Astrología desde el Ser (II). de Aries a Géminis

Con este artículo inicio una serie en la que hablaré de la Energía de los Signos desde la perspectiva de la Astrología desde el Ser. Como expliqué en el  artículo anterior,  la Lógica de esta forma de ver a la Astrología implica tener en cuenta los aspectos de 30º y 150º que forma cada signo, los cuales nos indicarán la evolución de esa energía. De esta manera, la carta natal nos ofrece una información muy clara de cómo ha de ser tu evolución, en qué punto estás y los pasos que has de tomar.

[este artículo es un primer intento de poner en letra escrita la visión astrológica que estoy desarrollando, así que hay conceptos que no entiendes, no te preocupes, que mi intención es escribir un libro en el que entre mucho más en detalle y profundidad]
 
La Luna y las energías de mamá
Por cada signo desarrollaré esta secuencia, y luego detallaré la interpretación con el Sol y la Luna. Veremos que la Luna nos indicará, en el signo en la que se ubica, la energía “exterior” o evidente de la madre, tal y cómo la vivió el individuo, mientras que el signo contrario nos habla de la energía “interior”, es decir, los procesos emocionales y mentales que determinan la conducta exterior de la madre.

El trabajo consciente que pide la Luna es, primero, comprender cómo el diálogo interno de la madre condicionó su conducta externa, y cómo ambos (la distancia entre la Luna natal y el signo opuesto) fueron interiorizados por el individuo como una lucha interna por la cual se niega sus necesidades, al interiorizar ese diálogo como si fuera propio o personal. La labor es comprender a mamá y sus circunstancias, lo cual fue el motivo por el que no pudo atender plenamente a su bebé, empezar a cubrir nosotros mismos aquellas necesidades básicas que quedaron insatisfechas, y reconocer y soltar el diálogo interno de ella. Una vez liberamos el dolor o el conflicto de mamá (dejamos de creer que es nuestro), podemos ofrecer al mundo el talento de nuestra Luna.

[más sobre las Lunas en Sanando tu lunita, sanando tu bebé interior con la Astrología]
[más sobre las Necesidades básicas del bebé en Conectando con el cuerpo]
 
El Sol y las energías de papá
Después de integrar la Luna (con su signo opuesto), entonces estaremos en posición de conectar con el Sol, la expresión del Ser en el mundo. El Sol nos habla del padre. El signo en el que está relata cómo el individuo vivió a papá o su sustituto (a menudo mamá) en casa, mientras que el signo contrario nos dice de qué manera papá obró en el mundo y para los demás. Esa energía la vivimos como algo, una cualidad en la acción, que papá daba a los demás, pero no a mí, por lo que sentimos que no la recibimos y, por tanto, que no la tenemos. La distancia interna generada por la Luna nos mantiene demandantes y a la expectativa de algo o alguien nos rescate, con lo que ponemos el poder fuera. Pero eso mismo nos impide comprender que la labor de papá es enseñar con el ejemplo, y que sólo hemos de seguirle. Sin embargo, sentimos que no reconoció nuestra esencia, en la medida en que papá no nos vio. La clave para desbloquear el acceso a los regalos que nos ha de transmitir papá es conectar con el talento que nos indica el signo siguiente al opuesto de la Luna (quincuncio posterior), reconociendo de qué manera él llegó a manifestarlo.

El problema es que, si la escisión de la psique creado por la contradicción en la relación interna con mamá es muy grande, y la expresión solar la ocupó ella en casa, será mucho más difícil hacernos con los talentos de nuestra expresión solar y, por tanto, manifestar nuestro Ser en el mundo. Así pues, el trabajo consciente después de integrar la Luna y sublimarla hacia el signo siguiente es comprender que, justo eso que papá da al mundo es el regalo que nos ofrece. Precisamente porque su mirada es hacia afuera, nos enseña a mirar al mundo y poner el foco en dar a los demás y realizarnos.
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Si la Energía del signo solar nos indica nuestra esencia, la qué hemos de sacar al mundo, el signo opuesto, con el apoyo del talento del siguiente, nos dice el cómo hemos de hacerlo. Nuestra esencia la podemos mostrar una vez hayamos sanado nuestras propias necesidades básicas no satisfechas por mamá y reconciliado su diálogo interno. Luego la labor es integrar la expresión de nuestra esencia, con la acción que vimos a papá hacer en y para el mundo, y el talento que pudo desarrollar.
 

La Energía de Aries
Aries viene de Piscis (semisextil anterior). Por eso en su versión menos evolucionada, Aries se pierde en mil ideas, y no se atreve a poner ninguna en marcha, por miedo a fracasar o por culpa de hacerlo mal. Su gran escollo es superar su tendencia a la crítica y a decirle a los demás lo que tienen que hacer (el quincuncio anterior, Virgo como escollo), para ello necesita ordenarse primero internamente, tanto física como mentalmente, para que su mente se calme y pueda abrirse al vínculo (Libra) y coordinarse con los demás, ya que necesitará siempre de otros para llevar a cabo lo que desea. Es necesario que venza el miedo y la culpa piscianas para que pueda abrirse plenamente a los demás. Para madurar su capacidad para la colaboración, Aries ha de incorpora el talento del quincuncio posterior, Escorpio, quien le ayudará a liberar las Memorias Celulares de fracasos ancestrales que le condicionan, así como abrirse a ser transformado por el otro. Así es cómo la idea que por fin Aries elija podrá de forma magnética (Escorpio) inspirar a los demás a llevarla a cabo, ya que nunca se trató realmente de un deseo personal, sino de uno colectivo. En la colaboración con el otro para materializar una idea con valor, Aries se habrá sublimado hacia Tauro (sextil posterior), encarnando el fuego del espíritu.
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Luna en Aries. Para esta lunita la acción y el movimiento es lo que le da seguridad, porque sólo sentía presente a su mamá cuando ella estaba haciendo cosas, limpiando o diciendo a los demás lo que tenían que hacer, pero cuando ella paraba se inundaba de dudas e inseguridad (Piscis). Si la energía externa de mamá es la acción, la interna son las dudas (Libra). Su diálogo interno está plagado de preocupaciones con un sentido de urgencia (Virgo) por lo que pueda pasar, y para compensar se vuelve obsesiva y mandona. Luna en Aries absorbió este diálogo interno de mamá como si fuera propio, y por eso cree que los demás le están siempre exigiendo y mandando. Para sublimar esta luna y soltar la codependencia basada en la conexión con el dolor de mamá esta lunita ha de cuidarse las necesidades de seguridad que su mamá no pudo satisfacer cuando era bebé. Además, aprender a liberar Memorias Celulares (Escorpio) le ayudará a soltar el control e irradiar magnetismo, lo que favorecerá la maduración del vínculo entre madre e hijo/a, sin importar cuál de los dos lo haga.

Sol en Aries. Para brillar por su propia cuenta, este Sol necesita ser líder de sus propias ideas. Es por esto que atrajo a un papá (o su sustituto, por ejemplo, mamá) que en casa (energía externa interior) era insistente, demandante y daba órdenes, o siempre estaba en movimiento, en acción. Pero la energía externa exterior de papá (en el mundo) es Libra con escollo en Virgo, con lo cual papá se pierde en hacer lo que quieren los demás. Puede que realice un trabajo de servicio atendiendo la demanda o que sea crítico hacia los demás. Este modelo de acción lleva a este Sol a perderse en los mundos piscianos de la culpa, el caos y la indecisión, con el foco puesto en el pasado y en el rencor, y a creer que no puede hacer lo que su alma anhela por culpa de alguien. Especialmente si la que manifiesta la energía ariana externa interior (es decir, en casa) es la madre, lo que dificulta el proceso de integración. Además, este Sol cree que la energía externa exterior del padre (es decir, su acción en el mundo) es justo aquello que papá no le dio y, por tanto, el individuo cree no poseer esas cualidades, cuando en verdad, el propósito del padre es enseñar con el ejemplo. Este ejemplo de acción para potenciar al otro se hace más obvio y puede ser interiorizado cuando Sol en Aries comprende de qué manera el padre ha logrado empoderarse (Escorpio en el talento) y empoderó a otros. Cuando el individuo integra el regalo de su padre, puede sublimar su Sol hacia el siguiente signo, en este caso, Tauro, lo que le permitirá dirigir la acción de otros hacia la construcción de nuevos valores, ya sean materiales o morales.
 

La Energía de Tauro
Tauro viene de Aries. Por eso en su versión menos evolucionada, Tauro se dispersa mentalmente y le cuesta concentrarse, por lo que se irrita cuando otros le distraen, lo que le da la fama de cabezota. Tauro es lento, pesado y algo torpe porque aún no ha encarnado su alma en su cuerpo. Está aprendiendo a encarnar de verdad, a conectar con la materia y a materializar, así como a traer nuevos valores. Pero para ello ha de superar el escollo de Libra, quien se pierde en la mente del otro para no sentirse abandonado, por lo que no conecta con lo que realmente desea y necesita. Esto es fundamental para que pueda pedir y obtener lo que quiere y, una vez que esté lleno, rebosar y compartir lo que le sobra (Escorpio). Para ello Tauro ha de apoyarse en el talento de Sagitario, que le da la perspectiva necesaria para no sentir el miedo, y así le ayuda a poder liberar e integrar las Memorias Celulares activas (Escorpio), que son las que mantienen el alma fragmentada y la mente dispersa, perdida en los demás, en patrones de codependencia. Una vez que Tauro ha madurado e integrado la energía de Escorpio, podrá dejar las relaciones de control y manipulación, sostenerse por sí mismo y contagiar ese mismo proceso en los demás a través del compartir con otros la información que su consciencia ha integrado. Tauro entonces se sublima en Géminis.
 
[Más sobre las Memorias Celulares]
 
Luna en Tauro. Para esta lunita, el tacto, lo físico y lo material es lo que le da seguridad, porque su mamá sólo le hacía sentirse seguro cuando estaba físicamente presente y tocándole. Ella, por fuera, le daba importancia a lo material, lo físico, los valores fijos y tener seguridad, porque era una persona con muchas inseguridades, fruto de todas sus Memorias Celulares activas (Escorpio como energía interior). La mamá tenía el escollo de Libra, lo que quiere decir que se perdía en la mente de los demás, y así deshabita su propio cuerpo. Por eso, el diálogo interno de la mamá de esta lunita consistía en obsesivamente intentar controlar lo que los demás piensan de ella. Hábito que Luna en Tauro absorbió como si fuera propio, y que le hace sentir inseguro en la acción (Aries), para no disgustar a mamá. Para sublimar esta luna y soltar la codependencia basada en la conexión con el dolor de mamá, esta lunita ha de cuidar sus necesidades fisiológicas, aquellas que su mamá no pudo satisfacer cuando era bebé. Además, prácticas de meditación que conecten con el cuerpo o el deporte (Sagitario) ayudan a integrar las Memorias Celulares, lo que favorecerá la maduración del vínculo entre madre e hijo/a, sin importar cuál de los dos lo haga.
 
Sol en Tauro. Para brillar por su propia cuenta, este Sol necesita establecer cuáles son sus talentos y valores propios. Es por esto que atrajo a un papá (o su sustituto, por ejemplo, mamá) que en casa (energía externa interior) era alguien siempre preocupado por la economía, los bienes, el dinero, el bienestar y la comodidad. Pero la energía externa exterior (en el mundo) de papá es Escorpio con escollo en Libra, por lo que es alguien que controla o dirige a los demás, o que reparte lo que es valioso o justo. Este modelo de acción lleva a este Sol a perderse en los mundos arianos de la rabia, cuanto más se pierde en querer hacer lo que los demás desean o en mantener la armonía y la justicia. Especialmente si la que manifiesta la energía taurina externa interior (es decir, en casa) es la madre, y los valores del padre no están actualizados y no son coherentes. Además, este Sol cree que la energía externa exterior del padre (es decir, su acción en el mundo) es justo aquello que papá no le dio y, por tanto, el individuo cree no poseer esas cualidades, cuando en verdad, el propósito del padre es enseñar con el ejemplo. Este ejemplo de usar valores como recursos se hace más obvio y puede ser interiorizado cuando Sol en Tauro comprende de qué manera su padre logró liberar las Memorias Celulares (Escorpio) que le anclaban a valores pasados, y se alineó con su Verdad (Sagitario en el talento), respetando la Verdad de otros. Cuando el individuo integra el regalo de su padre, puede sublimar su Sol hacia el siguiente signo, en este caso, Géminis, lo que le permitirá compartir y comerciar aquello que cree valioso con otros.
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La Energía de Géminis
Géminis viene de Tauro. Por eso en su versión menos evolucionada, Géminis es de ideas fijas, es la mente cristalizada en patrones patriarcales que mantienen el estatus quo. Para poder liberar la mente, Géminis ha de primero superar el escollo de Escorpio, que le confiere ansias de control mental, alimentadas por los Miedos del Ego de la información almacenada en las Memorias Celulares. Cuando consiga integrar sus Memorias Celulares, podrá ser más libre (Sagitario) para pensar y crear con la mente lo que quiera, aunque para ello habrá de apoyarse primero en el talento de Capricornio, que es comprender la esencia de las cosas y dar un salto de consciencia, sosteniéndose sobre su propia Verdad (Sagitario), basada en su propia experiencia (Escorpio). Cuando lo logre, Géminis será creador de nuevos mundos, y así se habrá sublimado en Cáncer.

Luna en Géminis. Para esta lunita estar activa mentalmente, compartir y comunicar es lo que le da seguridad, porque su mamá la sentía más relajada cuando se entretenía hablando, leyendo o relacionándose superficialmente con otros (energía externa). Pero internamente la mamá de esta lunita es muy impaciente (Sagitario), debido a las Memorias Celulares traumáticas (Escorpio como escollo) que se le activan frente al bebé, y por eso es insistente cuando le da de comer y se irrita cuando tiene que cuidarlo. El diálogo interno de mamá que interioriza esta lunita de bebé como si fuera propio es “no tengo tiempo para ti”, lo que hace que crea que no es alguien valioso (Tauro). Para sublimar esta luna y soltar la codependencia basada en la conexión con el dolor de mamá, esta lunita ha de cuidar sus necesidades de nutrición-conexión, aquellas que su mamá no pudo satisfacer cuando él era bebé. Muy importante también que aprenda a darse tiempo (Capricornio) para conectar con su cuerpo (Tauro) y sus emociones (Cáncer). Esto favorecerá la maduración del vínculo entre madre e hijo/a, sin importar cuál de los dos lo haga.

Sol en Géminis. Para brillar por su propia cuenta, este Sol necesita comunicar sus ideas. Es por esto que atrajo a un papá (o su sustituto, por ejemplo, mamá) que en casa (energía externa interior) era alguien intelectual, que hablaba mucho, que leía, que compartía o comunicaba. Pero la energía externa exterior (en el mundo) de papá es Sagitario con escollo en Escorpio, con lo cual papá es alguien que tiende a fanatismos (Sagitario), o defiende causas perdidas, todo por no llegar al fondo de las cosas, a una comprensión más profunda (Escorpio). Este modelo de acción lleva a este Sol a perderse en los mundos taurinos de creencias fijas, típico del patriarcado, sintiéndose inseguro para expresar sus propias ideas, su propia manera de ver el mundo. Especialmente si la que manifiesta la energía geminiana externa interior (es decir, en casa) es la madre, y el padre no tiene voz en casa. Además, este Sol cree que la energía externa exterior del padre (es decir, su acción en el mundo) es justo aquello que papá no le dio y, por tanto, el individuo cree no poseer esas cualidades, cuando en verdad, el propósito del padre es enseñar con el ejemplo. Este ejemplo, de expresión de la Verdad propia al mundo, se hace más obvio y puede ser interiorizado cuando Sol en Géminis comprende de qué manera el padre sí logró liberar sus cargas del pasado (Escorpio), una vez que maduró comprendió mejor la realidad y cómo funciona (Capricornio). Cuando el individuo integra el regalo de su padre, puede sublimar su Sol hacia el siguiente signo, en este caso, Cáncer, lo que le permitirá crear un nuevo mundo, un nuevo conocimiento.
 

​Guiomar Ramírez-Montesinos
Pscioastrocoach