El 45º presidente de Estados Unidos es alguien que no deja indiferente a nadie. Para los que creemos en la importancia de una Humanidad unida, podemos llegar a sentir miedo o tristeza, y para otros, ver a un loco en La Casa Blanca puede ser muy divertido y buena manera de cargarse el sistema. Trump no es causalidad. Es fruto de su generación y de una sociedad que ha llegado al límite de sostenibilidad del patriarcado.
Trump viene a cargarse el patriarcado, al igual que Hitler transformó la visión que teníamos del Mundo. Puede que el camino no sea bonito, pero nos ayudará a poner en evidencia todo lo que ya no sirve, y contribuirá a que la Humanidad abra su corazón para abrazar a los diferentes y a que nos alineemos con nuestro Ser.
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Tradicionalmente a Capricornio se le asocia con la cabra que sube la montaña y no para hasta lograr la cima. Es la constancia y la perseverancia, es la capacidad para fijar un objetivo y tener la paciencia y la determinación de ir a por ello, cueste lo que cueste. Pero la Energía de Capricornio es mucho más que eso. Nos habla del Techo del Ego, dónde y de qué manera ponemos el poder fuera merced a la culpa, y qué hemos de hacer para dar un salto de consciencia.
Sagitario, se asocia tradicionalmente con la religión, la filosofía, los estudios superiores y los viajes largos, pero el noveno signo del zodíaco, desde un punto de vista energético, nos lleva más allá de lo tangible, a conectar con nuestro Ser.
El octavo signo del zodíaco es quizá el menos comprendido de todos. Desde un nivel más superficial, se relaciona con el sexo, la muerte y el dinero compartido, pero Escorpio es mucho más que eso. Escorpio nos habla de la dinámica misma de la energía y de la información que ésta transporta. Es la de energía que nos ayuda a comprender a la energía, es Vida y es Amor.
Es bien conocido ese principio de la física que dice que, “la energía ni se crea ni se destruye, sino que se transforma”. La energía queda “atrapada en la forma”, pero tarde o temprano es liberada para dar lugar a otra manifestación física. La Energía de Libra, el séptimo signo del zodiaco, nos habla del equilibrio dinámico entre opuestos, de la intersección del deseo y de la lógica que nos determina. Tan superficial como profunda, integrar esta energía es la clave para atravesar el programa de la matrix, el Techo del Ego, que veremos en Capricornio.
Libra es el segundo signo de aire, y como tal es mental y relacional, aunque en este caso, la búsqueda de la información se hace para intentar formar una opinión lo más equilibrada posible. Sin embargo, si no hemos comprendido e integrado esta energía, terminaremos empachados de información e indecisos, incapaces de tomar una decisión. Virgo es el sexto signo del zodíaco, después de Leo, y nos enseña que, una vez expresamos nuestro verdadero Ser, hemos de servir a los demás con sus talentos. Es el límite del Ego, y en una sociedad enfocada en el hedonismo egóico, Virgo puede resultar frustrante, obsesivo, agobiante y limitante.
Virgo es el momento en el que tomamos consciencia de que no estamos solos en el mundo, sino que somos una parte de todo, y como tal, tenemos una función que nos define dentro de un orden mayor. Virgo es la matrix fractal que nos contiene y que contenemos, es orden y función. El quinto signo del zodíaco, Leo, representa el nacimiento de un nuevo Ser y la expresión de lo más auténtico de nosotros. Su regente es el Sol, que nos habla de cómo integramos todo lo que somos y expresamos nuestro máximo potencial. Sin embargo, aún no sabemos cómo desplegar esta energía plenamente, y en vez de Ser, reaccionamos desde el Ego inmaduro, desde Cáncer. Para comprender realmente la Energía de Leo, es fundamental incluir al signo opuesto, Acuario. Leo sin Acuario es Cáncer. Leo con Acuario Es.
Cáncer es el cuarto signo del zodíaco y simboliza tradicionalmente al clan, a la madre, la familia, la historia…, es todo lo que nos ata al pasado. También nos habla de nuestro mundo emocional, que inevitablemente va unido a esos primeros años de nuestra vida. Pero Cáncer también es el horno en el que se cocina nuestro Ego, que ha de madurar para servirnos como instrumento que nos permite dar lo mejor de nosotros al resto del mundo.
Cáncer es la forma estable en la que algo nuevo se puede desarrollar. Es la clara del huevo que nutre y protege al incipiente polluelo mientras evoluciona necesariamente confinado dentro de la barrera protectora que es la cáscara (Capricornio). Pero al igual que llega un momento en nuestra evolución en el que hemos de liberarnos de los límites de nuestro pequeño mundo para seguir creciendo, así la futura ave precisa deshacerse de esa frágil cárcel que ya no sostiene su crecimiento. Para nosotros, esa barrera es el Techo del Ego, simbolizado astrológicamente por Capricornio…. Pero bien, de la energía de este fascinante signo ya hablaré dentro de seis meses, en diciembre, cuando nos toque experimentarla… Entre medias, repasaré los cinco signos que nos plantean las diferentes pruebas de maduración de nuestro Ego. El tercer signo del zodíaco nos habla del movimiento como elemento fundamental de la existencia. La energía expansiva de Aries y la contractiva de Tauro tienen sentido al incluir el movimiento que las conecta.
Géminis es regido por Mercurio, el mensajero alado, que a su vez se relaciona con Hermes, el personaje más particular de la mitología griega y cuyo arquetipo nos revela el verdadero potencial de la energía de Géminis. Hermes empezó a hacer trastadas desde pequeño, desde el momento en que nació, engañando hasta a los mismísimos dioses y ganándose un sitio entre ellos, gracias a su astucia. Desde un punto de vista más mundano, esto le ha valido a Hermes, y por extensión a los gemelos, la fama de mentiroso e incluso ladrón. Sin embargo, sus aparentes trucos de magia esconden en realidad el secreto del más conectado de todos los signos. Tauro es tierra, abundancia, deseo, corporeidad, sensualidad, alimento. Tauro es sensorial, natural, lento y rítmico. Nos habla de la condensación de la energía para producir la materia. Tras el Bigbang, la energía con impulso y dirección simbolizada por Aries, el orden y el ritmo del universo implica una concentración con el fin de empezar a crear nuestra realidad tridimensional.
Tauro y la casa II a la que rige nos hablan de nuestros valores, empezando por los más superficiales y materiales, como las posesiones, las propiedades y el dinero, hasta los más profundos, aquellos sobre los que basas tu conducta y tu ética. Hay mucho que aprender de la Energía de Tauro, ya que paradójicamente, a pesar de estar en una sociedad muy material, aparentemente muy taurina, este signo nos ofrece una lección muy importante para nuestro desarrollo personal. |
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