Mi canción favorita de adolescente era “Every breath you take” de The Police. Una canción de amor en la que Sting decía que "en cada respiración, en cada paso, te estaré mirando [....] Es que no ves que me perteneces". Me parecía de lo más romántico. No fue hasta el año pasado que leí en algún lado una visión diferente de esta canción: más que amor, retrata a un acosador!! Every breath you take refleja perfectamente un enganche plutoniano, y a mí, con mi Ascendente y Neptuno en Escorpio, además de Plutón-Luna, no me extraña que me pareciese de lo más romántico. Las relaciones plutonianas (o del eje Escorpio-Tauro) tienen este componente de enganche, obsesión y posesión, que se suele confundir con pasión e incluso con amor, como muestran los culebrones y muchas películas de "amor". Mi idea en este artículo es desgranar aquello que llamamos amor, que no es más que un apego del Ego, para que podamos comprender, y así conectar cada vez más con el amor Universal y soltar el kármico. Y de lo que voy a hablar no es exclusivo del eje Escorpio-Tauro o de los plutonianos, sino que es a través de los que tenemos esta energía en nuestra carta cómo se pone en evidencia, y somos nosotros (también Plutón-Venus, Plutón-Marte y Plutón-Sol, así como aquellos con mucha energía de agua y tierra) quienes podemos arrojar luz y ayudar a los demás a sanar este tipo de relaciones, ya sea a través del ejemplo (positivo o negativo), o activamente ayudando a otros con lo aprendido a través de nuestra propia experiencia. Este tipo de dinámicas nos atañe a todos. Incluso el más acuariano-ariano libertario individualista no se libra del enganche de estas relaciones, que son la norma en nuestra sociedad. Tanta obsesión por no depender de nadie, ¿de dónde crees que sale? Si no es del tremendo miedo al apego y a la dependencia. Y esto a su vez, del miedo a ser abandonado. Y es que, como dice Eugenio Carutti en su precioso libro Inteligencia Planetaria, estamos empezando recién ahora a vincularnos de verdad, sin Ego inmaduro y demandante que busca apegos. Mientras tanto, nuestras relaciones se basan todas en el apego, en el control, en la posesión, en ver al otro como un objeto que ha de cumplir con las expectativas propias. En el vínculo desde el Ego maduro que se abre y no teme perder, ni morir, nos transformamos, nos convertimos en algo diferente, porque mi información y tu información convergen y se nutren mutuamente. En el vínculo me acerco más a quién soy yo, porque sobre ti proyecto parte de mis polaridades e interactúo con ellas con el fin de integrarlas. En el vínculo se desmoronan mis creencias previas al ponerse en evidencia cuáles son y de qué manera yo “creo” que tú me tienes que dar tal o cual cosa para yo sentirme bien. En el vínculo veo de qué manera no fui bien cuidada y nutrida de bebé, y cómo esas necesidades básicas insatisfechas han conformado la base de todas mis interacciones, y claro, de todos mis traumas y dramas. Si mamá no me cuidó y nutrió bien siendo yo bebé, de mayor no sólo no sabré cuidarme y nutrirme a mí misma, sino que nunca me sentiré satisfecha en el amor. Es decir, no habrá quién me ame lo suficiente para que yo me sienta querida.
Como explico en mi web, en la sección Conectando con el Cuerpo, todos sin excepción hemos sufrido alguna deficiencia en nuestras necesidades básicas. Esto es así porque mamá, o quien nos crió, no pudo estar 100% presente con nosotros, porque no estaba 100% presente en ella. ¿Por qué? Pues porque a su vez ella no fue atendida al 100% en sus necesidades. ¿Y a qué se debe esta falta de atención? Al Ego inmaduro, a los Miedos del Ego, al trauma propio y transgeneracional. Mientras quede un resquicio de trauma en nuestras células, no podemos estar 100% presentes en nuestro cuerpo. Y esto se transmitirá de generación en generación hasta que se vayan limpiando y disolviendo las Memorias Celulares. Disolver es un concepto pisciano, -al igual que estar presente es lo que nos enseña la Energía de Virgo-. Y esta polaridad nos muestra que para conectar con nosotros mismos, para estar presentes, para estar en coherencia, para conectar y vivir desde el corazón, y por tanto desde el amor (el de verdad, el que brota de uno como canalización de la expresión del Universo), hemos de limpiar y soltar viejos patrones y emociones, hemos de practicar disciplinas para llevar un estilo de vida más alineado y saludable, o podemos comprender (Sagitario) qué es realmente el amor y empezar a crear nuestra realidad (Géminis). Es decir, podemos trabajar sobre el “pasado” o sobre el “futuro”..., aunque lo ideal es sobre ambos a la vez ;-) Amor como enganche kármico Observa, siente en ti a qué llamas amor. Recuerda alguna vez que te hayas enamorado. ¿Sentiste un chute de energía, atracción, como un magnetismo que te atraía hacia la persona amada y te impulsaba a tenerla a tu lado? ¿Tu cabeza se disparó con fantasías sobre el futuro de esa relación (eso no es estar presente!!)? En este tipo de relaciones, solemos tener la sensación de que el otro nos complementa, y creamos toda una serie de expectativas posesivas, que tarde o temprano terminan en desilusión. Imagina a las venusinas (Tauro) princesas de Disney. A Blanca Nieves siendo despertada por el beso del príncipe y los 7 enanitos de peculiar humor, que la tenían de chica de servicio, tan contentos de verla irse…; o la Cenicienta que abandona la miseria y deja de ser una pringada, sufriendo el maltrato de su madrastra y hermanastras, gracias a un zapatito de cristal instagramable. Y una vez ella se junta con él, la vida se convierte en maravillosa, feliz y reposada…, muy reposada… Vamos, que ya se retiran. Y salen los dos cabalgando hacia el horizonte, en su particular viaje del IMSERSO. Supongo que a estas alturas ya no nos creemos lo de la princesa de película (ni lo de las vacaciones del IMSERSO), como atestiguan las nuevas heroínas de la productora de pelis para niños y no tan niños. Pero al quitar el velo idílico venusino (Tauro) de estas tramas, lo que se expone es la naturaleza plutoniana de las relaciones, y nos damos cuenta de que tanto Blanca Nieves como la Cenicienta eran esclavas, dedicando gran cantidad de tiempo y energía para agradar a los demás, a cambio de migajas de atención o amor. Y en su feliz retiro, imaginamos que siguen en ese rol pasivo, a expensas de la ajetreada vida del príncipe. ¡Y ojo! El príncipe tampoco es feliz sin ella. Las relaciones kármicas se caracterizan justo por eso: por dedicar mucha energía (Escorpio) y mucho tiempo, recibiendo muy poco a cambio, y por el sentimiento de posesión (Tauro). Bueno, para ser más precisos, lo que se recibe a cambio es un poco de atención/afecto (que confundimos con amor), y un mucho de emociones antiguas (Memorias Celulares), que ya nos aburren,nos restan energía, y nos resultan tóxicas. Supongo que hoy en día las relaciones duran tan poco, porque ya no estamos dispuestos a seguir repitiendo vínculos kármicos, y a seguir relacionándonos a través de patrones que huelen a rancio. Sin embargo, hoy por hoy, casi todas nuestras relaciones son kármicas, empezando por la que tuvimos con mamá (o su sustituto) de bebés, ya que aún quedan muchas Memorias Celulares traumáticas que limpiar en la Humanidad.. Desde el punto de vista de la Astrología del Ser, Escorpio (signo regido por Plutón) es la Energía que nos habla de las Memorias Celulares. Es decir, de esa información guardada en nuestras células de los traumas no resueltos de nuestros ancestros y que portamos encima para revivir situaciones con el fin de ir integrándolas a base de experiencias. Es decir, si me abuela perdió un hijo, mi madre lleva encima esa información, y puede que le haya costado tener hijos o que tuvo abortos, y yo habría optado por no tenerlos como respuesta inconsciente del sistema familiar que busca compensar aquella pérdida. Sin embargo, la Memoria Celular se integra sólo cuando alguien experimenta en su cuerpo (Tauro) el dolor de perder un hijo, y no cuando intenta compensar teniendo muchos hijos, no teniendo ninguno o abortando (intencionado o no), ni encontrando una explicación racional que lo justifique …
El Efecto Zeigarnik hace referencia a que toda tarea inacabada o interrumpida es más fácil de recordar, ya que genera disonancia y desasosiego, es decir, una sensación de que hay algo incompleto y una pulsión por mantener el foco de atención sobre dicha tarea. Las Memorias Celulares son temas inacabados que se transmiten de generación en generación, creando una incoherencia en el individuo que provoca un efecto de atracción de la atención para poder ser resuelto. Es como si las MC nos impulsasen a buscar la pieza del puzle que falta; y este vacío ejerce un efecto gravitatorio que atrae a aquellas personas que pueden aportar la información complementaria a la cual nos sentimos identificadas, y que nos permita tener la experiencia. Por ejemplo, si mi abuelo abandonó a mi abuela, yo me sentiré atraida por parejas que me abandonan o a las que yo abandone. Así hasta que pueda integrar la experiencia, bien porque me dejo sentir el dolor del abandono, o bien porque vivo todas las opciones posibles de ambas polaridades, siendo a veces víctima, otras victimario y otras sanador de otros en el tema al que se refiere esa MC. Por cierto, en la posición de sanador es cuándo más nos permitimos sentir la experiencia (al empatizar con el otro), y por tanto, cuándo más nos sanamos!! Así pues, cuando sentimos que una relación nos complementa, algo cierto hay en ello. La relación nos aporta una información sobre Memorias Celulares por resolver o, lo que es lo mismo, parte de nuestras polaridades que está en sombra, parte de quién soy yo que no reconozco aún. Y si la reconocemos e integramos, estaremos más completos en nosotros mismos. No es que el otro te complemente, sino que el otro aporta una información, a través de la experiencia de la relación, que permite que tú te complementes a ti mismo. Como dice el Efecto Zeigarnik, mientras tengamos MC por resolver, nos sentiremos irremediablemente atraídas por personas que nos aporten la información que no reconocemos conscientemente. Tendremos relaciones plutonianas. En otras palabras, atraemos a nuestra vida justo a aquellas personas (no sólo parejas, sino también amigos, jefes, familiares…) que resuenan con nuestros temas kármicos (aclarar que la información en el karma personal y el familiar es la misma, aporta el mismo tipo de información). Y en la medida que no somos capaces de tener la experiencia, liberar la memoria e integrar la información, estaremos condenados a engancharnos, a repetir el mismo patrón y a sufrir la sensación de que toda nuestra energía se va en esa relación. Pero no hay vampiros energéticos, sino tú relacionándote a través de patrones tuyos/kármicos muy antiguos.
Cómo detectar si una relación es kármica Así que, por definición, en toda relación kármica habrá una atracción y un enganche (Escorpio). Es decir, el foco de tu atención estará fijado en esa relación, aportando gran cantidad de energía, que se atasca en esa “tarea por acabar”. Y lo que hace que la energía se fije allí es la culpa (Capricornio), disfrazada de expectativas que nunca se cumplen. Las relaciones kármicas están llenas de ilusiones de futuro que nunca se materializan y siempre decepcionan. Y es que en este tipo de encuentros al otro no le ves tal y como es, sino tal y como proyectas. En realidad, no te estás relacionando con el otro, sino sólo con tus propios patrones egoicos. Patrones que viviste por primera vez en la relación con tu mamá (o la persona que te crió), y que a su vez están en sintonía con tus Memorias Celulares (karma). En las relaciones kármicas hay un sentimiento de afinidad, de conexión energética absorbente. A menudo hay una sensación de conocer a la persona desde hace mucho tiempo, a pesar de que te acabas de encontrar. Pueden ser apasionantes... y combustionantes, y hay una fantasía de entrega al otro, de ser uno con el otro. Te puede parecer muy romántico, pero te invito a repasar tus relaciones (tanto de amor como de amistad) y ver cómo han terminado, en especial las más apasionadas. Relaciones desde el Ser Para comprender las Relaciones desde el Ser, astrológicamente hemos de considerar el eje Leo-Acuario. Yo tengo a Lilith conjunción Marte en Acuario en la cúspide de la 4, Venus en Acuario, Leo en la cúspide de la 10 y Luna trígono a Urano, entre otros aspectos que me ayudan a conectar con este eje, así que intentaré explicar cómo serían este tipo de relaciones. Leo, una vez se reconoce a sí mismo en su propio brillo a través de la creatividad, se libera de la dependencia canceriana de que otros le miren, le reconozcan, le aprueben y le tengan que dar lo que le falta. Acuario, una vez ha procesada toda la culpa heredada de Capricornio y el patriarcado, aprende a reconocer que la verdadera libertad está en desplegar todo tu potencial y cocrear algo junto a otros también libres de ser ellos mismos. Mi Sol brilla (Vivir desde el Ser) y facilita, al atraer por resonancia, que otros también brillen desde su propio Sol. En las Relaciones desde el Ser cada individuo no pierde de vista su misión de Vida (si alguien tiene mucha energía de Libra, su misión puede tener que ver con apoyar a otros), y la unión tiene siempre un resultado creativo, estimulando la puesta en práctica de la vocación de cada uno. Al mismo tiempo, no hay expectativas, ya que se ve y acepta al otro tal y como es, y la comunicación y el compartir son claves. Las Relaciones desde el Ser empiezan y acaban con la misma alegría y aceptación como cuando pasas la página del libro que estás leyendo. No tienen por qué ser eternas, aunque pueden durar mucho o poco tiempo. Y cuando se terminan, no hay sensación de que nada queda pendiente, ni hay rencor, sino de que se ha terminado un ciclo orgánico. En una Relación desde el Ser descubres que la máxima expresión de amor es Ser tú mismo, desplegar tu creatividad poniendo en marcha tus talentos, disfrutar de cómo otros conectan con su potencial, y unirte a ellos (desde los talentos) para servir al Mundo. En resumen, una relación kármica tiene por objetivo servirme a mí (o mi familia como extensión de mí) y mantenerme en mi zona de confort (Tauro-Cáncer). Astrológicamente se caracterizan por los signos femeninos (receptivos) de agua y tierra. Mientras que una Relación desde el Ser tiene el propósito de ayudar en la expresión y comunicación de lo mejor de uno para servir a la Humanidad y su evolución, y sus características se relacionan con los signos masculinos (activos) de Aire y Fuego. Y tú, ¿con qué tipo de relación resuenas ahora más? Guiomar Ramírez-Montesinos Psicoastrocoaching
6 Comentarios
Isabel
1/9/2019 00:19:56
Genial la luz que aportas, Guiomar. Tengo una pregunta, plutón desde la 5 cuadrando a Venus en la 7 en mi natal, crees q encuentra esa relación desde el ser alguna vez? Llevo una racha... Aunque las detecto antes, algo es algo. GRACIAS SIEMPRE GRACIAS
Responder
Guiomar
1/9/2019 09:29:12
Por es ya sabes... Libera Memorias Celulares cuando surgen y pon el foco en sanar tu conexión contigo (ver en herramientas/Conectando con el Cuerpo) ;-)
Responder
Igor V
19/9/2019 18:24:06
Muchas gracias Giomar.
Responder
Guiomar
30/9/2019 23:12:12
Hola Edgar. La primera pregunta, creo que sí, pero cada uno tiene que ser muy honesto consigo y con el otro al trabajar sobre las Memorias Celulares y no proyectarlas ... creando más karma.
Responder
Isadora
12/12/2023 14:52:25
Estoy tan contenta y agradecida de enterarme de todo esto en éste preciso momento historico de la Vida y mi Vida!!!! No es cómodo, pero creo que se supone que no lo sea jajajaaj.
Responder
Tu comentario se publicará después de su aprobación.
Deja una respuesta. |
Mis librosCualquier reproducción parcial o completa de este artículo ha de incluir autoría
La AutoraCategorías
Todo
|