La Vida sólo quiere que tú seas más tú pero, desde la necesidad de pertenencia del Patriarcado, hemos aprendido a identificarnos con sólo una parte de lo que somos, a veces muy pequeña… ¿Eres o perteneces? La pertenencia, encajar, no sentirte rechazado o abandonado, formar parte de un grupo para sentirte protegido…, necesariamente genera un montón de emociones que no pueden ser expresadas, porque no hay lugar para ellas… Para esta Lilith, que está en el signo de Cáncer hasta enero del 2023, no hay emoción que quede oculta: ella abre la Caja de Pandora de las emociones enterradas de siglos o años atrás, tanto en tu vida, como en la vida de tus padres y tus ancestros… Y esto es lo que estamos viviendo estos meses, ayudados por el Nodo Sur en Escorpio, al que también le gusta sacar los bajos fondos de las Memorias Celulares (aquellos traumas no resueltos del pasado ancestral). No expresar una emoción es una incoherencia para esta Lilith, que se sentirá excluida cuando alguien niegue emociones, aunque estos no sean conscientes de ellos. Es como un radar de lo oculto… De hecho, si tienes esta Lilith (en Cáncer, casa IV o aspectando la Luna), te invito a observar aquellos momentos en los que te sientes rechazado…. En realidad no te están rechazando, sino que tú estás percibiendo que hay emociones enterradas que no se quieren o no se saben expresar. Por eso ahora, y en especial cuando el Sol está pasando por los signos de Géminis, Cáncer y Leo, signos relacionados con la infancia, el hogar y la juventud, están aflorando emociones que creíamos a veces superadas u olvidadas. No es malo que ese dolor aparezca. No es malo sentir emociones incómodas. Al contrario, necesitan salir y para eso has de sentirlas… ¡Sólo así tú puedes ser más tú! Así que te invito a observar en qué momentos sientes que te estás atascando, que se repite una situación en tus vínculos con los demás que es incómoda o desagradable, que te provoca sentimientos de Abandono, Rechazo o Descontrol (los Miedos del Ego: tienes más información en mi web, en herramientas) … Para y reflexiona, siente, cuántas veces en tu vida te has sentido así… Seguramente la respuesta sea “¡muchas!”… Entonces, ve atrás en el tiempo y conecta con el primer recuerdo que tienes de esa sensación… ¿Cuántos años tenías? ¿Qué estaba pasando?... Y sobre todo conecta con tu niño interior y siente qué es lo que necesitaba de tus padres en aquel momento… Permítete pedirlo (este ejercicio se hace en tu imaginación, no con tus padres)… Escríbelo. Nos quedamos enganchados en emociones infantiles durante años, repitiendo una y otra vez el mismo patrón, y por eso nos pasa siempre lo mismos. ¡¡Cada vez que surge una emoción que creías tener ya superada, es la Vida que te está dando la oportunidad de liberarla para que tú seas más tú!!! ¡Da las gracias! Guiomar Ramírez-Montesinos Psicoastrocoach
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