Lilith en la IV, mis emociones no son mías. Abriendo la Caja de Pandora

No es fácil tener a Lilith en casa IV, ya que exige no tomarse personal el mundo de lo emocional. Este bebé nace en una familia en la que hay una gran represión de las emociones, porque en el linaje ancestral ha habido trauma, dolor, secretos inconfesables o incluso personas con ciertos poderes psíquicos que han sido ocultados. En definitiva, es un hogar con una carga emocional muy fuerte, pero con un acuerdo tácito de no abrir esa Caja de Pandora. Pero Lilith en la IV ofrece el regalo de aprender a saltar sobre el oleaje emocional, de mostrar al niño interior juguetón, y de abrir y conectar a los demás desde la pureza.

Calcula tu Lilith

En Astrología, Lilith nos habla de la energía emocional colectiva, y tiene por misión vengativa derrotar al Ego. En una carta astral, Lilith nos indica en qué ámbito podemos disponer de toda la energía que hemos acumulado en vidas pasadas para con ella contribuir al colectivo. Sin embargo, para usarla, hemos de funcionar sin Ego (mejor dicho, con el Ego maduro que da y que no se pone en medio), es decir, desde el Ser, y no tomarnos lo que atañe a ese ámbito de manera personal. Por eso mismo, tener a Lilith en las casas más personales es todo un desafío.

Difícil y noble labor la de aquellos que tienen a Lilith en las casas I, III y IV, las más personales, ya que éstas nos hablan de la identidad, la mente y las emociones, respectivamente. En esta ocasión hablaré de Lilith en la IV, la casa de Cáncer, signo regido por la Luna, por lo que, en cierta medida, también se puede aplicar lo que expongo en este artículo a Lilith en ese signo o en aspecto con la Luna.
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Aunque no sepas mucho de astrología, ni tampoco dónde tienes a Lilith en tu carta, creo que este artículo también te puede interesar, por cuanto los temas que voy a tratar en realidad nos afectan a todos. Ya escribí sobre Lilith en casa III, y más adelante hablaré sobre Lilith en casas I-Aries (la identidad) y en casa VII-Libra (la de las relaciones), y en las otras dos casas regidas por signos de agua (emociones), la VIII-Escorpio y la XII-Piscis.
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“Lilith es la mujer primigenia de Adán, que declaró una proverbial batalla contra el Ego de los hombres, cuando aquel le pidió a Dios que le diera una mujer más sumisa, y no una que pretendía igualdad. Lilith fue desmaterializada por su desobediencia, y desde entonces simboliza una oscura fuerza energética que, aparentemente antagoniza, pero en realidad equilibra, el efecto de separación cuerpo-mente provocado por los Miedos del Ego.”

​Las personas con Lilith en la IV tienen la noble labor de liberarnos de bloqueos emocionales a nivel colectivo, sean consciente de ello o no, y lo prediquen desde el ejemplo o incluso hagan todo lo contrario, funcionando desde una vibración baja a través de la provocación o de la instigación. Al fin y al cabo, el Ser funciona desde la energía, independientemente del nivel de consciencia que tenga el humano encarnado.

Algunos ejemplos de famosos con Lilith en casa IV, según Astrotheme, son: Los dirigentes Donald Trump, Abraham Lincoln, Joseph Stalin, Vladimir Lenin y Emmanuel Macron; los pensadores Franz Kafka y Jean-Paul Sartre; escritores William Shakespeare, Julio Verne y Federico García Lorca; y personajes famosos como Johnny Depp, Tom Hanks, Jack Nicholson, Michael Moore, Ellen DeGeneres, Sinead O’Connor, Bob Dylan, Charles Manson, Monica Lewinsky y el mago David Copperfield.

La casa IV nos habla del mundo emocional, de la familia, el clan, las bases psicológicas y el padre. ¡Lilith aquí nos pide que aprendamos a no tomarnos personal el ámbito más personal que hay, el de las emociones y la familia!  
 
Sensibilidad abierta
Las personas con Lilith en la IV, o también en Cáncer o en aspecto con la Luna, son muy sensibles y poseen una apertura emocional natural muy grande. Tan grande que todos los velos que sus padres y ancestros han querido colocar sobre el dolor y el trauma para ellas son transparentes. La conexión humana es a través del sentir, y ellas sienten. Lo sienten todo, independientemente de que sean consciente de ello o no. Son almas que vienen a recordar a sus familias que no se puede negar el mundo emocional, que no se pueden guardar los secretos, ni correr tupidos velos sobre las cosas que ocurrieron en el pasado y que marcaron la vida de sus protagonistas.

Lilith en la IV siente desde el Ser. Tiene una conexión natural, y una energía emocional de apertura muy potente. Esto sería maravilloso, si no fuera porque la humanidad está aún plagada de dolor y de miedos del Ego, y porque estos seres encarnan justamente en las familias que más les necesitan. Por eso, estos nativos tienden a quedar totalmente abrumados por lo que sienten, y es frecuente que terminen cerrándose por completo a su sensibilidad, compensando con una actividad frenética en el mundo exterior y, en el peor de los casos, actuando con crueldad hacia todo aquel sobre el cual proyecte su propia vulnerabilidad.

El niño Lilith en la IV aprende desde muy chiquitín que la apertura emocional que provoca, al ver a través de todos los velos que cubren las emociones, es algo que incomoda a los demás, quienes enseguida empiezan a reaccionar cerrándose y apartándose de él. Sin embargo, como para el bebé lo más importante es la conexión con sus padres, termina a su vez cerrándose también para que los demás se le acerquen, ya que, si no, se siente aislado, como un bicho raro, como un extraterrestre entre los suyos. Debido a esta desconexión forzosa, siempre sentirá que su familia no le entiende en lo más profundo; a la vez que sus padres nunca llegarán a comprender la exagerada emotividad de su hijo.

El niño se enfrentará al rechazo de los demás desde bien temprano. En la guardería, en cuanto se abra para jugar, provocará en sus compañeros de patio las emociones ocultas de ellos y sus familias: envidia, miedo, rabia, etc., y ellos necesariamente le rechazarán. Se trata de las mismas emociones que Lilith en IV siente de su familia, y que fueron rechazadas por su mamá y su papá. Desde el nivel del alma, el propósito es ver estas emociones ocultas para que sean reconocidas y liberadas. Pero el mundo no está preparado para Lilith en la IV, y los compañeros de patio sólo saben que se sienten incómodos, y proyectan ese malestar sobre el niño Lilith en IV, convirtiéndolo en el chivo expiatorio de la clase.

Lilith se lleva y se expresa mejor en cartas con mucho elemento de Aire o si está signo de Aire (mente, intelecto) o Fuego (espíritu, creatividad). Pero cuando abunda el agua, la receptividad y emocionalidad de este elemento hacen que la energía de Lilith en el niño aún inmaduro emocionalmente se vuelva hacia adentro, si no puede volar con su imaginación, porque además hay mucho elemento Tierra, el pequeño es abocado al sufrimiento en silencio de un intenso mundo emocional, atrapado tras una apariencia de cierre y frialdad (aquellos mecanismos de defensa que el bebé desarrolló para poder ser aceptado en su familia).
 
Emotividad profunda
Estos nativos sufren mucho de niños, no sólo por sentir la tremenda carga emocional de su familia, sino por la reacción inconsciente del mundo hacia esa emotividad profunda que invita a abrir la Caja de Pandora de las emociones. En el mejor de los casos, se cierran en su mundo imaginario o hipotecan sus necesidades e intereses atendiendo a los demás, siendo el niño bueno que todos quiere. Pero también puede pasar que se encierren en la tristeza y la soledad, que se depriman, o incluso que sufran abandono, desamparo, bullying, acosos, o vivan acontecimientos o muertes desgarradoras.

Situaciones muy dolorosas e intensas, tanto como el dolor ancestral que llevan en su campo energético. Dolor que refleja el dolor de la Humanidad, y que hace que los demás se alejen de él en cuanto se abre emocionalmente. Entonces, emulando a sus padres, aprendieron a cerrarse y no mostrar sus emociones a los demás, sosteniéndose a sí mismos cada vez que algo les dolía, ya que en cuanto se abren, los demás se alejan o desconectan. Pero como de Lilith no te puedes escapar…, al cerrarse emocionalmente, no pueden conectar con los demás desde el corazón. Y esa soledad les duele, pero cuando buscan ayuda, los demás se alejan… Y su dolor crece, hasta que es demasiado obvio. No se puede escapar de las emociones con Lilith en la IV.

Así, se encuentran en un doble vínculo paradójico, en el cual, si se abren emocionalmente, los demás se alejan por la intensidad, pero si se mantienen cerrados, los demás también se alejan porque parecen distantes y fríos. Y en ambos casos, ellos sufren por no poder conectar de Ser a Ser, de corazón a corazón con los demás.
 
Una sensibilidad que hace daño
Quien cree que Lilith en la IV es frío, mental o superficial, es porque no soporta el efecto de apertura que el nativo provoca, y proyecta sobre éste su propio cierre emocional, su propio miedo a conectar con las emociones más profundas. Pero al hacerlo, limita la posibilidad de integrar sus memorias, de abrir su corazón, de conectar con su Ser y de recuperar sus talentos. ¡Y éste es el regalo que Lilith en la IV (o en Cáncer, o aspectado con la Luna) trae al mundo!
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Cuando Lilith en la IV abre su propia Caja de Pandora y muestra su dolor, éste resuena con todo el trauma almacenado en las Memorias Celulares de los demás. En las pocas ocasiones en las que logran que otros le ayuden, o en el caso de que se conviertan en tiranos (Stalin, Lenin o Trump) y su familia o el pueblo se abre a él por admiración o miedo, esta apertura llevará a que los demás tengan que vivir el contenido de esas Memorias Celulares; y cuando no hay consciencia para simplemente dejarlas salir -que suele ser lo habitual-, a esa familia o a ese pueblo le tocará sufrir. 

Lilith en la IV es como tener el cuerpo cubierto de cicatrices y querer mostrarlo a los demás para que te ayuden a sanarlas. Pero las heridas huelen y además ponen en evidencia que todos estamos heridos en lo más profundo. La mayoría de la gente no quiere abrir la Caja de Pandora emocional, y prefieren dejar la tapa bien cerrada, excepto cuando están en terapia. ¡Y esto es uno de los grandes talentos de Lilith en la IV!
 
¿Cómo sienten los demás a una Lilith en la IV? El efecto de Lilith ocurre de manera velada, energética, oculta, pero al mismo tiempo muy evidente. Así es la mujer primigenia de Adán. Los demás no son muy conscientes de por qué rechazan a Lilith en la IV, pero hay algo en el nativo que hace que uno se sienta inseguro, expuesto, vulnerable. Es esa energía emocional ancestral de todo lo rechazado, que conecta con las heridas que todos tenemos. Y en el caso de que el nativo con Lilith en la IV se encuentre metido en un tumulto emocional o esté sufriendo, su dolor traspasará a los que le rodean, llenando el ambiente de toxinas emocionales…; de la misma manera que el ambiente en el que nació le llenó a él de esa misma toxicidad.

¿Cómo se siente Lilith en la IV cuando los demás le rechazan? El nativo no entiende el efecto que provoca su energía. Sólo quiere conectar desde lo más profundo de su Ser, y ve que los demás se alejan o le rechazan, o se muestran con dureza, o le anulan. Y sobre todo cuando más necesita cariño, comprensión y conexión de alma a alma. Siente una gran dependencia emocional, es ingenuo e inmaduro, y tiende a tomarse las cosas de manera demasiado personal. Es autocentrado, siente que todo versa sobe él, porque siente cada dolor, cada desajuste emocional y cada cambio de atención de las personas que le rodean. ¡Se lo toma todo demasiado personal! Pero tampoco es de extrañar que se lo tomé así, ya que tuvo que aprender a autosostenerse…
 
Compensando con Capricornio en la profesión y el reconocimiento social
De la misma manera que sus padres se cerraron ante él al no ser capaces de sostener la intensidad emocional del niño, este nativo aprendió a cerrarse ante los demás, rechazando el rechazo que siente y crea, e inconscientemente optando por no hacer caso a su gran sensibilidad, compensando la desconexión de sus propias emociones a través de su fértil imaginación o atendiendo las necesidades de los demás.

Lilith en la IV se compensa polarizándose en la casa opuesta, la X, regida por Capricornio. Este signo nos da muchas claves de cómo el nativo intenta adaptarse a un mundo en el cual su gran sensibilidad emocional no encaja. Capricornio nos habla de soledad, de tristeza, de autoridad o de sometimiento a ésta, de cumplimiento, de la profesión, del qué dirán, del éxito profesional y de la sociedad, entre otras cosas.

Así, cuando se activa por un tránsito o sinastría Lilith en la IV, el nativo se obsesionará por su éxito profesional, por su empresa, por su reconocimiento social. Pero evidentemente, cuanto más se centre allí, más se aleja de los demás, y más desasosiego sentirá. Así que estas personas, cuando detecten que se están obsesionando por temas sociales, profesionales o de reconocimiento, han de parar y preguntarse, "¿qué emociones se están movilizando en mí?", "¿me siento sólo, triste o abandonado?", "¿ es que no he podido conectar con alguien de mi entorno?".

De la misma manera que sus padres se cerraron ante él al no ser capaces de sostener la intensidad emocional del niño, este nativo aprendió a cerrarse ante los demás, rechazando el rechazo que siente y crea

La primera defensa del niño suele ser la soledad, la depresión y el aislamiento. En el mejor de los casos, el crío se encierra en libros o en su imaginación (si en la carta hay mucha agua y fuego). De adultos siguen con la tendencia a refugiarse en un mundo idealizado, en el que se disocian de las turbulencias emocionales que absorben de los demás, como fueron los casos del poeta asesinado durante la Guerra Civil Federico García Lorca y del escritor de ficción Julio Verne. Aunque pueden llegar a tener vidas atormentadas, el drama que uno se genera inconscientemente proviene de la propia imaginación, y esto ayuda a dotar de una sensación de control sobre lo que se siente. Pueden ser grandes escritores y contadores de historias.
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También es habitual que el nativo intente comportarse de la mejor manera posible, atendiendo las demandas y las necesidades de los demás e incluso del colectivo, siendo servicial y muy correcto. Siempre está pendiente de hacer la vida cómoda a los demás, y hace lo posible por hacer que los demás estén relajados y a gusto. Logrando un ambiente armonioso, se sienten seguros, y pueden entonces relacionarse con los demás con el corazón abierto y calmado. Aunque sea en realidad un mecanismo de defensa, un gran talento de Lilith en la IV es la creación de espacios armoniosos. Derrochan grandes cantidades de energía en lograr que todo el mundo se encuentre a gusto, y en crear un hogar ideal. Esto les convierte en muy buenos decoradores de interiores, restauradores o constructores. No en vano, el país de Dinamarca, famoso por su filosofía de bienestar en el hogar “hygge”, ¡tiene Lilith en la cúspide de la casa 4!

El servicio a la sociedad, ya sea funcionario, político o activista, también es una buena salida para la energía de Lilith en la IV, ya que al dispersase en lo colectivo, la intensidad de lo emocional es menor y más llevadero. Además, la casa IV no sólo habla de mi familia, sino de mi barrio, mi pueblo, mi ciudad, mi país… y en última instancia, mi planeta. Pertenecer a Greenpeace, o ser activista o protector de la Naturaleza también es una buena salida para la energía de Lilith en la IV.

El ámbito de la casa X, es decir, la profesión y el reconocimiento social, es dónde el nativo dedica toda su energía, para de alguna manera encontrar allí el reconocimiento que no nunca obtuvieron en su infancia. Pero qué decir que, por mucho que lo intenten, siempre sentirán una cierta desconexión y que no se les reconoce exactamente como sienten que deberían. El éxito deseado nunca termina de llegar, mientras esté desconectado de lo que siente. Un caso extremo de esto lo podemos ver en las paranoias y recelos de Trump, en especial para con los medios de comunicación, o en las paranoias de Stalin, que le llevaron a asesinar a cualquiera que pudiera no estar de su lado.
 
La sombra de Lilith en la IV
Dependiendo de la carta natal, y de la época y circunstancias en las que el nativo con Lilith en la IV le toca vivir, el sufrimiento y el rechazo no siempre llevan al servicio, la paz y la amabilidad. A veces, el dolor vuelve a la persona agresiva, susceptible y paranoica, como son los casos de algunos dirigentes famosos: Donald Trump y los dirigentes rusos Vladimir Lenin y Joseph Stalin. En Wikipedia vale la pena repasar la historia de este personaje que rechazó a toda su familia, y cuya paranoia le llevó a asesinar a millones de personas de su propio país. Cuando hablamos de líderes nacionales, el ámbito de la casa IV se amplía a todo el país.

Así, si el nativo con Lilith en la IV tiene un sentimiento de no pertenencia a la familia en la que nació, en el caso de estos máximos dirigentes, esta carencia la proyecta sobre las minorías vulnerables en la forma de segregación racial, de clase, religiosa, etc., y se convierte en paranoia ante el vacío y la desconexión que sienten frente a su pueblo. Pero todo tiene un sentido superior, seamos conscientes de ello o no. Así, con la lógica sanadora de Lilith en la IV, Trump viene a levantar las heridas de todos los “-ismos” hipócritamente soterrados, aunque tan patentes en la sociedad americana, para que éstas puedan ser sanadas. Desde el punto de vista de las energías, no importa que lo haga desde su inconsciencia, desde el racismo, el machismo y la xenofobia que manifiesta.

​Aunque no todos los mandamases muestran la cara más cruel del patriarcado. Los hay también que comprendieron la importancia del servicio a los demás y que abogan por la paz y la integración, como son los casos del presidente francés Emmanuel Macron y del afamado presidente norteamericano Abraham Lincoln, quien abolió la esclavitud, preservó la Unión, fortaleció el gobierno federal y modernizó la economía, aunque también lideró la Guerra de Secesión. Eran otros tiempos, si bien aquí también vemos ese efecto de la Lilith en la IV de Lincoln de sentirse apartado o rechazado por parte de su país.   

Sea como fuere, seguramente siempre aparecerá un gobernante con Lilith en la IV cuando sea necesario desenterrar emociones negadas en una sociedad. Y es que estos nativos “vienen a recordar que no se puede negar el mundo emocional, que no se pueden guardar los secretos, ni correr tupidos velos sobre las cosas que ocurrieron en el pasado.”
 
Sublimando el dolor de Lilith en la IV
Como hemos visto, el dolor del nativo con Lilith en la IV proviene de su gran apertura sensible al dolor más profundo y enterrado de su familia y de la Humanidad. Esta apertura a su vez tiene el efecto de abrir a las personas a su dolor. Cuando el nativo actúa desde la inconsciencia o la paranoia, el efecto de su energía sobre su entorno puede llegar a ser desgarrador, ya que abre la Caja de Pandora y sin contención.

Cuando el nativo sublima a Lilith en la IV, ha aprendido a tomar distancia de su mundo emocional, aprovechando el poder de su mente para surfear por encima del oleaje emocional. Llega a comprender profundamente que las emociones no son algo personal, sino sólo un registro en el cuerpo de las memorias de la Historia, son las Memorias Celulares. Expande su consciencia y comprende que en realidad somos seres espirituales que venimos a tener una experiencia material. La Vida no te quiere castigar, sólo quiere conectes con lo más auténtico y sagrado que eres, y para eso hay que despejar las memorias de dolores y traumas, así como los velos que las cubren.

Para poder liberar el dolor enterrado en las memorias celulares, es necesario sentirlo, es imprescindible abrir heridas y dejar que supuren. Lilith en la IV aprende a contener sus emociones a través de la profunda comprensión de que no son una señal de peligro, como cree el Ego inmaduro, sino sólo información sobe dolores y traumas de la Humanidad. Y de esta manera es capaz de contener a otros, creando espacios armónicos y seguros, cuando se abren a sus emociones, a su dolor y a su trauma. Como sociedad, aún no comprendemos este proceso de liberación de Memorias Celulares que, si lo permitimos, comprobamos cuán rápido se sanan las heridas y se libera los talentos.

Lilith en la IV nos invita a soltar los Miedos del Ego, a conectar con nuestro cuerpo y el mundo emocional, a jugar con las emociones, a conectarnos desde el corazón, desde la pureza, a des-cubrir a nuestro niño interior, a sentirnos libres y auténticos, unidos a la Naturaleza, a la Vida y la Humanidad, a jugar con el Universo a través de nuestra conexión sensible. ¡Lilith en la IV siente la Vida en toda su extensión!
 
Conecta con tu niño interior
Todos podemos aprender algo de Lilith en la IV. Todos guardamos en nuestro cuerpo memorias de traumas y dolores que no son nuestros, sino que pertenecen a nuestros ancestros y resuenan con gran parte de la Humanidad. Todos necesitamos aprender que las emociones no son algo personal, sino un recuerdo del pasado. Así es cómo llegaremos a comprender los Miedos del Ego y conectar con nuestro niño interior para ofrecer sus talentos al Mundo.

Las personas con Lilith en la IV, a través de su profesión, ya sea como maestros, sanadores, restauradores, constructores, interioristas, terapeutas, maestros, filósofos, escritores, actores o políticos, vienen a ayudarnos a liberar nuestras memorias celulares, vienen a abrir la Caja de Pandora para que podamos sentir y reconocer aquellas emociones tan hondamente enterradas, y así liberarlas. Cuando lo logremos, podremos conectar y relacionarnos con los demás desde la coherencia, desde nuestra pureza, desde el Ser. ​
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“Cuando dejemos de tener miedo a las emociones, aprenderemos a jugar con ellas, a leerlas, a dejarlas fluir, para descubrir talentos, a divertirnos sintiendo, y a compartir profundamente.”

​Lilith en la IV es un kitesurfer del oleaje emocional. Es capaz de jugar con las olas (agua = emociones) en medio de un tifón. No tiene miedo a meterse profundamente en el mar, ya que tiene un conocimiento profundo y sensible de los vientos, y sabe que siempre podrá saltar más alto que las olas. Y con el corazón abierto, se siente conectado a todo lo que le rodea, a la Vida, y a los demás, y tiene fe en que todo saldrá bien. De esta manera, con su juego, inspira a los demás y les invita a jugar también, desde el Ser…

Sentir es un juego en el que podemos descubrir la historia de la Humanidad usando nuestro cuerpo como mapa sensible a las memorias del pasado. Nunca fue algo personal.
 
Guiomar Ramírez-Montesinos
Psicoastrocoach
​Lilith conjunción Marte en la cúspide de la casa IV