Alcanzar un estado de Abundancia es algo que todos queremos. Pero, ¿estamos preparados para sostenerlo? Imagina que ganas 1 millón de euros en la lotería. ¿Qué harías? ¿Empezarías de decírselo a todo el mundo? ¿Repartirías entre tus familiares y amigos? ¿Te volverías loco pensando en qué invertir o gastarlo? o, ¿empezarías a derrochar el dinero? Todos estos casos son ejemplo de no poder sostener la Abundancia. Pero la Abundancia no es únicamente relativa al dinero, sino también a otras energías intensas y de alta vibración, como el amor, la felicidad, la alegría, la atención… ¿Cómo reaccionas cuando alguien te dice que te quiere, o cuando te dan un cumplido?…, ¿te sonrojas, apartas la mirada o sueltas algún comentario para relativizar o minimizar el impacto? ¿Cuándo te vas de fiesta o tienes un buen día, puedes sostener esa energía de bienestar, o terminas atrayendo a tu vida alguna situación que te baje la energía, como por ejemplo una resaca para expiar tu culpa (esto es clásico en las culturas judeo-cristianas basadas en la culpa? El presente artículo está escrito después de observar qué tienen en común las personas abundantes, además de tener en cuenta mi propia experiencia. Te invito a meditar sobre cada uno de estos puntos para ver a cuáles has de prestar más atención y mejorar. Al final, encontrarás una encuesta que te puede servir de referencia, para valorar en qué punto estás y cómo vas progresando. 1. Aprende a sostener vibraciones altas Vemos entonces que, para tener abundancia, primero hemos de prepararnos para sostener energías más intensas, como las de las emociones más elevadas (amor, alegría, felicidad…), la de aquello que es nuevo para nosotros (más allá de la zona de confort) y, en definitiva, la potencia de nuestra alma. Abundancia es el estado creativo del Ser, es cuando tu alma está conectada con tu cuerpo y eres plenamente consciente, es Vivir desde el Ser, es la activación de la kundalini, y aunque todos decimos desearla, la mayoría no estamos preparados para sostener tal intensidad, por lo que terminamos “escurriéndonos” a vibraciones más densas y lentas, como por ejemplo, todas esas emociones y situaciones de las cuales nos quejamos, pero que a nuestro Ego le encanta entretener porque son muy familiares. Así pues, observa cómo reaccionas cuando tu cuerpo conecta con vibraciones, energías elevadas, como el amor, la atención, la alegría, la gratitud. Intenta sostenerlas un poco más sin ponerte a hacer nada y sin hablar. Aunque para poder hacerlo, primero has de sanar la desconexión con tu cuerpo, cubriendo las necesidades básicas que llevas insatisfechas desde que eras pequeño. (Para elevar tu vibración, puedes ver mi artículo 40 días, 40 pasos hacia la felicidad y la manifestación de tus sueños ). 2. Conecta con tu cuerpo Todos hemos vivido carencias en cuanto a nuestras necesidades básicas cuando éramos bebés. Esto no es culpa de nuestras madres, sino consecuencia de siglos de traumas y dolor sin resolver. En la medida en la que una madre ha sufrido o heredado un patrón de dolor no resuelto, no podrá conectar con su bebé y las necesidades de éste plenamente. El trauma desconecta el alma del cuerpo, la desconexión se hereda, se transmite de generación en generación, hasta que alguien lo resuelve. En esencia, todo estamos desconectados de alguna manera, y nuestro cuerpo no puede sostener la reconexión porque nunca lo aprendió. La buena noticia es que no es necesario indagar o averiguar la naturaleza del trauma, ni remover historias antiguas, que sólo servirían para que el Ego se identifique con ellas. Es mucho más sencillo que empieces a cubrir tú mismo las necesidades que tu madre no te satisfizo. ¿Cómo saber cuáles son? Muy sencillo, porque hoy aún te las descuidas. He escrito sobre esto extensamente, y en la sección de mi web titulada “Conectando con el cuerpo” tiene más información. Aquí te presento un resumen:
3. Acepta el caos y los cambios ¿Cómo reaccionas ante imprevistos?, ¿Cómo te afecta el caos a tu alrededor?, ¿Eres capaz de permanecer centrada y navegarlo, o tiendes a ponerte en modo controlador, o te activas y tienes que hacer algo?, ¿Eres paranoica, crítica o negativa? El caos es la energía de lo nuevo que entra en ti, y es ir más allá de la zona de confort. Para estar en la Abundancia es imprescindible aprender a fluir con los cambios y el caos, y que estos no te descentren. Observa tus manías y obsesiones, y en vez de intentar controlar lo externo, ordena lo interno para permanecer centrada independientemente de las circunstancias. 4. Ábrete a tener relaciones incluyentes Los ermitaños no son Abundantes, aunque logren tener dinero. Somos seres sociales y vinculantes. Nuestras relaciones con otras personas reflejan la relación con nosotros mismos. Si rechazo a algunas personas, rechazo una parte de mí. Si me relaciono con pocas personas, mi potencial creativo no se puede expresar plenamente. Necesitamos de los demás para poder desplegar todo el potencial de nuestra alma, ya que éste se sostiene mucho más fácilmente en grupos (en una comunidad intencional, es decir, en un grupo de personas unidas por una misma intención). Y necesitamos de los demás para que este potencial tenga sentido: venimos aquí a desplegar nuestros talentos para crear entre todos un mundo mejor. No te aísles y encierres, no discrimines a personas que ven las cosas de otra manera o que tienen otras creencias. Ábrete a todo el mundo; si tú estás en tu centro, se acercarán a ti aquellas personas que resuenan con tu propósito. No necesitas rechazar a nadie. Y si se acercan individuos que te resultan negativos, es porque reflejan una parte de ti que ha de ser liberada para estar más en tu centro. 5. Ábrete a dar y recibir Para ser Abundante es fundamental estar abierto al dar y al recibir. ¿Has encontrado tu vocación?, ¿Eres feliz con el trabajo que desarrollas?, ¿Cuándo alguien te da un cumplido, te ofrece ayuda o te da un regalo, puedes sostenerlo y dar las gracias, o desvías la atención con algún comentario?, ¿y cuándo te dicen que te quieren? Pon atención en tu apertura para dar y recibir. Da las gracias y sostén en tu corazón la alegría de la otra persona cuando te ayuda, cuando te dice algo bonito o cuando te muestran su cariño. Y empieza a ofrecer al mundo tus talentos, aquello que te hace feliz y eleva tu vibración cuando lo das. Poner tus talentos en marcha es dar desde lo mejor de ti. 6. Crea tu realidad con tu intención Aprende a crear tu realidad con la intención. Para lanzar una intención es necesario estar en tu centro, y la mejor manera es usando la rabia. Puedes leer más sobre esto en la sección de mi web titulada “Creando con la intención”. Cuando algo te de rabia, porque te das cuenta de que estás repitiendo un patrón que es viejo para ti, utilízala para definir qué tipo de experiencia no quieres ya en tu vida, y qué cosas nuevas te gustaría experimentar. Y ten en cuenta que siempre que lances una intención, aparecerá la Prueba del Techo del Ego para retar y comprobar lo firme que es tu propósito. No existen putadas cósmicas ni castigos divinos, sino sólo resistencias a dejar viejos patrones. También es importante que tengas en cuenta que “siempre que entra la luz, sale la mierda”. Por eso, siempre que te abras a lo nuevo, lo viejo aparecerá, provocando emociones, para que las Memorias Celulares asociadas puedan salir. Imagina que intenciones ser Abundante. El Universo entonces te hará ver aquellas Memorias Celulares relativas a la carencia. Por ejemplo, te ofrecerá una situación e la que pierdas dinero o fracases para que puedas observar y sentir tus miedos, y así liberarlos. En otras palabras, si tienes Memorias Celulares de carencias en el cuerpo, habrás de desalojarlas para poder vibrar con la Abundancia. 7. Toma la vida como si fueras un niño Juega, ríe, haz el tonto, tómate las cosas a la ligera. Lanza tus intenciones como si fuera un juego. No tengas expectativas de cómo y cuándo han de suceder las cosas. Recuerda, se trata de fluir y no controlar. Ser cómo un niño te facilitar navegar por el caos. Reír como un niño y jugar eleva tu vibración. Los niños juegan con todos y no discriminan (si no están condicionados por sus padres). Vivir desde el Ser es empoderar a tu niño interior y dar sus talentos para crear un mundo mejor. Guiomar Ramírez-Montesinos Psicoastrocoaching ENCUESTA DE ABUNDANCIA Valora de 0 a 10 cuál es tu grado de Abundancia, siendo 0 poco y 10 mucho. Puedes sumar todas las puntuaciones y dividir por 11 (el punto 2 cuenta como 3). Presta atención a tus puntuaciones más bajas para mejorar esos aspectos.
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