Sagitario, se asocia tradicionalmente con la religión, la filosofía, los estudios superiores y los viajes largos, pero el noveno signo del zodíaco, desde un punto de vista energético, nos lleva más allá de lo tangible, a conectar con nuestro Ser. Sagitario es la transición entre Escorpio y Capricornio, desde nuestro nivel de conciencia, los dos signos más duros y difíciles. Escorpio es intercambio profundo y transformación, pero el Ego inmaduro tiene miedo de cambiar y se resiste, estancándose en dinámicas de control, “chupando energía” a los demás. Capricornio, para un Ego que aún no sabe dar, es el Techo del Ego, la autoridad, los límites, las reglas. Con este sándwich tan castrante, a lo máximo que podía aspirar Sagitario es a ser el cura, el cardenal, que se supone tiene conexión directa con lo divino, a diferencia del hombre vulgar.
Pero en esencia, la Energía de estos tres signos no tiene tanto que ver con Juego de Tronos, sino con nuestro camino espiritual, nuestro desarrollo personal. Escorpio es en su versión más sublimada nos habla de soltar y aceptar que la energía fluya generosamente a través del vehículo que es el propio cuerpo. Capricornio nos enseña que, para atravesar el Techo del Ego y dar un salto de conciencia, debemos empoderarnos, soltar la culpa y esencializarnos. Sagitario, que está en medio, nos revela un proceso necesario en nuestro desarrollo personal, pero bastante poco conocido. Me alineo con mi mejor futuro posible Mucho se habla de que podemos crear nuestra propia realidad, si realmente lo deseamos, si realmente vibramos con ello. Lo que no nos cuentan es que ese sentir no depende nuestra voluntad. Intenta visualizarte con una cabaña de ensueño en los Alpes, con un maletín lleno de dinero o con un Porche Cayenne. Seguramente, no te sea tan fácil alinearte en presencia con el sentir de ya poseer esos bienes, aunque sí que te puede producir emociones... Y aunque sea algo que, a priori, te puede causar mucha ilusión, en el fondo, tendrás una sensación de “que no”, y eso te provocará miedo y pensamientos de que no lo estás haciendo bien del todo. El símbolo de Sagitario es un centauro que porta un arco y dispara una flecha en línea recta hacia el futuro. La Energía de este signo nos enseña que, para crear tu mejor futuro posible, primero has de alinearte con tu Ser, en presencia. Sólo así es como puedes conectar contigo mismo y con la Vida. Y, desde este estado de coherencia, puedes conectar con la visión de tu futuro, con la visión de tu Verdad. No es que con tu voluntad, desde tu Ego (inmaduro), proyectas una realidad futura, sino que en presencia, tu futuro llega a ti. Y una vez que lo ves, es más difícil mentirte, y puedes dirigirte hacia él con mayor fluidez. La fuerza motriz no es la voluntad del Ego, sino la comprensión del Ser, que sabe a qué ha venido. Atravesar el Techo del Ego es un proceso largo y costoso, jalonado de obstáculos y pruebas, pero es gracias a la Energía de Sagitario que encontramos la fe para tirar hacia adelante. No desarrollamos nuestra conciencia de manera lineal, como si de unos estudios se tratase. En el sistema educativo, cuando pasas a tercero, ya no vuelves a segundo, pero en el camino hacia el desarrollo de la conciencia, sí que vas aparentemente hacia atrás incluso muchos cursos, porque siempre nos dejamos algo, siempre quedan Miedos por ver y talentos por integrar. Sagitario es entonces ese momento de aparente perfección, en el que te alineas con la mejor versión de ti mismo y te sientes pleno. Entonces, vibras en coherencia y ves con claridad cuál es el sentido de tu vida. Al cabo de un rato, desde segundos hasta meses, el hechizo se rompe y vuelves a la cruda realidad, llena de frustraciones, pero algo en ti ha cambiado: tienes una visión que reconoces íntimamente como propia. Eso es Sagitario. Meditar, viajar solo y sin rumbo, la conexión con la Naturaleza, son algunos de los momentos en los que nos ponemos en contacto con la Energía de Sagitario. En esos momentos (idealmente) estamos presentes y con la mente abierta, con aceptación y sin querer controlar lo que sucede. En esos momentos uno es auténtico, Vive desde el Ser, y ha soltado la máscara. En esos momentos tu futuro, aquel que anhela tu alma, se hace presente y sientes el deseo que tira de ti hacia él. El viaje de nuestra madurez como Humanos es largo, pero comprender su dinámica es fundamental para hacerlo más llevadero y no resistirnos a él. Primero somos como bebés, dentro del huevo simbolizado por el signo de Cáncer. No queremos cambiar, pero al final nos cocinamos tanto en nuestra propia salsa, que del agobio terminamos rompiendo y cambiando. El siguiente paso lo representa Leo, que es cuando el adolescente sale al mundo pero, si le puede la necesidad de reconocimiento, vuelve a caer en el horno canceriano. En Virgo aprendemos a ser útil y de servicio para los demás, pero si en lugar de ello, nos emperramos en que las cosas sean cómo nosotros queremos, terminamos por obsesionarnos o enfermarnos… Y entonces, vuelta para atrás, caemos una vez más en el horno canceriano, donde nuestro Ego se cocina un poco más (necesita estar bien maduro para poder dar sus talentos). En Libra aprendemos relacionarnos con los demás. El otro es igual de importante que tú. Pero sostener relaciones de igual a igual nos cuesta mucho, y terminamos frustrados, dándole vueltas a la cabeza (Virgo), buscando reconocimiento (Leo), para terminar cocinándonos un poco más (Cáncer). El siguiente paso nos lo muestra Escorpio, quien nos enseña a dar generosamente, pero si no lo hacemos totalmente alineados con nuestro corazón, con el Ser, caemos en dinámicas de control… Como un culebrón venezolano, nos volvemos posesivos, poco justos y obsesivos, pretendiendo que la vida nos de lo que creemos que nos pertenece… Y vuelta al horno a cocinarnos un poco más. Cuando por fin llegamos a Sagitario, podemos alcanzar una visión de lo que hay al otro lado del Techo del Ego (Capricornio), más allá de la ilusión de la Matrix. Pero sólo cuando hayamos pateado bien el camino entre Cáncer y Sagitario, una y otra vez, de ida y de vuelta, alcanzaremos a ver lo suficiente de nuestra mejor versión de futuro, como para no dudar ya más, interiorizar la autoridad, desechar la culpa y dar el salto de conciencia. Manejando y manipulando la energía Sagitario es como el río que fluye libre hacia el mar. Es dúctil, maleable, y tan activo como receptivo. Sabe que tarde o temprano llegará al mar. Acoge la vida y la muerte sin distinción. Todo es vida. Ya no hay control. Sagitario nos habla de que la energía no se puede controlar ni manipular, sólo manejar. El mago que, por miedo a que el rey le mate, empieza a querer controlar su magia y sus visiones, se desconecta de su don. Por eso necesita la inocencia del aprendiz, quien ofrece generosamente y con amor la energía que maneja. El mentalista no es un mago, sino alguien que sabe manipular a las personas, quienes le entregan por admiración toda su atención, y por tanto, toda su energía. Los medios de comunicación no tienen el poder, sólo saben manipular la información, y son las personas llanas las que manejan el poder, que entregan por credulidad e inocencia, y crean la realidad que previamente se ha informado. Cuando atravesamos el Techo del Ego, nos convertimos en nuestros propios magos al empoderarnos, y desde el amor, manejamos nuestra energía, para dar lo mejor de nosotros al mundo, y cocrear una nueva realidad junto a otros con quienes resonamos en coherencia. Luna y Ascendente en Sagitario Luna en Sagitario es ciertamente maravillosa, con mucha libertad para correr libremente y hacer lo que uno quiere, pero a la vez, siempre protegido a la distancia. Tiene padres que no le controlan y para ella el mundo es su campo de juego. Posee una fe innata en la bondad de la Vida, pero si no es consciente del refugio que este mecanismo supone para ella, se resiste a ver la realidad tal como es. Mirarse y admitir errores no es fácil para ella y puede que esquiven realizar el trabajo personal esencial de observar los miedos. Incluso situaciones graves, puede verlas de una manera muy a la ligera, y esto no siempre es bueno. Desde la cuna, a su alrededor hay personas alegres y joviales, o viajeros y aventureros, o puede que provenga de un hogar muy religioso, o que los padres sean maestros. Desarrolla un sentido de seguridad relacionado con el mundo amplio. Se siente más seguros viajando que llevando una vida cotidiana. La realidad es bondadosa para ella, pero cuando se hace mayor, descubre que no todo es color de rosa, y este choque le puede llevar a refugiarse en su mundo mental, en las drogas, el deporte o incluso en una espiritualidad luminosa y technicolor. Un Sagitario maduro ha integrado bien el dolor de Escorpio y ya no se escapa en la mente, ni se repliega en la depresión, sino que está en contacto con la complejidad de la Vida. Entonces despliega sus talentos para la enseñanza, y para inspirar a los demás. Ascendente en Sagitario tiene por tarea terminar de integrar a Escorpio para dejar de querer controlar los resultados. Su labor es, según Eugenio Carutti, “unir las dimensiones de la conciencia inmersas en la experiencia cotidiana”. Encontrará a un maestro o gurú que le guiará por el camino. Su vida estará jalonada por hechos aparentemente inconexos, pero que en realidad no son más que una secuencia de acontecimientos que llevan al mismo fin. Se perderá en la ilusión, idealizando a aquel que sigue, sólo para terminar desilusionándose. Tiende hacia la abundancia, pero dejando de lado lo más oscuro, lo que hará que, tarde o temprano, el destino le traiga lo que antes excluyó. Su deber es desentrañar el proceso de la idealización. No es raro que a lo largo de su vida su abundancia aumente. Son vidas en expansión. Pero lo habitual es que en alguna faceta se encontrará con la pérdida. Por ejemplo, una enfermedad le puede llevar a un despertar espiritual. O ganar la lotería, hará que se desconecte de su Ser. Al igual que la Luna, este nativo se encontrará con viajeros, religiosos, maestros o guías. Su vida es un viaje y ha de aprender a entregarse a la aventura del espíritu. Anhela viajar, aunque no lo reconozca, y puede que se encuentre involuntariamente relacionado con el extranjero, porque un familiar se va a vivir a otro país, porque le sale un trabajo fuera, o porque tiene una relación sentimental con un extranjero. Con matriz en agua, sentirá alejarse de los suyos, pero con Cáncer en la VIII eso es precisamente lo que ha de hacer. Necesita salir del pequeño mundo y dejar de refugiarse en relaciones simbióticas. Viajará y volverá, y le desgarrará estar lejos de los suyos, pero al final su corazón se dilatará tanto como para abarcar a todo el mundo. Con Escorpio en la XII, este ascendente ha de bajar hasta los abismos de la condición humana y conocer profundamente la naturaleza del dolor, aceptando los límites, aunque sin dejar de confiar en la abundancia de la vida. Piscis en la IV le da una profunda sensibilidad que le permite entregarse confiadamente a lo que necesita vivir, pero ha de aprender a no perderse en los mundos de Yupi. La Energía de Sagitario es la de aquellos que toman decisiones y abren caminos que luego serán transitados por otros, incluso mucho más allá de la muerte. Cuando llega a la plenitud, no se siente ya dueño de sus ideas, sino que amplía su corazón, integrando las diferencias externas e internas. Sagitario es un seguidor, primero de un maestro o unas ideas, pero luego de la corriente vital que se abre para él, hacia la cual traerá y convocará a otros. Guiomar Ramírez-Montesinos Psicóloga, astróloga y terapeuta psíquico
3 Comentarios
Nelly Sulbarán
2/11/2017 22:05:38
¡Excelente! La exposición de la evolución de la Conciencia de los Nativos de ♐ Efectivamente, después de una Transformación sufrida en Escorpio ♏, es necesario desarrollar un NUEVA VISION, para dar el Salto Cuántico en Capricornio ♑.
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Daniel
23/8/2020 22:50:47
Hola! ¿Sirve para Nodo Norte en Sagitario también?
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Guiomar
24/8/2020 08:51:48
Hola Daniel! Sí, también sirve un poco para el Nodo Norte?
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