preguntar y no decir nada. Este extremo termina generando una tensión en las relaciones que obligan a lidiar con ella de forma abierta. Y es que, en definitiva, Libra, para realmente ser objetivo, tiene que saber qué piensan los demás, y eso solo se puede hacer preguntando y nunca presuponiendo. Libra se puede perder en el otro, y dejar de lado sus propios intereses. O todo lo contrario, no tener en cuenta realmente al otro, por no atreverse a enfrentar el momento discordante que supone preguntar. Aries es el signo opuesto, e indica cómo, si Libra se extravía, se encontrará de frente con la oposición del otro: alguien que se enfade y le ponga límites, si no es uno mismo que lo hace. Libra nos habla de la belleza, la estética, al armonía, interior y exterior. Libra es arte, música, moda, buen gusto, y es justicia estética por encima de la ética. No le importa bueno o malo, sino justo y equilibrado, aunque no sea lo más ético. Libra necesita armonía a su alrededor, y no soporta los ruidos, sobre todo cuando es pequeño. Las personas con mucha influencia de Libra en su carta son elegante, gráciles, diplomáticas y destacan por su sonrisa amable. Libra es el momento en el que nos hacemos verdaderamente conscientes de que el otro existe, está enfrente, es diferente, y tiene sus propios gustos y deseos, los cuales hemos de comprender para poder relacionarnos, compartiendo nuestros gustos y deseos. Es en la puesta en común de estos deseos cuando puede darse relaciones en coherencia cardíaca (lo que pienso, digo y hago está en coherencia). Es entonces cuando descubrimos que, en el fondo, todos deseamos lo mismo. Libra es la intersección del deseo. Libra también es, cuando, en un paso evolutivo más allá, nos damos cuenta de que el otro no existe, y de que nos pasamos la vida proyectando nuestra realidad interna y relacionándonos con ella. El otro es un espejo, es un mensajero de ti mismo. El otro es la mejor manera que tenemos de conocernos a nosotros mismos. Libra, de tanto que considera al otro, suele poner el poder fuera. Pero al hacerlo, se mantiene en el paradigma antiguo del patriarcado, de la organización social jerárquica. Cuando hace esto, se queda en lo más superficial de la expresión de esta energía. Pero Libra también nos permite comprender que la integración que nos lleva a Vivir desde el Ser (en coherencia) es posible al darnos cuenta del encuentro entre complementarios, de vernos en el reflejo del otro, de comprender como las polaridades son sólo dos caras de lo mismo.
Luna en Libra La Luna nos habla del Ego, de las emociones y de lo que nos ata al subconsciente. Desde la inconsciencia, estos nativos sostienen la dualidad en la apertura del espacio-tiempo: abren la experimentación de las polaridades complementarias. A esta Luna le da seguridad la belleza, la armonía, el equilibrio, pero hasta tal extremo, que no soporta experimentar las polaridades. Aunque precisamente al evitarlas, terminará viviéndolas intensamente. Para Luna en Libra, el impulso y la acción, el deseo emocional, son un peligro porque pueden llevar al vacío emocional. La espontaneidad tampoco es buena, porque es más seguro cumplir siempre con las formas esperadas. La sinceridad y la franqueza son un enorme riesgo. Nunca dice lo que piensa. Paradójica aunque lógicamente, estos temores le llevará precisamente a vivir el otro extremo, sino es que antes huye por la tensión que le genera su propia falta de franqueza. Y, por supuesto, al hacerlo, podrá experimentar los opuestos y encontrar luego un equilibrio más real. Luna en Libra tiene una madre tipo Sol en Libra, bella ella, siempre entreteniendo a la gente, como la Isabel Preysler con sus Ferreros. Y cuando entra en el salón una joven Luna en Libra, ha de sentarse a tocar el piano o mostrar a los demás su gracia, belleza o su talento para lo artístico. Así, aprende que a mamá se llega siempre a través de las sonrisas de los demás. Aunque, como toda Luna en Aire, la relación nunca sea directa, y el contacto tampoco. Esta Luna nace en un hogar en el que hay personas comprometidas socialmente, artistas o músicos. Se valora lo bello por encima de lo intelectual (porque eso son los valores sociales). Tarde o temprano, esta Luna vive una crisis que le puede permitir empezar a experimentar otros elementos de su carta, y salir del embeleso lunar-maternal. Cuando se rebela, puede convertirse en violenta y trasgresora, o puede proyectar esta crisis, y encontrares de bruces con alguien que sea así. Luna en Libra elude las confrontaciones sociales, y prefiere hacer como que no pasa nada cuando en realidad hay disonancias entre unos y otros. Inevitablemente, termina desarrollando, una y otra vez, conductas evasivas y antisociales. Todo por no enfrentarse a los demás, y por no enfrentarse a su propia sombra. Por otro lado, dependen demasiado de las respuestas de los demás, como si habitasen en la cabeza del otro, y dejasen su propio centro vacío. Luna en Libra posee un automatismo seductor. No es que lo sea de manera espontánea, sino que es su salida fácil. Cuando seduce elude tener que sentir, así como el compromiso. Pero si logra desidentificarse de este refugio, podrá desplegar sus talentos, su sensibilidad a la belleza y la estética, su diplomacia y su capacidad para intimar con la belleza de la vida, así como a facilitar que los demás tomen contacto con la belleza, interna y externa, en todas sus formas. Saturno y Nodo en Libra Como la Energía de Libra nos habla de las Proyecciones, es frecuente que el individuo con mucha influencia de este signo no llegue a vivir directamente las experiencias que le corresponden, independientemente de si se trata del Sol, la Luna, el ascendente, la casa en cuya cúspide se haya Libra o incluso Saturno. Libra proyecta, y no es raro encontrar a sus portadores viviendo a través de otros las experiencias que le corresponden. Con Saturno en Libra, en casa VII o en aspecto a Venus, el propósito del Ser pasa por aprender a relacionarse y comprometerse de verdad, de manera igualitaria con el otro. El individuo deberá pasar de relaciones basadas en la funcionalidad y la imagen, en donde cada uno se ajusta a un rol, o incluso cargar con el peso de una relación…, a encontrar el equilibrio justo entre el deseo propio y del otro, a conectarse desde el corazón, a relacionarse desde el Ser… Las personas con Nodo Norte en Libra o en casa VII tienen como memoria el haber sido un guerrero (Nodo Sur en Aries), acostumbrado seguir unas reglas que son iguales para todos y a imponer su voluntad. En esta vida les toca parar y atender primero a los demás, y dejar atrás una suerte de egocentrismo ingenuo para abrirse a la colaboración, al compartir y al compromiso. Nada de hacer las cosas como le da la gana. Como portadores de más energía que ningún otro nodo, les toca apoyar a los demás para que conecten con lo mejor de ellos, y no esperar nada a cambio. Sólo cuando logren de verdad dejar en segundo plano sus necesidades en favor de los demás, es decir, aprender a no tomarse las cosas de manera personal y centrarse en dar de sí, podrán empezar a fluir y ser felices. Y sólo entonces, cuando ya no se lo esperen, los demás le apoyarán. Ascendente Libra Como explica el astrólogo argentino Eugenio Carutti, el camino de destino de este ascendente para integrar su energía es aprender que nada existe de manera aislada, que todo depende de su complementario, y descubrir los misterios más profundos de las relaciones, comprender la codependencia de todo lo que existe y la ley del equilibrio como trasfondo de la realidad. Así, en un primer nivel, estas personas atraerán a su vida individuos, que le provocan tanto fascinación como rechazo, portadores de cualidades relativas a la Energía de Libra, como aquellos comprometidos con la sociedad, como políticos o activistas, diplomáticos, artistas, gente de alta sociedad y personas cordiales y amables. Poco a poco, a lo largo de su vida, deberán ir integrando las cualidades que observan en estas personas, como saber apreciar las necesidades de los demás, conocer las formas sociales y comportarse con elegancia, y aprender a manifestar la belleza interior de alguna manera artística. Muy a su pesar, tendrá que aprender que el deseo siempre deberá estar articulado con el otro. No le valdrá querer hacer las cosas a su manera o seguir sus impulsos, sino que deberá hacerse consciente, sí o sí, de que el otro es importante y tiene también sus necesidades. Y no lo quedará otra que siempre tener que llegar a acuerdos bilaterales. Aunque pueda parecerlo, esto no es dependencia, sino comprensión profunda de la dinámica de las relaciones, que es la Energía que le es propia. Y eso a pesar de que en un principio no la reconozca porque parte de una matriz de Tierra, que prefiere que las cosas sean de otra manera. La matriz de Tierra, con Virgo en casa XII, nos indica que la memoria de este ascendente es que cada uno posee su función y su lugar, y todos deberían saberlo. Pero Libra exige que este lugar, esta función, sea descubierta cada vez a través de la interacción, y reconocer de paso el carácter dinámico de los intercambios. Es decir, a pesar de que Virgo prefiere que cada uno sepa cuál es el reparto de tareas, incorporar la energía de este ascendente llevará siempre a frustraciones si las cosas se presuponen. El diálogo y el esfuerzo continuo por alcanzar nuevos acuerdos es imprescindible. ¿Y qué pasa si no se aprende a valorar el intercambio? Tauro en la cúspide de la VIII, en la matriz arquetípica, nos muestra que por defecto el individuo prefiere apegarse a las cosas, acumular en lo material y satisfacer sus propias necesidades. En otras palabras, hacer y tener lo que le da la gana. Pero si se aferra este ascendente a esta manera inmadura de hacer las cosas, la vida le pondrá por delante fuertes confrontaciones, conflictos con las relaciones, y más de una vez, juicios e instancias legales, para “obligarle” a comprender que sí o sí, ha de aprender a abrirse al otro y llegar siempre a un acuerdo. Ha de aprender a no avasallar y no dejarse avasallar por el otro. Ascendente Libra empieza cerrado y ha de aprender a abrirse. Tiene Capricornio en la IV, lo que indica una inercia de autosostenerse y de independencia. Se creen que no necesitan a nadie, pero han llegado a esta conclusión por heridas de la infancia que le han hecho replegarse sobre sí mismo, y terminan negándose a cualquier compromiso. En lo positivo, Capricornio da la posibilidad para madurar el sistema emocional y crear lazos en los que prime el respeto y la independencia, sin eludir la responsabilidad y el compromiso. Con Aries en la casa VII, Libra tiene la capacidad para abrir al otro a su deseo más profundo, generando situaciones de ganar-ganar. Esto de paso nos da la pista de cómo interpretar la casa en cuya cúspide tenemos el signo de Libra. Éste es el ámbito en el que tenemos la capacidad para abrir al otro a su deseo más profundo, el anhelo del Ser. Es donde podemos conectar en coherencia cardíaca con los otros y así generar nuevas realidades. Pero antes, cómo no, debes de trascender la inercia de los signos de Tierra, que prefieren lo fijo y quedarse cerrados y aislados, y comprender que la clave está en el signo siguiente, Escorpio, donde nos abrimos a la transformación en las relaciones. Un Universo de Deseo Libra ha de aprenderlo todo sobe la naturaleza del deseo, y la seducción es uno de los medios principales para hacerlo. Inevitablemente, quedará cautivado en juegos de seducción. “Libra incita, provoca, seduce, fascina, responde, se entrega, se abre y abre al otro para descubrir la verdadera intersección del deseo; el espacio común donde no prima ninguno de los dos integrantes del encuentro”, explica Carutti. Y es que el encuentro crea el vacío necesario que permite iniciar un nuevo proceso o proyecto. Descubrir al otro, aprender a conocer sus deseos más íntimos y que los propios no están separados de estos, descubrir la necesidad de cooperar es importantísimo. Y ascendente Libra ha de hacerlo sin manipular, sin imponerse y sin huir del compromiso con el otro. La Energía de Libra nos revela la dinámica de nuestro Universo dual. Es el momento en el que la información se despliega sobre el telón del espacio-tiempo que se abre para crear nuestra realidad dual y la experiencia de las polaridades. Estamos condicionados por un “programa”, definido por el cuarto marcador de Hammer, el de la sustitución del faltante. Es el que nos habla del vacío que sentimos por “estar incompletos”, y cómo esta sensación impulsa la experiencia a través de las polaridades. Nuestro motor es el deseo, nuestra experiencia es complementaria, nuestro aprendizaje es la relación con el opuesto, con el otro, con nuestra sombra, con nuestra proyección. Nuestra misión es la integración de las polaridades, de los fragmentos de nosotros desdoblados en fractales sobe el espacio-tiempo. De esta manera aportamos nueva información experimentada e integrada a la conciencia, colectiva e individual, o lo que es lo mismo, informamos al Origen. Y así es cómo nos alineamos con nuestro Ser, cómo aprendemos a Vivir desde el Ser en vínculo abierto con el otro, en Relaciones desde el Ser. Guiomar Ramírez-Montesinos Psicóloga, astróloga y terapeuta psíquico
3 Comentarios
Silvi
23/9/2019 20:44:25
Excelente resumen y explicación! Gracias 🙏
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Early
3/8/2020 02:11:30
Hola Guiomar, esto que dices sobre de que el otro no existe es muy intrigante. El otro es un espejo, es un mensajero de ti mismo. El otro es la mejor manera que tenemos de conocernos a nosotros mismos.
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Guiomar
3/8/2020 08:13:55
Hola Early. En mi web, en herramientas, hablo de Proyecciones, y en mi próximo libro (Vuelve a ti) que esta a punto de salir desarrollo algo de esto cuando hablo de Memorias Celulares. También puedes ver el vídeo que tengo en esta sección de mi web.
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