Las energías de ahora destacan la importancia de conectar con la vulnerabilidad, algo que nos cuesta muchísimo mientras sigamos identificados con nuestra identidad egoica. Creemos que abrirnos a la vulnerabilidad es exponerse a ser víctima, es aceptar el victimismo, pero en realidad es todo lo contrario, es abrirse a conectar con los demás y aceptar ser ayudado, a través de la entrega a algo mayor que nosotros, al Universo. Aspectos astrológicos A continuación, explicaré los aspectos astrológicos por los que estamos transitando, así que, si no te interesan estos detalles, puedes saltarte al siguiente subtítulo. En estos momentos, Plutón forma un sextil con Venus en Escorpio, una combinación que habla de miedo a la destrucción y de la tendencia a cerrar el corazón por miedo a sufrir el terror de la transformación que se avecina. Mientras que Marte está en Piscis, indicando que la voluntad está a merced de algo superior. Además, Saturno en Capricornio en conjunción con el Sol y en quincuncio con la Luna en Leo, resalta nuestro deseo de independencia. Por otro lado, Neptuno en Piscis está en trígono a Venus y en quincuncio a la Luna, indicando un anhelo de un mundo mejor en el que podamos mostrarnos de manera auténtica y vulnerables, y el deseo de rendirnos a esta realidad. Paralelamente, Plutón hace tiempo que está transitando Capricornio, transformando nuestras estructuras y creencias colectivas, y ya se empieza a percibir energéticamente la conjunción Saturno-Plutón (están a 9º aún), que pondrá aún más énfasis en la importancia de entregarse a esta transformación de consciencia global que nos invita a abrirnos a otra manera de vincularnos con los demás, desde el corazón. No sin antes enfrentarnos al miedo que tenemos a la muerte (del Ego) y a la soledad. Por último, hay que recordar que los Nodos acaban de entrar hace poco en el eje Cáncer-Capricornio, y Lilith sigue en Acuario, haciendo que nos planteemos con quién vamos a seguir nuestro camino, quién nos acompañará, a quién tenemos que dejar por el camino, qué fidelidades antiguas ahora ya no vibran con nuestro futuro. Tema al que se suma Quirón en Piscis, de camino a Aries, y en aspecto a Urano. Un futuro que Júpiter en Sagitario (en cuadratura a Neptuno) y Urano a punto de entrar de nuevo en Tauro nos avisan de que está a la vuelta de la esquina. La mente se desconecta del cuerpo En estos momentos la energía de lo nuevo está entrando con fuerza en el planeta, y en nuestros cuerpos, a la vez que ya hemos soltado casi todo lo viejo, y sólo nos queda el miedo al abandono. Debido a este miedo, que implica un vacío interior que hace que sea más difícil sostenerse en el cuerpo a recibir esta energía, nos vamos a la mente con mucha facilidad y rapidez. Es decir, a la mínima, y casi sin motivo aparente, te puedes encontrar con dudas, preocupaciones, y con la cabecita dando vueltas. El primer paso es comprender que estos síntomas mentales no son señal de que algo pasa en tu mundo, por mucho que te esfuerces en buscar a quién echarle la culpa, sino que son señal del Ego inmaduro que se ha puesto en marcha. En nuestra sociedad nos hemos identificado en exceso con nuestra mente, hasta el punto de que estamos convencidos que somos nuestros pensamientos. Pero en realidad somos aquello que puede observar esos pensamientos. De hecho, tus pensamientos, tus creencias y la película que crean son tu Ego. Tú no eres eso. Tú eres a pesar de eso. Si comprendes esto profundamente, entenderás que cada vez que tu cabeza empieza a dar vueltas en círculo por su cuenta, creando interpretaciones que te provocan malestar, ansiedad, rabia, etc., haciéndote dudar o que te consumas en preocupaciones, lo que ha pasado es que se ha enchufado el Ego, que te ha desconectado de tu cuerpo, porque has sentido algo que no eras capaz de registrar conscientemente. En verdad lo que sucede es que entra una energía nueva, estimulando sensorialmente el cuerpo, pero como no somos lo suficientemente sensibles como para detectar esto, esta energía activa una Memoria Celular pasada, que es desplazada para que la energía nueva pueda caber en el cuerpo. La emoción asociada a la Memoria Celular sube y la empezamos a sentir. Nuestro Ego, que no soporta sentir algo extraño porque le crea inseguridad, proyecta esa emoción fuera, de tal manera que encuentra un culpable con quién entrar en una lucha de poder, ya sea como víctima o victimario. Pero al hacer esto, perpetuamos la Memoria Celular, y la desconexión con el cuerpo de la mente egoica nos desconecta y cierra de la energía nueva que entra. Te invito a leer mi sección sobre Memorias Celulares para comprender esto mejor. Nutriendo y cuidando tu cuerpo como un bebé Por eso, en primer lugar, el paso más importante, y al cual nos invita el Nodo Norte en Cáncer, es llenar ese vacío interior que todos tenemos, y que es el resultado de haber sido criados por una madre que, a su vez, tenía su propio vacío interior, sus preocupaciones y sus miedos. Es decir, de bebés, nuestras madres no pudieron conectar plenamente con nosotros, porque tenían sus miedos, dudas y preocupaciones, por las cuales estaban desconectadas de su propio cuerpo. Así, el bebé aprendió a buscar a mamá y a “leerla” para asegurarse de que sus necesidades eran cubiertas. Como el bebé aprendió a “salirse fuera” para buscar a mamá, relacionándose con ella desde su propias carencias y sensación de vacío, de mayor hace lo mismo, y cuando siente un vacío dentro, busca afuera quién se lo pueda llenar. De esta manera vamos todos por la vida, relacionándonos desde nuestros vacíos, buscando alivio en otro, y proyectando fuera nuestra propia separación interna, logrando a cambio no resolver, sino perpetuar ese vacío y ese dolor. De la misma manera que mamá no me llenó mi vacío, sino que me dio a cambio su dolor y sus preocupaciones en la forma de Memorias Celulares, voy por la vida buscando ser llenado por alguien que sólo me puede dar el mismo dolor con el que fui nutrido. Y a esto lo llamamos amor: todo lo que mamá no me dio y yo necesitaba, más todo aquello que sí me dio y yo no quería. Y a esto lo llamamos amor: todo lo que mamá no me dio y yo necesitaba, más todo aquello que sí me dio y yo no quería. Para llenar este vacío, es imprescindible que aprendamos a cuidar y nutrir nuestro cuerpo como si fuera el de un bebé. En esencia esto es lo que se llama amarse a sí mismo, que para mí es amar/invitar a tu alma a habitar tu cuerpo. Aprende a reconocer cuándo tienes hambre y qué te sienta bien, cuándo tienes frío, cuándo calor, cuándo necesitas descansar y estar sola, o cuando necesitas pasear y estar con gente…. Aprender a cuidarte. Respeta tus necesidades fisiológicas y nútrete. Nos cuesta sostener emociones en el cuerpo, y por eso nos vamos a la cabeza buscando controlar nuestro entorno, reaccionando para intentar quitarnos de encima lo que sentimos que no nos gusta. Te invito a conectar con tu cuerpo para aprender a sentirte segura al experimentar diferentes emociones. Si te sientes triste, en vez de distraerte con las redes sociales o realizando alguna actividad que te distraiga, haz algo para hacerte sentir mejor, escucha tus emociones y mímate con ternura. Si te sientes con ansiedad, haz una actividad que ponga esa energía en movimiento y así evitar que la energía estancada se convierta en miedo. Cuida cómo te sientes, y busca hacer cosas que te hagan sentir bien, desde un nivel fisiológico y emocional muy básico. Eso es siempre lo prioritario. Si me desconecto de mi corazón, desconecto de los demás Otro efecto de estas energías nuevas que están entrando es que, al desconectarnos del cuerpo y meternos en la cabeza, nos desconectamos de nuestro corazón. Y esto a su vez lleva a que estemos desconectados de nuestra alma -y su información-, y de los demás. Aunque en especial, de aquellas personas con las que tendremos que crear sinergias para hacer realidad lo que nuestra alma desea. Y esto es lo que se va a empezar a dar a partir de la primavera del año que viene (cuando Quirón entre en Aries, Urano en Tauro y otros aspectos interesantes). Así que, muy sencillito. Tenemos unos meses para aprender a conectarnos con nuestro cuerpo, nutriéndolo y cuidándolo como si fuera el de un bebé, para así llenar ese vacío interior que todos tenemos, lo cual nos permitirá sostener la energía de lo nuevo, del propósito de nuestra alma -aquello que intuimos y aún no sabemos qué es-, y las emociones viejas que se movilizan, además de mantenernos conectados con el corazón y atraer a nuestras vidas las personas que nos ayudarán a crear el anhelo de nuestra alma (insisto, aunque no tengas ni idea de qué es). Es que no importa que sepas lo que es o no, porque tu cabecita no se tiene que enterar. Esto no va tanto con ella. Es más, si se llega a enterar tu Ego (cabecita parlante, crítica, con dudas, enfadada, etc.), puede que no quiera, que le de miedo, y que quiera volverse hacia atrás. Así que mejor dejar de querer saberlo todo, y confiar en que el corazón sí conoce el camino. Por eso hay que sintonizarse con él. La vulnerabilidad y la apertura del corazón Y todo esto nos lleva al tema de la vulnerabilidad, que está muy activo estos días, astrológicamente. Muchos habréis vivido situaciones en las que os habéis visto obligados a rendiros ante algo o alguien, en la que os hayáis sentido impotentes, en la que las cosas suceden fuera de vuestro control. Entregarse a esta sensación es clave para conectarse con el Universo. Puede que te haya llegado una multa injusta, un pago o una noticia desagradable inesperada, una inspección, revisar una historia en la que no te pudiste defender…. Estas situaciones están para que te abras a la vulnerabilidad. Vulnerabilidad no es victimismo, no es sentir que se han aprovechado de ti, que has perdido, que te han dañado, sino admitir que en la Vida hay cosas que están totalmente fuera de tu control. Y si nos entregamos profundamente a esta realización, y aceptamos que el resultado no depende de nosotros, sino que la Vida sabe mejor lo que necesitamos, lo que sobreviene no es un desastre, sino una apertura de corazón y a la Vida. Acepto con una profunda sensación de tranquilidad, y comprendo que las cosas son como tienen que ser, y yo no tengo ni idea de qué es lo que está pasando. No significa que no actúes, que no hagas lo que crees necesario, sino que una vez lo haces, no intentes luchar mentalmente contra la situación, ni contra nadie, sino acepta y confía que todo es por algo. Por ejemplo, me están haciendo una inspección de Hacienda, yo he aportado la información necesaria, y mi gestor pone de su parte… El resto están en manos del inspector y del Universo, ya sea tenga que pagar o no, y lo acepto. No me enfado, ni tengo bronca, ni le doy vueltas a la cabeza. Acepto con una profunda sensación de tranquilidad, y comprendo que las cosas son como tienen que ser, y yo no tengo ni idea de qué es lo que está pasando. Comprender profundamente que las cosas están fuera del control de tu mente no sólo es liberador, sino que esta entrega ante “fuerzas mayores” es justo lo que va a hacer posible que te abras al Universo y a su ayuda. En otras palabras, si aceptamos que no todo depende de nosotros (sin echar culpas fuera ni hacia uno mismo), ni de nuestro Ego, nos abrimos a que el Universo nos empiece a echar una mano, y nos envíe la ayuda y las personas que tienen que colaborar con nosotros. Y ahora toca ir más allá de lo que sabemos, salir de la zona de confort, y tener la sensación de que estamos caminando solos hacia no se sabe dónde, con la única luz de tu corazón para iluminar el camino. ¿Con quién? De la misma manera que no tenemos que saber cuál es el propósito de nuestra alma (sólo confiar en que existe), ni qué es lo que tenemos que hacer, aunque sintamos profundamente el anhelo que nos llama. Tampoco toca ahora saber quién te va a acompañar en ese camino y quién no. Se nos da muy mal la incertidumbre, y sobre todo cuando nos toca la pertenencia y el miedo al abandono. Pero la clave de estos tránsitos es precisamente sentir, sostener en el cuerpo la sensación de la incertidumbre. Uno de los temas que toca el recién ingresado Nodo Norte en Cáncer es éste. ¿Dónde perteneces? ¿Quién seguirá contigo y quién no? Si crees saber la respuesta, es tu mente, y por tanto tu Ego el que habla. Y lo dicho, el pobre no tiene ni idea. Estamos llamados a funcionar de una manera tan diferente a la de antes, que creer que sabes qué va a pasar implica resistencia a soltar lo conocido. Y ahora toca ir más allá de lo que sabemos, salir de la zona de confort, y tener la sensación de que estamos caminando solos hacia no se sabe dónde, con la única luz de tu corazón para iluminar el camino. Así que, ¡confía! Guiomar Ramírez-Montesinos Psicoastrocoach
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