En anteriores posts hablé de la culpa y la gratitud, y hoy os quiero ofrecer mi visión del perdón. Estos tres conceptos van muy de la mano como ya muchos sabéis, especialmente los que conocéis Un Curso de Milagros o el Ho'oponopono. El perdón libera, pero no siempre al Ser del Ego... El perdón, si no se comprende en profundidad, puede ser sólo una ilusión del Ego que termina generando aún más culpa. Ya hablé en un anterior post de que la culpa refleja y mantiene nuestra separación, y es importante soltarla para poder empezar a realizar un trabajo introspectivo. En cierta manera se puede decir que la culpa es miedo porque separa, mientras que el perdón es amor porque integra. Sin embargo, no es amor el “yo te perdono” (ego te absolvo), una postura desde donde ves al otro como separado de ti, y te postulas, aunque sea inconscientemente como quien puede otorgar ese don divino. Eso no es amor porque no te reconoces en el otro, sino que te distingues, percibes la separación entre tú y el otro.
No se trata de “perdonar a mi madre” porque no supo cuidarme debido a que a ella le trataron mal sus padres. Si la perdono desde esa posición, estoy presuponiendo que ella está fallida y que además no es capaz de ver su error. Esta visión además de separar, resta dignidad al otro. Tampoco es “yo me perdono a mí mismo” por haber hecho ese juicio, sin realmente haber comprendido que todo lo que ves en el otro es tuyo. No existe el otro. No te relacionas con nadie más que contigo mismo. Por eso, perdonar desde este punto de vista implica siempre una separación: “tú me hiciste”, “yo te hice”. Cuando en realidad es "yo tengo la ilusión de creer que hay otro y de que entre nosotros no hay amor". Quizá la palabra "redención" se acerca un poco más, ya que implica la liberación de la culpa y el dolor. Pero sigue siendo un término con connotaciones subjetivas, y por tanto personales y que implican separación. ¿Quién redime a quién? Si acaso la redención entendida como efecto de una comprensión más amplia de la situación se acerca más al verdadero perdón. Dicho esto, creo que hay que tener cuidado con la terminología religiosa, sencillamente porque son palabras que han sido utilizadas tantas veces a lo largo de los siglos que poseen ya una inercia energética difícil de vencer. Para mí, el verdadero perdón es aquel que trae auténtica paz a tu corazón, y es fruto de una comprensión amplia de lo sucedido que te permite ver, sin ápice de duda, que la vida no es una ofensa personal, que tú eres el creador de tu realidad, y que todo lo que te ha sucedido es lo que tenía que pasarte para que fueras quien eres, o mejor dicho, para que puedas recordar quién eres. Por lo tanto, para mí el perdón implica ampliar tu visión hasta ver que gracias a que tu madre te cuidó como te cuidó, o a qué tu jefe te trató cómo te trató, o a que tu ex te hizo lo que te hizo, tú te has convertido en quién eres. Gracias al espejo que el otro hace de ti, tú te puedes ir reconociendo. Y es en la libración de la culpa (soltar el miedo) y en la comprensión del perdón (integrar quién eres, integrar el amor) donde verdaderamente se encuentra la paz. El verdadero perdón es darse cuenta, es conciencia, es comprender profundamente que no hay nada que perdonar porque la separación no es más que una ilusión para tener experiencias. Guiomar Ramírez-Montesinos Psicóloga y astróloga
4 Comentarios
Guiomar Ramírez-Montesinos
19/12/2015 22:14:12
hola Vanessa, bueno, esa es la idea del libro que estoy escribiendo. Enseñar a ver la vida así. La técnica principal es la de las proyecciones
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Ruth
18/12/2015 01:05:24
Muy bueno. Gracias, gracias y gracias, es muy potable, cuanto mas lo leo mas me enriquece.
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debora lauberfeld
26/12/2020 01:04:34
Hermoso Guiomar!!!
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