La clave para Vivir desde el Ser es la integración de todo lo que eres, y esto se hace desde el amor, o la energía femenina de unión. No podemos estar centrados, presentes, si nos vemos separados, no sólo unos con otros (que también, ya que todo lo que vemos es un reflejo de una parte de nuestra psique), sino en nosotros mismos. No podemos desarrollarnos sino integramos todos los trocitos de nosotros que esparcimos por el mundo a través de nuestras proyecciones. No podemos conectar con el Ser si rechazamos algo nuestro, y eso incluye los síntomas y enfermedades. La Nueva Medicina Germánica de Hamer y la Biodescodificación nos enseñan que detrás de cada síntoma o enfermedad hay un bloqueo emocional, que puede estar ligado o no al transgeneracional. Sin embargo, al igual que sucede con cualquier técnica que indaga en el pasado, al enfocarnos en el problema, se corre el riesgo de rechazarlo, porque lo contemplamos como un defecto, porque duele o molesta, porque nos esforzamos por encontrarle un sentido. Pero así, lo único que conseguimos es aumentarlo, al percibirlo como algo que "tenemos enfrente". Así que la cuestión es, ¿cómo "engañar" a la mente para poder ver algo que duele con amor, con aceptación y sin rechazo? Y la respuesta me llegó hace poco mientras me desperezaba, tumbada sobre el sofá una mañana. Yo es que medito así porque me da pereza ponerme en una postura más ortodoxa. No es tontería. En estos estados de duermevela, cuando echas la siesta o estás a punto de dormir, la conexión con el subconsciente y con la consciencia colectiva está mucho más abierta. Es interesante enfocar tu atención a través de una pregunta abierta y permitir, en ese estado, que te lleguen respuestas, imágenes o incluso voces. Pruébalo. Volviendo a lo que estaba comentando. Resulta que entonces comprendí que la clave para integrar la enfermedad o las dolencias estaba en abordarlas de la misma manera que con los Miedos del Ego o con las Proyecciones: encontrando el talento. Entonces comprendí que el síntoma también puede ser contemplado como el Ser que puja por salir, por mostrarse, mientras que el Ego, aún sin la madurez suficiente para estar a gusto dando desde lo mejor de sí, sigue en "modo dame", sigue esperando alguien que le ayude, que le rescate, que le apoye, que le dé.... Esta presión densifica la energía y baja la vibración, cristalizándose en un síntoma!!!
Así pues, desde este punto de vista, la enfermedad no es más que la cristalización de información-energía, que en realidad es neutra, pero que al enfocarnos en ella decidimos (inconscientemente) experimentarla desde el Ego inmaduro que dice, "dame". Y entonces, el Universo nos da. En otras palabras, si pongo el foco sobre algo, termino cristalizando una realidad. El "modo dame" concentra el foco, y por tanto la energía.
La enfermedad vista así expresa un conflicto subconsciente, que está en nuestras memorias celulares. Pero estas memorias esconden también nuestros talentos. Al fin y al cabo, la sombra no es mala, sino aquella parte de una totalidad que somos y que no hemos sabido integrar, pero cuando logramos hacerlo, nos empoderamos y hacemos dueños de nuestros talentos. Sin embargo, la enfermedad, el síntoma o el dolor, visto desde el Ser, es la necesidad de expresar un talento y darlo al mundo. Desde este punto de vista, me enfermo, no porque me equivoco de camino o porque he corrido un tupido velo sobre mis traumas, sino más bien porque mi esencia ha decidido que es hora de hacer algo nuevo, que ha llegado el momento de Ser quien verdaderamente eres, de dar lo mejor de ti al mundo. Una curiosidad, un reflejo histórico de esto es el Renacimiento, que surge justo después de la Edad Media y todas sus enfermedades. Si bien es cierto que, para alguien que no haya hecho trabajo personal, el primer paso es hacerse consciente de los bloqueos, traumas y conflictos, para todos los que llevamos un cierto camino ya andado, y que ya hemos visto nuestras sombras y sacado sapos y culebras por la boca reviviendo las injusticias que hemos vivido, puede ser interesante empezar a contemplar la enfermedad como un talento. Encontrando el talento Para encontrar el talento detrás de una enfermedad, síntoma o dolor, utilizo dos vías. La primera es consultar en un diccionario de biodescodificación el significado del síntoma y, al igual que hago cuando veo mis sombras a través de las Proyecciones, le doy la vuelta y lo traduzco en talento. Así, un problema de piel, que en bio indica necesidad de protección, desde el talento es la capacidad para proteger. Un dolor muscular, que delata un conflicto de impotencia, me habla de mi habilidad para empoderar. Problemas en tendones, que denotan desvalorización en el presente por un movimiento, me indican la capacidad para dar valor a través de la acción. Una diabetes, casa dividida por dos, me habla del talento de unir energética y emocionalmente a las personas. Un colon irritable, "quiero recuperar el amor de mamá" y “sumisión bajo un dominante” en contexto de “guarrada” y de “familia”, me habla de mi capacidad para dar amor a todo el mundo de manera incondicional, aunque sean diferentes. Un problema de la columna, que nos indica una profunda desvalorización y desconexión con “Dios”, nos remite al talento para poner valor a lo más profundo y conectar con el Ser (¡y eso es justo lo que hago a través de mi proyecto de Vivir desde el Ser!). La segunda vía es observarlo en tu cuerpo. Busca un momento y lugar tranquilo, cierra los ojos y conecta con tu respiración para centrarte en ti. Observa tu dolor o síntoma sin juzgarlo y pregúntale: ¿de dónde vienes?, ¿de quién eres?, ¿qué me quieres contar? Te vendrán imágenes o incluso palabras o frases que te darán información sobre su origen. Luego, de la misma manera que en el anterior ejemplo, hay que darle la vuelta y buscar el talento. Pero, antes de poder dar a los demás, hemos de primero darnos a nosotros mismos. Así, con los ejemplos anteriores, primero he de empoderarme, valorarme, integrarme, amarme, aun siendo diferente, y confiar en el Universo, etc. Cuando tomas consciencia del talento, es posible que notes cierta mejora o relajación del síntoma. Pero como el Ser lo que quieres es expresarlo para el bien común, también es necesario emprender la acción correspondiente. El siguiente paso será entonces enfocar tu intención hacia la acción. A mí me gusta decirme, “Universo, ahora soy consciente de mi talento para ……. y de la necesidad de ponerlo en marcha, por favor, ayúdame a hacerlo…, y que sea lo más fácil y suave posible”. Te invito a que observes tus dolores, síntomas y enfermedades, y realices este ejercicio para descubrir tus talentos. Cualquier duda, me puedes preguntar, por si te puedo ayudar, aunque hay mucho aún por investigar en esta propuesta. También puedes hacer un repaso a tu historial de enfermedades y molestias. Es muy frecuente que, tras una enfermedad, sin saberlo, hemos realizado un cambio en nuestra vida que se alinea con el talento que el síntoma pretendía expresar. Guiomar Ramírez-Montesinos Psicóloga, astróloga y terapeuta psíquico
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