En Astrología la Luna está íntimamente ligada a la mujer y a sus ciclos por muchos motivos. La Luna simboliza la madre y cómo nos nutrió (o no nutrió). La Luna tiene que ver con la familia, el clan, y el legado del pasado. Es también nuestra zona de confort, eres tú de bebé, y nos habla de nuestros programas mentales y emocionales, de todo lo que se repite y nos hace sentirnos seguros, y por tanto nos habla también del Ego. El Ego es aquel fragmento de nosotros mismos que aún es bebé. El Sol es la figura que todos conocemos de nosotros mismos. Es cuando digo, “yo soy Leo”. En verdad estoy diciendo soy Sol en Leo. El Sol es la energía exterior radiante (yang), nos habla del Ser y la manera que tiene para expresar sus talentos en el Mundo. El Sol es la figura que integra toda la carta, la luz y la sombra. Es Sol es energía radiante hacia afuera. Es cuando maduras y te conviertes en un adulto Humano. Pero el Sol por sí solo no puede madurar si antes no lo hace la Luna. El Sol sin Luna está limitado a ser el vehículo mediante el cual se expresa el Ego inmaduro La Luna se ve de noche, es nuestra energía interior absorbente (yin), y también nos habla de nuestra sombra. ¿Qué es la sombra? Pues todo lo que excluyes de ti, todo lo que no quieres ver de ti porque inconscientemente sientes que es una amenaza a tu seguridad y pertenencia (Luna-madre-familia). La Luna teme la expresión del Sol porque teme que, si el Ser se expresa en todo su potencial, quizá luego no será aceptada y protegida por los suyos. La Luna, el Ego, no quiere que dejemos de ser bebés. El dilema es “Eres o Perteneces”. Y desde el Ego inmaduro, por miedo a quedarnos solitos, elegimos pertenencia en vez de Ser. Que es lo mismo que decir, que somos Luna que rechaza la sombra. Y en vez de brillar con nuestra propia Luz, desde nuestra solaridad, reflejamos el brillo de otros, del pasado, del clan o de nuestro ámbito de pertenencia. Pero la Luna puede madurar, y cuando lo logra, soltando todas las identificaciones de su condicionamiento, el Ego entonces maduro es capaz de dar al Mundo la nutrición que antes demandada a otros. Entonces es cuando nuestra energía interna y emocional (Luna) se coordina y está en coherencia con nuestra energía externa expresiva (Ego). Y eso afectará directamente a la manera en la que nos relacionamos con los demás. Desde la Luna-Ego, dependemos de los demás, tenemos expectativas sobre el otro, y nos relacionamos desde enganches emocionales, desde karmas pasados, que nos generan la sensación de pertenencia (consciencia dual: hay buenos y malos). Desde el Sol-Ser, cada individuo se sostiene a sí mismo, no depende emocionalmente de nadie, y los Encuentros sirven únicamente propósitos creativos (consciencia no-dual). Luna Llena Cuando la Luna está llena, refleja la luz del Sol. El cuerpo de la Tierra está en medio, simbolizando cómo vivimos polarizados: si soy Sol, no soy Luna, si vivo hacia afuera, no vivo hacia adentro; si soy Luna, no me muestro hacia afuera. La Luna asimismo nos habla del hogar y de las emociones, y el Sol también se refiere al padre. En esta polarización básica vemos cómo nuestra psique divide todo en dos: mamá-papá, dentro-fuera, emociones-acción, interior-exterior. Y desde la Luna y el bebé necesitado que tenemos dentro (por todo lo que mamá no nos dio -no pudo darnos- y hubiésemos querido), proyectamos afuera nuestra parte más empoderada (más solar), ya sea de forma positiva o negativa, para exigir a esa persona que recibe nuestra proyección que nos de aquello que mamá no nos dio. En vez de asumir el poder en sombra que nos es propio y darnos a nosotros mismos aquello que sólo uno mismo se puede dar: cubrir tus necesidades básicas de cuando eras bebé, y que aún tienes pendiente… https://www.vivirdesdeelser.com/conectando-con-el-cuerpo.html Además, al esperar que el olmo te de peras -porque esperamos recibir lo que nos falta justo de aquellas personas cuya energía es cómo mamá, es decir, aquellos que no nos lo pueden dar…-, te quedas enganchado repitiendo la historia, que ni siquiera es tuya, sino heredada de tus ancestros, o de tus vidas pasadas -como prefieras verlo-... Esas historias de la Humanidad almacenadas en tu cuerpo: las Memorias Celulares. Memorias ligadas a emociones y pensamientos, que conforman aquellos patrones que, al repetirlos, te identificas con ellos y terminas creyendo que eso eres tú… Y a eso lo llamamos Ego: esos pensamientos que van sólos y te hacen sufrir porque terminan en carencia. Luna Nueva En la Luna Nueva se sitúa la Luna entre el Sol y la Tierra. Ahora es ella la que está en medio entre el Sol-Ser y la Tierra-cuerpo. Y desde la Tierra vemos entonces cómo su sombra “mancha” al astro rey, y comprendemos que para integrar al Ser hemos de reconocer la sombra de la Luna, que no es más que aquellos aspectos nuestros que nos empoderan, pero juzgamos como malos, según los parámetros de nuestros patrones mentales-emocionales heredados, es decir, según nuestro clan y ámbito de pertenencia. En Luna Nueva nuestra energía interior y exterior se unen, y el encuentro con la sombra se hace más obvio. Si has nacido cerca de la Luna Nueva (conjunción Sol-Luna), pregúntate cuál es la sombra que tanto temes que se muestre, por la cual no te atreves a salir al Mundo y brillar con tu Sol. ¿No soportas aquellas personas que son egoístas? Entonces quizá tú debas empezar a pensar más en ti y tus necesidades. ¿Te enfrentas con aquellos que abusan de su poder, o de tan miedo? Siente y asume tu propio poder creativo. ¿Te irritan personas que son débiles? ¿O quizá admiras a quien se expresa de manera genuina o a aquellos que son creativos, artistas, ágiles…? Eso eres tú. Esa es tu sombra proyectada. Algunos proyectamos más nuestra energía exterior y otro más la interior. Sin embargo, si has nacido en Luna Llena, más que enfrentar tu sombra a través de tus propios juicios, lo harás directamente a través de las proyecciones en tus relaciones. Te encontrarás con tu sombra desde tu energía exterior, desde lo que percibes como un impedimento a la expresión de tu Ser auténtico perpetrado por un otro. En lugar de vivirlo como un proceso interno y reflexivo, desde tu energía interior. Las Lunitas y sus necesidades Pero ya sea desde lo más profundo del mundo interior de tu Luna Nueva, como desde los conflictos más descarados de tu Luna Llena, ver la sombra es un proceso difícil que requiere mucha madurez para que el Ego aún jovencito pueda sostenerlo. Por eso, el primer paso quizá sea sentir tu Luna y a tu bebé interior, y comprender qué es lo que necesita. Qué necesidades básicas no fueron atendidas por mamá en los primeros dos años de tu Vida. Hay una relación directa entre la falta de atención eficaz recibida y la polarización desde tu mundo psíquico. Y mamá no te atendió en la medida en la que tú necesitabas, en función de su propia falta de atención y desconexión con su madre. Si nuestras necesidades básicas no fueron atendidas cuando éramos bebés -aún a pesar de la mejor intención de mamá-, no estaremos conectados con nuestro cuerpo, y proyectaremos una parte nuestra fuera. Es como si sintieras que si eres eso que proyectas fuera, no tendrás derecho a recibir de mamá - o sus sustitutos- lo que te falta, y te quedarás solito y desvalido. A través de conocer las Lunitas y su energía, te propongo poner el foco en ti y en lo que tú necesitas, y sólo luego comprender cuál es tu sombra y por qué la proyectas: por qué crees que, “si soy eso no tendré el amor de mamá”. La Luna también nos habla del “amor seguro de madre”, que es nuestra impronta emocional. Aquello que creemos que es amor, pero que en realidad nos limita el encontrar el amor verdadero -que es ser completos en nosotros mismos-, al fijar la mirada en el único olmo que hay en el huerto, e ignorar los cientos de perales que nos rodean. A continuación, daré un repaso a cada una de las lunitas, y cuáles son sus necesidades básicas insatisfechas, que son las fisiológicas, de nutrición-conexión y de seguridad y protección. https://www.vivirdesdeelser.com/conectando-con-el-cuerpo.html Si no sabes cuál es tu lunita, puedes ir a www.carta-natal.es y ver el calculador lunar (en el navegador, busca “calcular luna natal”). Si no sabes tu hora exacta de nacimiento, pon una aproximada. La Luna tarda un poco más de dos días en cambiar de signo, y por eso en un mismo día puede estar en un signo diferente. Ante la duda, leete ambas, que si estás tan cerca, seguro que te influyen las dos. Si sabes algo de astrología, también puedes ver tu Luna por casa y aspecto a través de los signos correspondientes. (Usaré el genérico masculino o femenino en función del género asociado a cada signo: Aries-masculino, Tauro-femenino, Géminis-masculino…). Como para ilustrar me encanta usar la figura de Donald Trump como ejemplo siempre que pueda, esta vez no va a ser menos. Él tiene a la Luna en Sagitario, casa 4, en oposición a Urano conjunción Sol, en trígono a Marte (en la 12 y conjunción al Ascendente) y en sextil a Júpiter. Las 12 lunitasLuna en Aries. Para esta lunita acción es igual a amor. Necesita movimiento, y es normal que dé golpecitos a los demás y reaccionar sin pensar. Le cuesta el compromiso porque teme quedarse atrapado por el otro, pero lo que más necesita es que le acepten como es. Su mamá no paraba, iba “atacada”, tenía siempre mucha prisa y poco tiempo para él. Por eso ahora es tan impaciente y reactivo. Donald Trump tiene a la Luna en aspecto con Marte (el regente de Aries), y es notoria su reactividad y cómo comunica sin pensar. Ahora, para sanarse, ha de cubrir sus propias necesidades de seguridad y protección, encontrando tiempo para sí mismo y desarrollando un compromiso con su propio bienestar, incluyendo actividades que le hagan sentir que tiene un cuerpo fuerte y confiable. Cuando lo logre, podrá madurar su Ego, y será un buen protector y líder de los demás, valiente y confiado. Luna en Tauro. Para esta lunita el contacto con lo físico y tener cosas es igual a amor. Es una Luna muy física, si no lo experimenta, no lo cree, y es muy posesiva, necesita tener, tocar, que le toquen. Ella es muy insegura, y necesita desarrollar una buena relación con su cuerpo, porque suele estar más despistada en sus pensamientos, que habitándose. Quiere apoyarse en otros, pero en el fondo tiene miedo. Cuando era bebé, mamá valoraba (se imaginaba un futuro con) la seguridad, lo material y el contacto a través de los objetos, porque ella misma estaba más envuelta en problemas familiares y transgeneracionales, o enganchada en historias kármicas, en herencias o en vínculos de dependencia, que realmente pendiente de la pequeña. Así que, más de una vez, se olvidó de las necesidades fisiológicas de su bebé. Por eso ahora esta lunita se pierde en historias, y es más fácil que se entretenga en el pasado, que atreverse a ser dueña de su propio destino. Para sanarse, ha de observar, reconocerse y atender sus necesidades fisiológicas básicas: comer, beber, ir al baño, frío, calor, respiración y ritmos, y dejar de ser tan austera y dura consigo misma (como si quisiera encarnar a base de golpes). Cuando aprenda a cuidar todas estas necesidades en sí misma, su bebé interior y su cuerpo se tranquilizarán, y confiará en que ella sabe dónde tiene que ir y qué es lo que necesita en cada momento. Así, se convertirá una experta en atender a otros, emocional, energética, nutricional y físicamente, y será capaz de darles justo lo que necesitan o desean. Luna en Géminis. Para esta lunita la actividad mental es igual a amor. Necesita hablar, compartir, relacionarse, intercambiar, es lo que le da seguridad. Escribir, leer, charlar es lo que le hace sentirse bien. Así que, ¿adivina en qué momentos mamá estaba mejor y más tranquila? Pues no era cuando le daba de comer o le cambiaba pañales, sino cuando ella estaba entretenida con estas actividades, en sus momentos de ocio y relax. Cuando mamá cuidaba al bebé, ella estaba densa, empujona, insistente, y un tanto pesada, seguramente por su propia carga transgeneracional y personal. Por eso el bebé aprendió a disociarse, a no estar en su cuerpo, mientras ella le cuidaba, porque así ese rato pasaba rápido y mamá podía dedicarse luego a lo que le apetecía. Esta lunita aprendió a tragarse rápidamente la densidad que mamá le ofrecía desde su amor, y a estar abierta para recibir los problemas emocionales de los demás, y al mismo tiempo, a disociarse para que no le afecten tanto (Putin tiene la Luna en Géminis, y Estados Unidos tiene la Luna en la casa de Géminis, la 3). El resultado es que no sabe elegir lo que le nutre y puede llegar a tragarse todo. Pero bueno, al menos así sigue conectado con mamá y con los demás. Para sanarse sus necesidades de nutrición/conexión, ha de aprender a escucharse más a sí misma que a los demás, y reconocer cuáles son sus necesidades de nutrición, tanto de alimentos, como emocional y energéticamente, y poco a poco ir conectando con su corazón, para que, conforme éste se vaya clarificando, sabrá sin ninguna duda qué elegir y hacia a dónde ir. Así, aprenderá a escuchar profundamente a los demás, no desde los oídos del Ego, sino desde el corazón. Se convertirá en un experto de la relación entre las mente, las emociones y la consciencia. Luna en Cáncer. Para esta lunita odio es igual a amor. Necesita aislarse de lo desconocido y residir en su huevo/zona de confort. ¡¿Pero cómo puede ser odio, si Cáncer es el signo de la Luna?! Y se supone que es un signo maternal…. Ah, pero es que desde el Ser se ve todo muy diferente, porque se comprende la dualidad y cómo negamos nuestra sombra. Acompáñame en esta explicación con la mente abierta. Su mamá estaba cargada de odio, que no es más que la emoción que dice “no tengo suficiente espacio para mí, para yo ser Yo”. Y este odio (hacia el mundo, la suegra, el papá…) le hacía reaccionar de manera sobreprotectora con su pequeña, para de alguna manera crearse su propia burbuja de color de rosa, su propio huevo con un interior blandito, y así ignorar ese afuera, plagado de cosas malas, feas, que no nos gustan, y que odiamos porque ocupan un espacio que nos gustaría habitar, y en el que nos gustaría expresarnos. Esta lunita aprendió a quedarse es su zona de confort, cocinándose en su propia salsa, tan a gustito con el olor de su propio sudor, y dándole vueltas a las mismas historias de siempre de su transgeneracional, mientras desconfía de lo desconocido. Menos mal que existe la alquimia de la cocina para aliviar la presión, poniendo a buen uso toda esa energía condensada. También, por cierto, se les da muy bien crear empresas familiares, que se enfrentan al mundo desde la lucha y odian la competencia (Donald Trump tiene su Luna en la casa asociada a Cáncer, la 4). ¿Cuándo sana esta lunita? Cuando aprende a darse su propio espacio y su propia autonomía. Ha de cuidar sus propias necesidades de protección y seguridad. Sana cuando se atreve a salir al mundo y expresar lo que lleva dentro (Trump lo está haciendo bien para él). Cuando comprende que para ella la unión hace el odio, porque es la unión entre personas que piensan, sienten y huelen igual (el clan, la familia…), las mismas, que rechazan todo lo desconocido afuera, y que son también las que no pueden ver aquello que a esta lunita le hace única, le hace Ser (por cierto, Trump tiene ascendente en Leo). Esta lunita tiene que aprender a sentirse segura en el mundo por sí misma, sin apoyo de sus seres queridos, porque nunca le llegarán a comprender de verdad, y buscar relacionarse con los diferentes para crear cosas nuevas. Y ha de aprender también a satisfacer sus propias necesidades de conexión y nutrirse de lo que a ella le gusta y necesita, para no tragarse toda la energía de su clan. Cuando se sane podrá unir a los diferentes, abriendo su corazón para incluir a todo el mundo, inspirando amor y unión. Luna en Leo. Para esta lunita, atención es amor. Necesita ser el centro de atención. ¡No me pierdas de vista, por favor! Cuando salían a pasear por la ciudad, su mamá se sentía radiante cuando alguien paraba a admirar al bebé, pero ese momento especial se esfumaba, en cuanto seguía caminando y se distraía con todos esos escaparates, personas, coches… Y otras veces la atención de mamá se la llevaba papá, porque ella no podía mantenerse concentrada en el bebé y en sus propios pensamientos. Mamá en el fondo era bastante cambiante y se dejaba llevar por todo lo externo. Por eso ahora esta lunita se siente segura y vista cuando ve y se rodea de cosas y personas especiales que le dan sentido a su vida y le ayudan a sentir que pertenece. Pero ver no es lo mismo que ser vista, y cuando la lunita se da cuenta de ello, se asusta, y a veces hasta llegar a montar un pollo, para parecer más grande como papá, con tal de sentir otra vez las miradas de los demás (Donald Trump tiene a su Luna en oposición al Sol, regente de Leo). Como de mamá no aprendió a concentrarse, esta lunita se dispersa mentalmente, y luego de mayor prefiere relaciones de uno en uno, y le cuesta estar en grupos con mucha gente, a no ser que sea el centro de atención. Que le vean, a esta lunita le da la sensación de estar conectada a algo. De lo contrario, siente que desaparece y deja de existir, como una llama que se esfuma si no hay oxígeno. Y eso da mucho miedo. Para sanarse, y como lunita de signo fijo que es, ha de atender sus necesidades fisiológicas primero, para poder sentir en sí misma la conexión con su cuerpo. Conforme se va viendo y atendiendo y cuidando de beber, comer, ir al baño, abrigarse, atención, etc., todas esas cositas que mamá no cuidó por estar más pendiente de lo de fuera, irá confiando más en sí mismo y dependiendo menos de los demás. Descubrirá que, si se queda solito, no le pasará nada, y que no necesita desconectarse de él mismo, ni depender de que otros le vean para cubrir sus necesidades de seguridad. Cuando esta lunita se sana, es capaz de conectar y ver a los demás desde el Ser. Inspira que otros se manifiesten desde lo más auténtico. Luna en Virgo. Para esta lunita cortar las cosas en pedacitos es amor. Necesita de lo pequeño, el orden, su orden, el saber dónde está todo y tenerlo todo controlado, para sentirse segura. Es porque su mamá no se sentía muy segura en lo que hacía, y era inestable emocionalmente, bastante caótica la verdad, pero compensada haciendo cosas sin parar, aunque fuera como pollo sin cabeza, perdida en su rutina diaria. Esta lunita se sentía muy solita y aprendió a copiar a mamá en su hacer, a preocuparse por ella y cuidarla, y a la vez a ser muy buena y servicial con los demás, porque así cree que le querrán, aunque sea porque la necesitan. En el fondo sigue siendo como una niña, a la que nunca dejaron salir a jugar hasta que no hubo terminado sus tareas. Y como eran las tareas y su ejecución precisamente lo que le hacían sentirse bien con mamá (mamá se aliviaba y relajaba al hacerlas, así que esta lunita aprendió que eso debe de ser amor), pues nunca ejerció realmente de niña. Por eso esta lunita tiene que aprender a ordenar su mundo interior y sostener el exceso de estimulación que percibe por su atracción a los “olmos caóticos”. Ha de aprender a cubrir sus necesidades de nutrición, discerniendo lo que es bueno y lo que no para ella, sólo ella, y a cuidar su cuerpo como un templo. También le resulta muy sanador ir al campo, a la naturaleza, para que su mirada se amplíe (necesidad de seguridad), y así sus sistema nervioso deje de estar tan atacado. Con todo esto aprenderá por fin a fluir como un niña y a no tenerle miedo al caos (o al orden que no es suyo), lo que le facilitará coordinarse con los demás y servirlos desde lo mejor de ella misma. Pero muy importante para esta lunita será descubrir que la clave para equilibrar su exceso de sensibilidad hacia el otro y al astral está, no en cerrar su mente y limitar la cantidad de información-energía que recibe, sino en mover su cuerpo, para así regular el flujo de energía que entra y sale. Estas lunitas, cuando han cubierto sus necesidades de seguridad y de nutrición-conexión, nos pueden ayudar a conectar con el flujo de nuestra energía, a activar el kundalini, y ayudarnos a que todos nos coordinemos desde los talentos activados de nuestro Ser. Luna en Libra. Para esta lunita estar pensando en lo que piensa el otro para agradarlo y hacerlo feliz es igual a amor. Vive su vida a través de la mirada de otros. Necesita sentir armonía, paz y tranquilidad. Se siente muy inquieta si habita su propio cuerpo, porque éste es como un cubo de basura de los problemas (energía emocional densa) de los demás. Es una lunita muy abierta e impresionable. Su mamá es una persona sociable, que presta toda su atención a los demás, recibiendo a las amigas con una sonrisa y puede que a su marido con las zapatillas preparadas (a la vez que los critica cuando no están, por aquello del equilibrio...). Esta lunita aprendió que es más importante quedar bien con todos que tener en cuenta cómo se sienten. Por eso tiene una gran incoherencia interna, entre lo que siente y lo que piensa, y de hecho no suele saber qué es lo que quiere. Querer agradar a los demás, intentando pensar en cómo has de mostrarte para que el otro piense de ti lo que tú quieres que piense para que haya armonía es agotador, y tu mente termina saturada por tanta información propia y de los demás, lo cual lleva a la incapacidad para tomar decisiones. Pero cuanto más esté esta lunita en la mente (la suya o la del otro) y viéndose a sí misma desde afuera, más llenará su cuerpo de las energías emocionales densas de los demás (que resuenan con sus propias Memorias Celulares), y más sentirá toda aquella disarmonía de la que tanto intenta huir. Para sanarse ha de centrarse más en ella misma primero, así como aprender a satisfacer sus necesidades de seguridad, haciendo algún ejercicio que le mantenga siempre activa (para que la energía fluya a través de su cuerpo), y sus necesidades de nutrición y conexión, eligiendo estar sólo con quién se siente a gusto, así como aprendiendo a poner límites, tanto a las personas tóxicas, como al escuchar los problemas de amigos y familiares. Esta lunita viene a abrirnos a otra manera de relacionarnos con los demás, más limpia, justa, armónica y asertiva. Desde lo mejor de mí, a lo mejor de ti, unámonos para cocrear algo juntos. Luna en Escorpio. Para esta lunita el enganche kármico es amor. Para sentirse segura necesita estar codependiendo de alguien, vivo o muerto, de esta o de otra vida (ancestros). Necesita sentir que todo lo que hace es por y para otro, y que toda acción, pensamiento o sentimiento se vean correspondidos con una reacción. Es algo así como que los cuerpo están tan unidos que lo que piensa uno, siente el otro y reacciona en consecuencia. Esto es lo que a esta lunita le da seguridad…, aunque le termina agobiando un poco bastante porque no es muy sano (por muy romántico que parezca). Escorpio es el signo que nos habla de las Memorias Celulares, emociones que han sido transmitidas de generación en generación, que guardamos en nuestro cuerpo, y con las que creamos las relaciones que tenemos y los conflictos que vivimos. Escorpio es la deuda kármica que es transmitida de manera tácita. Esta lunita es un poco como pertenecer a la mafia: la lealtad se supone. La mamá de esta lunita estaba muy poco conectada consigo misma, y muy enganchada a temas kármicos del transgeneracional (inconscientemente) y/o sufrir enfermedades que así lo delatan (ver biodescodificación para el significado de síntomas de enfermedades). En otras palabras, era fiel a sus ancestros y estaba perdida en dramas y traumas del pasado. Esta lunita se puede decir que, para conectar con mamá, aprendió a viajar al pasado para buscarla. Por eso esta lunita contiene en su campo energético todas las desgracias de sus ancestros y, como se crió bebiendo la leche tóxica de su mamá (su amor iba unido a las Memorias traumáticas), cada vez que se conecta emocionalmente, lo hace desde lo más antiguo y lo más denso. Así es que esta lunita no puede evitar tropezar con el drama en su vida, o con las historias densas de los demás. Es como si hubiese absorbido el terror de mamá. Por eso, ser terapeuta o alguien que en su profesión ayuda a los demás es lo mejor que puede hacer, hasta que cubra sus necesidades fisiológicas de conexión, y deje de atraer a personas con dolor. Cuando integre sus Memorias Celulares y sana sus necesidades básicas, será capaz de sostener una enorme cantidad de energía y sabiduría heredada de esos ancestros con los cuales antes sólo conectaba desde el sufrimiento. Con este magnetismo estimula a los demás a manifestar lo más elevado, los talentos. Luna en Sagitario. Para esta lunita estar siempre en movimiento y tener la razón es igual a amor. Para sentirse segura necesita mucho espacio, tener la cabecita llena de cosas nuevas, sentir certeza y no dudar. Resulta que su mamá tenía muchas cosas en la cabeza y sus pensamientos la desconectaban del bebé y de otros (en otras palabras, estaba estresada). Se sentía frustrada cuando no era capaz de comunicar con los demás, y veía que no le hacían caso, y se mostraba tajante e inflexible en sus decisiones para que la tomasen más en serio y le obedeciesen. Su incoherencia se transmitió al bebé, que por ello se convirtió en un niño inquieto, difícil o indomable. Esto hizo que entonces ella se distanciara aún más de él (mental, emocional y/o físicamente). Esta lunita no tiene buena química con mamá, por eso es que ella prefirió dejarle a sus anchas. De mayor, esta lunita se siente más segura si contempla todo a distancia y tiene espacio para imaginar lo que quiere, para lo cual rechaza a los que no están de acuerdo con él. Esto le ayuda de paso a correr un tupido velo sobre la inseguridad y la duda que la habitan (Donald Trump tiene la Luna en Sagitario y con Júpiter). Para sanar ha de satisfacer sus necesidades de conexión y de seguridad, y en especial, la dificultad para prestarse atención a sí mismo por su autorechazo, y dedicarse tiempo para aprender a sostener sus emociones. Esta lunita puede ser muy incoherente si no se cuida. Interiormente, se repele a sí mismo, por eso es tan importante que aprenda a tratarse con amor y ternura, y dedicarse mucho mucho tiempo a sí mismo. Un par de mantras para él es “me quiero, me apruebo, me amo”, y “tengo todo el tiempo del mundo para mí”. Cuando logra sanarse, esta Luna no rechaza a nadie, sino que es capaz de unir y guiar a todos por igual. Luna en Capricornio. Para esta lunita estar solita y tener tiempo para hacer cosas es amor. Por eso necesita sentir que es la reina del espacio-tiempo y que puede con todo, que no necesita ayuda. Como su mamá, que intentaba hacer las cosas correctamente, pero que en el fondo sentía mucha inseguridad emocional, por lo que hacía más caso a la opinión de los demás que a la suya propia. Se limitaba a hacer lo que se supone que una buena madre tiene que hacer. Como resultado de esto, no era una mamá cariñosa y tierna, aunque sí correcta y cumplidora, y un algo fría y distante. Y es que si estás en el “tengo que hacer”, estás muy desconectado de tu corazón. Por eso, esta lunita se siente solita y aislada, y aunque parezca muy independiente, en el fondo está desesperadita esperando a que venga mamá a darle un abrazo. Es como si se hubiera quedado congelada en el tiempo, y dentro de su corazoncito cerrado está esperando con ansia que venga mamá y le de un poco de la ternura que nunca recibió. Por eso esta lunita se abre a las relaciones con la fantasía de cuidar o ser cuidada, como cuando era bebé y mamá abría la puerta de la habitación para verla, pero la volvía a cerrar para no despertarla. Y así su corazoncito, desesperado por un poco de amor y ternura, se abre un instante y se vuelve a cerrar con decepción, sin recibir lo que tanto anhela. Entonces, triste y seria, retira su foco de su corazoncito y lo dirige hacia afuera, a seguir haciendo las cosas lo mejor posible, con dedicación y amor.... Para sanarse, esta lunita ha de satisfacer sus necesidades fisiológicas, que fueron bastante desatendidas al no estar mamá conectada emocionalmente con ella, y las necesidades de seguridad, para no depender tanto emocionalmente de los demás. Y es que a pesar de su austeridad y autosuficiencia, interiormente tiene una enorme dependencia del otro para sentirse seguro; tanto, que le puede llevar al aislamiento emocional, mientras proyecta su dependencia sobre el trabajo creyéndose imprescindible. Cuando esta lunita se sana, es muy consciente y se convierte en una experta en brindar cuidado, ternura, calor, seguridad y sostén incondicional a los demás para que puedan sentirse y conectar con su Ser (ser conscientes). Luna en Acuario. Para esta lunita cambiar de idea es amor. Le da seguridad pensar en lo que hacen los demás y no comprometerse con nadie, pero como no puede evitar estar en la mente de otros, se siente atada. La estrategia del Ego inmaduro para sentir que tiene control ante la dependencia negada es dedicarse a cuidar o a hacer algo por sus amigos, cuando no opta por largarse y aislarse completamente por agobio. Esta lunita es una experta en crear una ruta de escape en el último momento, dejando a los demás en la estacada. Su mamá era una mujer abnegada, que nunca tuvo su propio espacio, ni la oportunidad para desarrollar su vocación o seguir su corazón. Mamá estaba desconectada de su propia vitalidad, fragmentada en varias relaciones…, las que no pudieron ser, las que fueron, las que son, las que mejor que no hubieran sido, las que terminaron mal, y las que le gustaría volver a tener (Donald Trump tiene Luna en oposición a Urano). Como resultado de esto, esta lunita siente abandono cada vez que mamá cambia en qué o quién está pensando. Y si profundizamos un poco más, el problemas no es el cambio en sí, sino aquello que para mamá quedó pendiente y no terminado en esas relaciones. La sensación de culpa de mamá que no le permite soltar del todo (sin renunciar), se traduce en esta lunita en angustia y miedo al vacío creado por la distancia entre la renuncia y el corazoncito de lunita. Es como si algo se perdiese para siempre y ya no pueda ser nunca igual. Esta lunita necesita satisfacer sus necesidades fisiológicas y de conexión para sanarse, y en especial aprender a darse a sí mismo abundancia de aquello que le gusta hasta saturarse, para cambiar su registro corporal y emocional de miedo al vacío, y que su bebé interior se pueda sentir seguro ante los cambios, y la sensación de pérdida que estos conllevan. Esta lunita puede ir un poco estreñida, ya que absorbió de mamá la dificultad para soltar. El yoga, el Tai Chi o el Chi Gong pueden ayudar a que la energía se mueva. Es importante que su cuerpo registre que cuando algo termina está bien y completo así. Esta es la manera en la que su desapego puede llegar a ser algo real, y no un mecanismo de defensa para no sufrir abandono y que le impide crear compromisos reales. Una vez sanada, esta lunita es un potente agente de cambio (A Donald Trump se le da bien llenarse de cosas, pero no ha superado emocionalmente el divorcio con su primera mujer Ivana. De hecho, la hija de ambos, Ivanka, es aún su sustituto). Luna en Piscis. Para esta lunita no tener que hacer nada, como un bebé, es amor. Para sentirse segura a esta lunita le gustaría vivir de la renta, bebiendo mojitos en la playa, bajo la sombra de un cocotero. Pero como eso no suele ser posible, entierra su sueño de ser libre y feliz como un niño, y se dedica a cuidar de los demás, a su pareja, hijos, otros niños, etc. Sin embargo esta lunita siempre se queda con un poso de frustración porque no cree que su sueño algún día pueda cumplirse… A no ser que juegue a la lotería y gane… A veces es como una niña que se deja cuidar y aconsejar, y otras se conecta con ese estado infantil cuidando a otros como si fueran niños. Su mamá era una perfeccionista un tanto obsesiva que deseaba que la reconocieran por la buena madre que era. La obsesión es un intento subconsciente de poner orden al transgeneracional, así que esta lunita de bebé se tragó completita a todos sus ancestros con sus desórdenes y sus traumas, junto con la leche que mamá le dio. Esta lunita es como un pez globo empachado de historias del pasado, al que le gustaría ser inocente y volver a la unidad. Si sólo se diera cuenta de que la unidad no es un destino a alcanzar, sino que está dentro de cada uno, y es el estado normal del Ser que no juzga. Pero con tanta historia del pasado que lleva encima en sus Memorias Celulares, su psique juzga y clasifica, para defenderse de tanta información. Por eso esta lunita es una experta en encontrar problemas e intentar resolverlos, copiando a mamá en su obsesión por hacer. Esta lunita necesita aprender a satisfacer sus necesidades fisiológicas, en especial beber (el agua simboliza las emociones) y el respeto de los ciclos propios, así como de conexión, aprendiendo a discernir qué le sienta bien y qué no, en vez de ser el cubo de basura energético-emocional de sus ancestros. Una vez que esta lunita sana, será muy sabia (¡con tanto transgeneracional a cuestas!) y no necesitará inventarse problemas ni situaciones en la que ella es la salvadora, sino que, cuando se lo pidan, siempre tendrá una respuesta o una propuesta de acción que ayude a pasar a la siguiente fase. Comprenderá que en la Vida, no hay error, sólo ciclos, y que todo es perfecto y es siempre para el mayor crecimiento consciente. Con su comprensión podrá ver el sentido de los acontecimientos, y dirigirse de manera fácil y fluida, sin esfuerzo, hacia lo nuevo.
Mi lógica astrológica Este trabajo de las lunas es una pequeña introducción de la comprensión de la Vida, las personas y las emociones a través de la Astrología del Ser. Desde esta perspectiva vemos los acontecimientos desde el Ser, sin dualidad y sin juicios, comprendiendo la evolución a la que la experiencia nos invita. Astrológicamente, desde este punto de vista, el bebé proyecta su sombra sobre mamá, y siente su energía interior como la del signo opuesto, mientras que la percibe compensando con su energía exterior con las cualidades del signo de la lunita. El bebé absorbe esta incoherencia (la polaridad de los signos opuestos), lo que le crea necesidades insatisfechas y una sensación de vacío que es la que le impulsa a evolucionar. También tengo en cuenta que cada signo, en su vibración más baja o desde el Ego inmaduro, funciona como el signo anterior y madura en el posterior. Asimismo, el quincuncio con el signo anterior al opuesto marca el escollo o la tendencia a superar, mientras que el quincuncio con el signo posterior indica el sentido de la transformación. En cuanto a las necesidades básicas a satisfacer, los signos cardinales han de atender las de seguridad, los fijos las fisiológicas y los mutables las de conexión-nutrición. Los primeros tres signos son los básicos, que además corresponden con los Miedos del Ego y la fragmentación del alma. Te recuerdo que puedes encontrar tu lunita en la siguiente página www.carta-natal.es Guiomar Ramírez-Montesinos Psicoastrocoachig
0 Comentarios
Tu comentario se publicará después de su aprobación.
Deja una respuesta. |
Mis librosCualquier reproducción parcial o completa de este artículo ha de incluir autoría
La AutoraCategorías
Todo
|